Las centrales sindicales organizan una gran marcha contra el ajuste

Luis Autalá
Con el valor simbólico que supieron tener las movilizaciones populares durante el macrismo, como referencia ante modelos liberales al comando de la economía del país y la potencia ritual de cada 7 de agosto en el santuario porteño de San Cayetano, la convocatoria el primer jueves del próximo mes concentra por estas horas la atención de los sindicatos y de las organizaciones sociales.
En efecto, la CGT ya se abocó a diagramar la tradicional peregrinación al templo del patrono del trabajo, ubicado en el barrio de Liniers. Y para esa ocasión se prevé una nueva jornada de protestas convocada desde Azopardo.
Como ocurre cada año, también participarán la CTA de los Trabajadores, la CTA Autónoma y las organizaciones sociales encabezadas por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). La coyuntura política permite avizorar que se sumará el Movimiento Derecho al Futuro del gobernador Axel Kicillof, en sintonía con su diálogo con distintos sectores del sindicalismo.
En esta edición, se sumará un componente adicional: será la primera movilización en el Día de San Cayetano en la que el papa Francisco será evocado únicamente como figura inspiradora, en tono de recuerdo. Así lo destacaron dirigentes sindicales ante BAE Negocios al ponderar la vigencia del mensaje contenido en la encíclica Laudato Si, publicada el 24 de mayo de 2015.
El texto papal es reconocido como una denuncia a los efectos destructivos del sistema económico sobre el ambiente, los trabajadores y los sectores excluidos. «Por encima de cualquier interpretación, Laudato Si valora el trabajo digno como medio de realización personal y de transformación del mundo, y rechaza la lógica del descarte que degrada la vida humana y la naturaleza», señaló un dirigente gremial. Dentro de esa tónica, para quienes articulan la movilización a San Cayetano, tanto en la CGT como en las dos CTA y la UTEP conjugar justicia social con protección ambiental y dignidad laboral «es un elemento indispensable frente a quienes solamente argumentan a favor de la primacía del mercado». «Lo dejó en claro Francisco: el empleo no es una mercancía ni una variable de ajuste, es un derecho fundamental vinculado con la dignidad humana», subrayó otra fuente de los movimientos sociales.
En la misma línea, referentes de trabajadores y trabajadoras de la economía informal recordaron que el Papa argentino marcó un punto de inflexión al instalar la consigna de «tierra, techo y trabajo» como condiciones básicas para la inclusión y la justicia. «La precarización, el desempleo es-
El patrono del trabajo volverá a convocar miles de personas el 7 de agosto. El Movimiento Derecho al Futuro de Axel Kicillof también será de la partida. tructural y la exclusión social no son procesos naturales; son consecuencias de un modelo económico», expresaron.
La prédica de Francisco en cuanto a la necesidad de una unidad activa entre trabajadores, sindicatos y organizaciones sociales tendrá su reflejo el 7 de agosto, con la confluencia de esas expresiones en Liniers y en el punto final de la movilización, que aún no fue definido por los organizadores.



