La ANAC certificó el simulador de vuelo de Jas Fly, diseñado y fabricado en La Plata
Administración Nacional de Aviación Civil de la Argentina certificó el el primer simulador de vuelo de helicóptero modelo Bell 407. El mismo es diseñado y producido en nuestro país por la empresa platense Jas Fly.
«Esta tecnología fue desarrollada para la instrucción de pilotos, generando una réplica de la aeronave para el entrenamiento en maniobras de riesgo. Es un orgullo entregar esta certificación y destacar el trabajo con Jasfly S.A., el continuo asesoramiento y evaluación por parte de ANAC, para asegurar los plazos y estándares normativos», detallaron desde el organismo de control.
«Fabricamos un simulador para entrenamiento de nuestros pilotos, por el momento es para uso propio de la empresa, pero lo más destacado es que se trata del primero que está en proceso de certificación en Argentina, con lo cual el día de de mañana podría ofrecer un servicio a pilotos de otras compañía», relataba anteriormente a EL DIA Marcelo Scaramellini, uno de los responsables de JasFly.
«Lo que sí se adquirió en es la parte de software pero a su vez se desarrollaron otros programas para que todos los componentes de la cabina se comuniquen y representen la realidad de la cabina de un helicóptero, en este caso el Bell 407, que son las naves que tenemos en JasFly», detalla.
Como surgió. En épocas de restricciones de pandemia cuando los pilotos no podían viajar al exterior a realizar entrenamientos, JasFly tomó la decisión de desarrollar su propio equipo simulador. Para el proceso de fabricación, se apoyaron en otras empresas que previamente les han provisto equipamiento como faros tácticos o cámaras giroestabilizadas, y también participaron como pasantes en la empresa estudiantes de la carrera de Ingeniería Aeronáutica de la UNLP.
«El simulador permite hacer todas maniobras de un helicóptero pero a su vez como si estuviesen en una situación de emergencia extrema, que un entrenamiento de helicóptero real no se podría representar. Nuestra empresa realiza entrenamientos en ciertas condiciones en la aeronave real y lo complementario se realiza en el simulador», sostienen,
Por ejemplo, «una plantada motor en el simulador llegamos hasta el piso, si lo hacemos mal nos estrellamos y reseteamos el software, y en la vida real lo mínimo que se hace es romper el helicóptero. Otros procedimientos en distintas fallas, que si bien se estudian en la teoría, las acentuamos con el simulador paso a paso».