La búsqueda del vuelo más ecoamigable
La información que brindó la NASA y otros detalles técnicos. – aeromarket.com.ar
El administrador de la NASA, Bill Nelson sostiene un modelo de un avión con un ala Transonic Truss-Braced, durante una conferencia de prensa del pasado miércoles 18 de enero. Créditos: NASA/Joel Kowsky.
Como ARMKT informó el pasado miércoles a partir de un despacho de prensa de Boeing, la NASA realizó su propio anunció en el que amplió con datos el por qué eligió a The Boeing Company para el desarrollo del proyecto de demostración de vuelo sostenible, que explora una posible nueva generación de aviones de pasajeros ecológicos de un solo pasillo.
En la información que brindó la NASA hay más precisiones sobre este ambicioso proyecto que avanza gracias a la virtud la Ley de Fondos para el Espacio (Funded Space Act Agreement), de la Administración Biden.
Según la Agencia Nacional del Espacio y la Aeronáutica (NASA, por su sibla en inglés) y Boeing colaborarán para construir, probar y volar un avión de demostración a gran escala y validar tecnologías destinadas a reducir las emisiones.
En los próximos siete años, el gobierno de los Estados Unidos a través de la NASA, invertirá USD 425 millones, mientras que Boeing y sus socios contribuirán con USD 725 millones para la financiación total del proyecto. Como parte del acuerdo, la agencia también contribuirá con experiencia técnica e instalaciones.
“Desde el principio, la NASA ha estado contigo cuando vuelas. La NASA se ha atrevido a ir más lejos, más rápido, más alto. Y al hacerlo, la NASA ha hecho que la aviación sea más sostenible y confiable. Está en nuestro ADN”, dijo coloquialmente el administrador de la NASA, Bill Nelson, al justificar la decisión del gobierno de financiar este tipo de proyectos y de la NASA al elegir a Boeing. “Nuestro objetivo es que la asociación de la NASA con Boeing para producir y probar un demostrador a gran escala ayudará a crear futuros aviones comerciales que sean más eficientes en combustible, con beneficios para el medio ambiente, la industria de la aviación comercial y para los pasajeros en todo el mundo. Si tenemos éxito, podremos ver estas tecnologías en aviones que estarán en los cielos en la década de 2030”, agregó el funcionario.
Los aviones de pasillo único son el caballo de batalla de muchas flotas de aerolíneas y, debido a su uso intensivo, representan casi la mitad de las emisiones de la aviación en todo el mundo. La NASA planea completar las pruebas del proyecto a fines de la presente década, de modo que las tecnologías y los diseños probados puedan ser puestos a disposición de la industria para que tomen decisiones sobre la próxima generación de aviones de pasillo único que podrían entrar en servicio en la década de 2030.
El proyecto que desarrollará Boeing y su equipo junto a la NASA busca construir y probar en vuelo un avión de demostración utilizando la tecnología denominada Transonic Truss-Braced Wing, a gran escala.
La información ya ha sido publicada por muchos medios, pero prácticamente ninguno ha explicado que el proyecto estudia el flujo del aire a través de superficies aerodinámicas –en este caso fundamentalmente en el ala– durante el vuelo transónico. Específicamente, el comportamiento de las ondas de choque que son las principales responsables de producir un flujo de aire inestable que afecta la resistencia. Lo que intentan los diseñadores de las aeronaves de próxima generación, es mitigar los problemas que surgen por las ondas de choque producidas durante el vuelo transónico dado que la mayoría de los aviones a reacción en la actualidad son construidos para operar a velocidades en las que la resistencia aumenta rápidamente por la velocidad, marcando el límite de las velocidades aerodinámicas que muchos aviones modernos pueden superar e introduciendo un consumo excesivo de combustible.
El objetivo en los planes que Boeing y sus socios presentaron a la NASA, ocupan un lugar importante la combinación de nuevos materiales y diseños de propulsión para superar tales problemas. El proyecto completo busca construir una nueva aeronave transónica de demostración que vuele con mayor eficiencia en términos de consumo de combustible.
Aunque no es fácil explicar en pocas líneas el concepto fundamental de un ala transónica arriostrada, es posible decir que gira alrededor de alas extra delgadas que serían estabilizadas por puntales en diagonal. El arriostramiento es la acción de rigidizar o estabilizar una estructura mediante el uso de elementos que impidan una deformación excesiva del ala. En aeronáutica estos elementos se llaman riostras, tirantes o montantes. En el caso de esta nueva ala con una geometría más “inestable” se le agregaría una estructura de configuración con elementos diagonales para que el ala no se desplace.
Este diseño de alas permitiría que la aeronave sea mucho más eficiente en combustible que un avión de pasajeros tradicional debido a una forma que crearía menos resistencia, lo que implicaría una considerable reducción en términos de consumo de combustible.
“La NASA está trabajando hacia el objetivo ambicioso de desarrollar tecnologías innovadoras para reducir el uso de energía y las emisiones de la aviación en las próximas décadas conforme a las cero emisiones netas de carbono para 2050 que busca la comunidad de aviación”, dijo Bob Pearce, administrador asociado de la NASA para la aeronáutica.
El nuevo Acuerdo de la Ley de Fondos para el Espacio permite a la NASA utilizar fondos con el objeto de capitalizar el conocimiento y la experiencia de la industria privada como Boeing y sus socios, quienes en esta oportunidad habrían presentado el mejor plan técnico.
Según el programa, la NASA proporcionará acceso a sus instalaciones y experiencia aeronáutica. La NASA no adquirirá una aeronave ni ningún otro hardware para sus misiones, sino que sería Boeing y sus socios los que proveerían los medios para las pruebas. La agencia obtendrá acceso a ciertos datos de tierra y vuelo que se usarían para validar la configuración del fuselaje y las tecnologías asociadas para su utilización en la industria.
El Demostrador de Vuelo Sostenible ayudará a los Estados Unidos a lograr cero emisiones netas de carbono de la aviación para 2050, uno de los objetivos ambientales articulados en el Plan de Acción Climática de la Aviación de los Estados Unidos de la Casa Blanca.
El proyecto es una actividad del Programa de Sistemas Integrados de Aviación de la NASA y un elemento clave de la Asociación Nacional de Vuelo Sostenible, que se centra en el desarrollo de nuevas tecnologías de aviación sostenibles.