Milei tendrá su primer San Cayetano en contra, con una fuerte protesta por los despidos y el ajuste social

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eldiarioar.com / 26 de julio de 2024 06:55h / Mauricio Caminos

Foto: La marcha de las organizaciones sociales de la UTEP del 7 de agosto de 2021. NA

EL 7 DE AGOSTO EN PLAZA DE MAYO

La UTEP definió concentrar frente a la Casa Rosada y se suman la CGT, las dos CTA y organismos de DDHH. No habrá peregrinación masiva desde Liniers para evitar el protocolo antipiquete, sobre todo luego de la represión que hubo fuera del Congreso cuando se votó la ley Bases. Expectativa en la Iglesia.

La primera celebración de San Cayetano durante el gobierno de Javier Milei será de reclamo contra las políticas de ajuste del Gobierno. Las organizaciones sociales peronistas nucleadas en la UTEP preparan para la jornada del 7 de agosto una manifestación en la Plaza de Mayo, a la que se sumará la CGT, las dos CTA y organismos de derechos humanos como Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, supo elDiarioAR desde las agrupaciones de base.

El plan que por estas horas se define en el gremio de la economía popular que integran el Movimiento Evita, el MTE, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa, entre otras banderas, es que la concentración principal sea puntualmente frente a la Casa Rosada. Habrá más temprano una bendición a herramientas de la economía popular en el santuario de Liniers, como ya es tradición, pero no una masiva peregrinación por la avenida Rivadavia hacia el microcentro porteño –como en otras oportunidades– para evitar confrontar con el protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich.

Entre las organizaciones aún está presente la feroz represión que activó el Gobierno cuando hubo violentas protestas frente al Congreso durante la votación de la ley Bases en el Senado. Ese 12 de junio, a los incidentes se sumó una cacería policial que terminó con más de 30 detenidos, muchos de los cuales eran manifestantes que ya estaban desconcentrados de manera pacífica a la altura de la avenida 9 de Julio. Aún sigue vigente el reclamo por la liberación de las únicas dos personas que permanecen encarceladas –Daniela Calarco Arredondo y Roberto de la Cruz Gómez–, cuyo procesamiento con prisión preventiva fue confirmado por la Sala 2 de la Cámara de Apelaciones, por incendio y daño agravado, y por atentado a la autoridad agravado y daño agravado, respectivamente. Pero no están acusados de intimidación pública o de haber cometido delitos contra el orden constitucional, como denunció en un primer momento Bullrich.

Con ese antecedente es que la UTEP tuvo reuniones esta semana para definir cómo será la manifestación del 7 de agosto. Incluso hubo conversaciones con la cúpula de la Iglesia para coordinar mejor la jornada, ya que la primera actividad del día será en la zona del santuario de Liniers, donde cada año suelen congregarse miles de fieles para rezarle al “Patrono del Pan y del Trabajo”. Ayer fue la CGT la que en una reunión interna decidió plegarse a la protesta.

“La idea es hacer una bendición de herramientas en San Cayetano y luego habrá una procesión simbólica hacia Plaza de Mayo, donde sí habrá una gran concentración bajo la consigna Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo. No queremos un escenario donde se plantee una confrontación con el protocolo antipiquetes de Bullrich”, anticipó Nicolás Caropresi, referente del MTE, una de las principales organizaciones de la UTEP.

Otras de las fuentes consultadas apuntó que la peregrinación sobre avenida Rivadavia será con imágenes religiosas encabezada por el Movimiento Misioneros de Francisco. “El 7 de agosto, una fecha histórica y sentida para el pueblo humilde y trabajador, junto a diferentes sectores sociales, sindicales, culturales, DDHH, etc. vamos a hacer una gran jornada por PAN, PAZ,TIERRA, TECHO Y TRABAJO! UNIDAD, ORGANIZACIÓN, SOLIDARIDAD, FE Y LUCHA”, tuiteó ayer Alejandro Gramajo, secretario general de la UTEP y referente del Movimiento Evita.

Hace años el gremio de la economía popular lleva adelante una movilización cada 7 de agosto. De hecho, la unión de organizaciones con figuras destacadas como Emilio Pérsico, Juan Grabois o Juan Carlos Alderete originalmente se conocía como “Los Cayetanos”, a partir de la multitudinaria procesión de 2016 contra las políticas de ajuste de Mauricio Macri.

La congregación de San Cayetano podría ser un termómetro del fuerte deterioro socioeconómico que las estadísticas marcan bajo el gobierno de Milei. A la inflación que no descendió considerablemente desde diciembre se suma una caída importante de las fuentes de trabajo en el primer semestre del año. El índice de precios acumuló para julio un 79,8% en el primer semestre de 2024 y la inflación interanual alcanzó el 271,5%. Y según un informe publicado esta semana por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), ya hubo unos 170 mil despidos entre noviembre de 2023 y abril de 2024, sumando el sector privado y los puestos recortados en el Estado por la motosierra de Milei.

También en la Iglesia hay expectativa por el 7 de agosto, en el marco de una preocupación generalizada por la cuestión social. Desde la Conferencia Episcopal Argentina, que preside monseñor Oscar Ojea, identificaron a San Cayetano como una de las celebraciones comunitarias “más importantes”, a la par de la peregrinación Luján, pudo recoger elDiarioAR. Si bien hay una estrecha relación con la UTEP, el rol de la Iglesia será acotada a la peregrinación de sus fieles al santuario de Liniers.

Además es evidente que la relación entre el Gobierno y la Iglesia pasa por un periodo de fuerte enfriamiento, a tal punto que no hay relación de alto nivel entre la pastoral social y la Casa Rosada. Por caso, no hay vínculo con la ministra Sandra Pettovello, aunque sí con la secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. Tampoco hay fluidez con la secretaría de Culto, Francisco Sánchez, que depende de la canciller Diana Mondino. La distancia quedó cristalizada en el Tedeum del 9 de julio, cuando el arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, hizo una fuerte homilía frente al propio Milei. Advirtió que “a muchos les falta el termómetro social de saber lo que viven los argentinos de a pie” y afirmó: “Algo no está bien cuando tenemos dirigentes muy ricos y un pueblo trabajador muy pobre”.

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