La Justicia condena a empresa de salud por engañar y estafar a afiliados de obras sociales sindicales

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estadodealerta.com.ar/29 de agosto de 2025

En los últimos días, la Justicia procesó a once directivos de la supuesta empresa de medicina prepaga Ética Médica (también conocida como Ética Salud o Ética +) que logró estafar a numerosos afiliados de obras sociales mediante un complejo entramado de engaños y fraudes, por medio del que después de cobrar los pagos mensuales por la cobertura médica nunca se cumplia con las prestaciones prometidas.

El esquema ilícito perjudicó no sólo a los adherentes, que terminaban sin su obra social original y sin cobertura, sino también a las obras sociales gremiales que dejaban de recibir los aportes de esas personas que contrataban con Ética Médica. La obra social Osperyh de trabajadores de edificios y la obra social de los trabajadores de tintorerias y lavaderos industriales, avanzaron en el reclamo presentándose ante la justicia como querellantes, aunque también fueron perjudicadasotras obras sociales como ferroviarios y papeleros.

En base al análisis de las pruebas (en parte recolectada en el marco de 37 allanamientos), el juez Juez Sebastián Ramos, del Juzgado Nacional Criminal y Correccional N° 2, procesó por los delitos de asociación ilícita, estafa, acceso indebido a datos informáticos y abandono de persona a Pablo Baldoni, Raúl Barreiro, Javier Cuman, Fernando Profeta, Aldo Lisi, Abel Blasco, Romina Hawryluk, Martin Scalise, María Botchein, María Laiz, Érica Mirabile, Carla a Sirini y Tatiana Silva.

Algunos de los directivos de Ética Médica, incluyendo a su presidente Raúl Barreiro, habían sido denunciados por estaba por la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), que también intervino a la Sociedad Gremial de Vareadores, por la captación indebida de afiliados a partir de un acuerdo irregular con la falsa prepaga, que necesitaba de una obra social realmente existente a la que desviar los aportes obtenidos mediante engaños.

La estafa tuvo diferentes operatorias, ya que en un primer momento el contacto con los afiliados era vía telefónica, avisando que su actual obra social estaba por quebrar y ofreciendo el cambio a una opción “con más beneficios”, para luego pasar directamente en algunos casos al robo de identidades para generar afiliaciones falsas y sin consentimiento. Así lograron generar ingresos de más de 60 millones de pesos mensuales para la supuesta prepaga.

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