
Tensión por cambios laborales
Los «salarios dinámicos» y el avance sobre los convenios colectivos generan rechazo de la CGT y expertos, que advierten sobre precarización y pérdida de derechos por la reforma laboral.
Mundo Gremial / De José Peyrelongue
Publicado el 25/10/2025
El gobierno de Javier Milei presentó una reforma laboral que ha desatado un fuerte rechazo por parte de la Confederación General del Trabajo (CGT) y especialistas en derecho laboral, quienes señalan, al menos, dos puntos críticos: la implementación de «salarios dinámicos» o «por mérito» y el impulso a convenios por empresa en detrimento de los colectivos por actividad. Estas medidas amenazan los derechos laborales y dificultan cualquier posibilidad de acuerdo con el sector gremial.
Las propuestas oficialistas lograron acercar los posicionamientos de todo el movimiento obrero. La reforma propuesta quita todo tipo de diferencia entre dialoguistas y combativos, ubicándolos en la misma vereda del rechazo. La unidad, como nunca, se presenta como la única posibilidad de hacer frente a la ofensiva, aunque las voces consultadas coinciden y son conscientes que sin construcción política no hay futuro posible.
«Salarios dinámicos»: una apuesta por la individualización que genera alerta
Uno de los pilares de la reforma, según explicó el secretario de Trabajo, Julio Cordero, es la introducción de «salarios dinámicos» o «por mérito», un esquema que busca flexibilizar las remuneraciones desvinculándolas de las negociaciones colectivas tradicionales. Cordero señaló: “Necesitamos que el trabajador que da todo de sí reciba una mejor remuneración. Si damos lo mismo para todos, terminamos generando desempleo”.
En otro momento, agregó: “los empleadores deben pagar más a los trabajadores que se diferencian y se destaquen” y “que los salarios generen este diferencial por mérito. Si todo es lo mismo, se apunta hacia abajo”. Sin embargo, esta propuesta ha sido duramente cuestionada por su potencial para debilitar el poder de negociación de los trabajadores.
El abogado laboralista Gustavo Ciampa advirtió sobre el trasfondo de los «salarios por mérito» en la reforma laboral: “Hay un trasfondo perverso en la idea de salario por mérito. Lo que buscan es reducir salarios. Ya pasó en Argentina. No se genera empleo porque la política económica lo destruye. Los convenios colectivos no tienen por finalidad generar empleo. Lo que hacen es preservar la dignidad de las personas que trabajan”. En diálogo con AM 750, Ciampa también enfatizó: “Eso no existe. Atrás de eso quieren tener la posibilidad de bajar salarios. Porque no hay impedimento para que (los salarios) crezcan todos los días”.
«Esto ya se intentó en Argentina. En 1991 hubo un decreto de (Domingo) Cavallo que permitía aumentos si solo se demostraba aumento de productividad. Y en 1993 permitía y promovía que se pacten módulos particulares, que eran incrementos salariales que podrían ser suprimidos después”, dijo. Y añadió: “La legislación argentina permite premiar por mérito. Pero implica que el salario está dirigida a satisfacer todas las necesidades. Arriba de eso, si hay mérito, se puede premiar. Pero no se puede castigar”.
Desde la CGT, Gerardo Martínez, integrante del Consejo de Mayo, defendió el modelo de paritarias tradicionales y criticó la reforma laboral de Milei: «La pobreza no es un fenómeno natural; los derechos laborales y el salario digno son conquistas que no podemos retroceder». En su artículo de opinión, Martínez subrayó: «El libre ejercicio de la negociación colectiva y el diálogo social son herramientas indispensables para el desarrollo equilibrado».
Ataque a los convenios colectivos: el avance de los acuerdos por empresa
Otro punto de fricción es la intención del gobierno de promover convenios por empresa en lugar de los colectivos por rama de actividad, una medida que, según los críticos, busca «dinamitar» los acuerdos históricos que regulan las condiciones laborales en Argentina. Jorge Sola, secretario de prensa y vocero de la CGT, afirmó: “dinamitar” los convenios colectivos de trabajo. Para Sola, el gobierno pretende fragmentar la representación sindical y debilitar la capacidad de los gremios para negociar en bloque, al declarar: “Vamos a oponernos a cualquier intento de romper la soberanía de la discusión de los convenios colectivos por actividad. No vamos a tolerar la discusión por empresas”. Además, en contacto con FutuRock, advirtió que esta propuesta busca “dinamitar cualquier discusión” paritaria, vulnerando la «soberanía que tiene la discusión paritaria».
El abogado e investigador Luis Campos coincidió en las críticas a la limitación de los convenios colectivos y ahondó sobre los «salarios dinámicos», que según su apreciación, se trata de término «inexistente». «Lo más preocupante -señaló Campos a Radio Provincia- es que estén pensando en modificar de raíz el sistema de negociación colectiva en nuestro país” que en la actualidad se maneja con una “lógica piramidal” porque “la Ley de Contrato de Trabajo establece pisos generales, luego la negociación colectiva puede negociar mayores derechos y finalmente la negociación por actividad establece un marco de discusión que puede ser superado en una paritaria por empresa”.
Campos analizó que “volver a una situación que ya funcionó a mediados de los 90, donde la negociación de ámbito menor prevalece sobre la de un ámbito superior” es un error porque “una empresa podría negociar salarios más bajos que los que se establecen por rama de actividad” dado que “facilitar la descentralización de la negociación de las condiciones de trabajo es peor para el trabajador porque quedan en perores condiciones para discutir todo lo referido a la forma de organizar las tareas”.
Reforma laboral: Un anuncio que tensa el diálogo con los sindicatos
La reforma laboral, presentada como parte de la agenda económica de Milei, incluye otros aspectos como la modernización de convenios colectivos, la implementación de un banco de horas laborales, la eliminación de la industria de juicios laborales, la digitalización de procesos registrales y la libertad en contratos laborales. Sin embargo, los «salarios dinámicos» y el ataque a los convenios colectivos se han convertido en los principales obstáculos para un entendimiento con la CGT. Según Sola, «la CGT rechaza de plano esta reforma», al afirmar: «rechazamos lo que diga Cordero».
El gobierno, por su parte, defiende la iniciativa como una herramienta para «modernizar el mercado laboral» y atraer inversiones, según Cordero. No obstante, la falta de consenso con los sindicatos y las críticas de expertos como Ciampa evidencian un panorama de confrontación. La reforma, lejos de generar un diálogo constructivo, parece profundizar la grieta entre el Ejecutivo y el movimiento obrero, con los «salarios por mérito» y los convenios por empresa como los puntos más conflictivos.
Imagen: archivo



