Lejos de casa. Quedan por volver aún 21.493 argentinos varados en el exterior

990
0
Compartir:

23/04/2020 La Nación – Nota – Tema del Día – Pag. 6

Alan Soria Guadalupe

Están distribuidos en 82 países, y la mayoría, en Estados Unidos y España; entre ellos hay 4810 mayores de 65 años o con problemas de salud; el regreso se completaría en un mes; ya retornaron el 88% de los que habían viajado afuera
El largo regreso a casa de miles de argentinos que se vieron obligados a interrumpir viajes de placer, trabajo o estudio por la pandemia del coronavirus terminó para casi el 90% de los que habían quedado varados en el exterior. Pero el Gobierno todavía debe repatriar a21.493 personas que están en 82 países distintos. La cuarta parte es población de riesgo.
la nación accedió a un informe que circula por el Palacio San Martín y que pidió el canciller Felipe Solá para conocer el estado de situación de todos los argentinos en el exterior. Según el texto, elaborado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Administración Nacional de Avión Civil y la Dirección de Migraciones, desde el 17 de marzo hasta el 16 de abril entraron al país 168.140 argentinos o residentes en el país, el 88,7% de los que querían volver. Permanece afuera el 11,3% restante, entre los que hay 4810 mayores de 65 años o con problemas de salud, que tienen más probabilidades de enfermarse gravemente si se contagian.

La fecha de inicio de ese registro (17 de marzo) fue tres días antes de que se decretara la cuarentena total y un día después de que se tomaran las primeras medidas para restringir el ingreso desde el exterior.
La mayor parte de los que ya volvieron ingresaron por tierra o vías fluviales (104.655), y por los aeropuertos de Ezeiza y El Palomar entraron 63.485 pasajeros. La Cancillería estima que la mitad de quienes volvieron en la última quincena de marzo habían salido por viajes turísticos cortos pese al avance del virus, lo que generó quejas del propio presidente Alberto Fernández.

Repatriar a los que faltan demorará cerca de un mes. Se hará a través de los operativos desplegados semanalmente por la Cancillería de vuelos humanitarios o de Aerolíneas Argentinas, y de los tramos dispuestos por aerolíneas privadas.
Los que pidieron volver están repartidos en 82 países. La mayoría, en Estados Unidos (4594, con 932 vulnerables por ser población de riesgo); España, que incluye en el cómputo a Andorra (3792, con 883 vulnerables), y México (3221, 606 vulnerables). Les siguen Italia (788, con 275 vulnerables), Brasil (680 y 341 vulnerables) y Ecuador (629y 56 como población de riesgo).
En el otro extremo de la lista están los países con menos argentinos por volver, como China, Irán y Siria, donde solo se registra apenas uno.

Asistencia en el exterior La Cancillería había sido sobrepasada por las cuantiosas llamadas de los argentinos imposibilitados de volver al país a medida que la pandemia obligaba a cancelar vuelos, cerrar aeropuertos y bloquear fronteras. La mayoría de las solicitudes para regresar se recibieron a través de un equipo dispuesto para atender llamadas y paliar la ansiedad, que funcionó hasta el 21 de marzo. Desde entonces, la comunicación continuó a través de direcciones de mail creadas para cada área geográfica del mundo y de los consulados.

Muchos de los argentinos que todavía no pudieron volver reclaman una mayor atención del Estado nacional y se quejan por las demoras en la organización del regreso, a lo que se suman los problemas que surgen en cada país en este contexto, como falencias del sistema de salud, dificultades para usar tarjetas de crédito e, incluso, un crecimiento de la discriminación contra los extranjeros.
Ante ese panorama, la Cancillería estableció mecanismos con los consulados para transferir fondos en los casos en que sea necesario y articular alternativas con los otros gobiernos para que los argentinos puedan acceder a hospedaje, alimentos y medicamentos.

A fines del mes pasado, cuando se tomó la decisión inédita de cerrar las fronteras y suspender los vuelos de repatriación, las quejas de los varados alcanzaron un pico que incomodó al Gobierno, por lo que el canciller Solá discutió un programa de asistencia con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Se planteó conversar con los bancos para que amplíen los límites de las tarjetas de crédito y la apertura de créditos del Banco Nación. Poco después, se retomaron los vuelos de Aerolíneas Argentinas y se anunciaron traslados en aviones Hércules, de la Fuerza Aérea, como los vuelos que hubo desde Perú y Ecuador.

Por estas horas, el Ministerio de Relaciones Exteriores monitorea los “nudos importantes por desatar”, según dice el informe. Uno de ellos está en Ciudad de México, donde el listado de argentinos deseosos de volver tiende a estirarse a medida que logran llegar pasajeros que estaban varados en otros lugares más lejanos, como el sudeste asiático. Aerolíneas Argentinas, por ejemplo, no tiene base en esa ciudad, por lo que el retorno de los argentinos se da por vuelos de otras aerolíneas (los que ya contaban con pasajes) o con vuelos especiales, como el que trajo hacia este lado del continente a argentinos y chilenos y se llevó a mexicanos.

Otro de los focos de atención son los argentinos que piden volver por haber perdido su trabajo debido a la pandemia (como los que vivían en la Riviera Maya) o los que quedaron varados en cruceros.
El caso de los navíos es complejo, particularmente si se registraron casos de Covid-19 a bordo, lo que genera problemas para que los puertos los acepten. Una situación que la Cancillería definió como “preocupante” fue la del crucero Celebrity Infinity, donde hubo casos de coronavirus. El barco debió bajar pasajeros en San Diego, desde donde enviaron a 60 adultos mayores a San Pablo. Allí murió un argentino de 92 años.

En paralelo, un sector de la oposición presentó un reclamo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para alertar sobre la situación de los varados. Los diputados nacionales Luis Petri, Waldo Wolffy Fernando Iglesias (Juntos por el Cambio) aseguran que los argentinos viven en una situación de “precariedad” y de “enorme riesgo para su vida, salud e integridad física”.

Fuente: Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Datos 20/04/20 / LA NACION  

 

Compartir: