Misterio aeronáutico sin resolver. A seis décadas del extravío del TC 48 de FAA, con 68 ocupantes

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02/11/2025 Los Andes (Mendoza) – Nota – Internacionales – Pag. 9

ESPERA ANGUSTIOSA. Muchos familiares de los 68 viajeros del TC 48 de la Fuerza Aérea Argentina, desaparecido en Costa Rica en 1965, han fallecido sin saber el destino de los 54 cadetes y catorce integrantes de la tripulación del DC 54.

Miguel Títiro

“La incertidumbre de no saber qué pasó”. Este es el sentimiento que une a los deudos de las víctimas del avión DC 54 Skymaster matrícula TC 48, perdido en vuelo entre Panamá y El Salvador, en la mañana del 3 de noviembre de 1965. Hace 60 años. Seis décadas y ninguna noticia certera sobre su paradero.

La máquina era un pesado y anticuatro cuatrimotor de la Segunda Guerra Mundial, que llevaba a 54 cadetes de la Promoción 31ª de la Escuela de Aviación Militar de Aviación Militar, de Córdoba, en viaje final de instrucción a Estados Unidos.

En otro avión DC 4, un poco más moderno y mejor equipado, el T 43, viajaba el resto del curso, en general jóvenes de entre 19 y 23 años.

El resto de los ocupantes del TC 48 era su tripulación: el comandante de la aeronave, Renato Humberto Felippa, los dos pilotos, capitanes Miguel Moyano y Esteban José Viberti y otros miembros de la dotación. Además, iban cinco pasajeros, componentes del staff ejecutivo de la delegación. En total 68 personas: 54 cadetes, nueve tripulantes y cinco pasajeros.

Silencio de radio

La historia es conocida. Los Andes la contó en muchas oportunidades. Las dos aeronaves, con pocos minutos de diferencia, partieron de la base Howard de Estados Unidos en Panamá, en dirección al aeropuerto de Ilopango de El Salvador. El punto final de la travesía era la Base Militar de la USAF, en San Francisco, California (EEUU), donde los cadetes de las dos aeronaves realizarían tareas de instrucción. En pocos meses más iban a recibir sus despachos de alféreces aeronáuticos.

A 40 minutos de la partida, el TC 48 reportó fuego en uno de sus cuatro motores, declaró la emergencia y se perdió el contacto. Sesenta años después del incidente, no se sabe qué ocurrió, pese unas cuarenta expediciones, oficiales y privadas, realizadas en procura de su localización. Las primeras, inclusive, contaron con la participación activa de EEUU. Cuando el operativo oficial se clausuró, causó el primer enojo de los familiares con la Fuerza Aérea, quienes demandaban más tiempo de búsqueda. Los operativos de rastreo se hicieron por tierra y en el mar. La superficie líquida (Mar Caribe) fue escenario de rastreos de la Fundación TC 48. Su líder, el argentino Mariano Torres García, contó que el grupo escaneó más de 25.000 hectáreas de plataforma submarina. “Descartamos espacios para localizar la aeronave; queremos seguir”, dijo desde Miami. Su hipótesis: el TC 48 se precipitó a tierra y no hubo sobrevivientes, conclusión sostenida por la Marina de EEUU (US Navy).

Los parientes de las víctimas, en líneas generales, han tenido una relación muy tensa con la Aeronáutica nacional por el olvido que hubo del caso (Ver nota: Una despedida necesaria).

Otra posición crítica la formuló el comodoro Guillermo Alonso Sarquiz (60), excomando de FAA, residente en Madrid, en su libro “TC-48: el viaje final de los cadetes”. Los anteriores impresos sobre el caso fueron “TC-48, el avión de los cadetes”, de Ricardo J. Becerra (ya fallecido), hermano de uno de los jóvenes, y “La desaparición del TC-48, una verdad incómoda” de Víctor Ferrazzano.

Repercusión en Mendoza

El suceso del TC 48 tuvo y tiene repercusión en Mendoza. Cuatro integrantes del pasaje eran mendocinos, tres cadetes y un miembro de la tripulación, el capitán José S. Horta. Los alumnos eran: Enrique Miguel Páez, hijo del experiodista de Los Andes, José Miguel Páez Herrero; Juan José García, ambos de capital, y Juan Domingo Alguacil, de San Rafael. De recuerdo de este último se ocupaba el arquitecto Mariano Alguacil, fallecido en mayo pasado a los 57 años, y quien pertenece la frase con la que comenzamos esta crónica.

También nuestra provincia tuvo el privilegio de despedir a la doble delegación el 31 de octubre de 1965.

Ha sido difundida la foto del entonces presidente Arturo Umberto Illia saludando a la comitiva en la losa de El Plumerillo.

Otra historia hubiera sido si se hubiese aceptado la propuesta de Aerolíneas Argentinas, que ofreció dos de sus máquinas comerciales para hacer el viaje.

¿Por qué no volvió el T 43?

Este caso está lleno de dudas. Una de las más potentes y persistentes es ¿por qué el T 43, que iba unos seis minutos adelante del TC 48, no regresó cuando en su radio se escuchó el pedido de auxilio de la máquina en problemas. Ese retorno, seguramente, habría permitido determinar el lugar del accidente y actuar.

Sobrevinieron décadas de búsqueda, en general impulsada y solventada por los deudos, primero los padres de los alumnos y luego los hijos de la tripulación, hermanos y hasta amigos. Varias mujeres participaron de esas acciones como la ya fallecida Clyde Pereira Zurro, esposa del comandante Mario Nello Zurro; la hija de ambos, Regina Zurro y Cecilia Viberti, descendiente del segundo piloto, quien tenía 9 años cuando despidió a su progenitor.

Las últimas acciones de la Fuerza Aérea se realizaron a través de los operativos Esperanza (2008, 2009, 2010, 2012 y 2013). Se envió en cada expedición a dos especialistas en esta tarea, con el propósito de localizar al cuatrimotor. En una de las misiones, hallaron vestigios de una civilización precolombina.

Modernamente, un tenaz ‘buscador’ en tierra fue el geólogo Wilfredo Rojas, fallecido en 2021, a los 61 años.

En los últimos tiempos, otro hombre de Costa Rica, el rescatista José Campos, ingresó varias veces a la intrincada y salvaje selva de Talamanca tras el rastro del avión, sin éxito.

La Fuerza Aérea contestó escuetamente a una consulta de Los Andes: “En respuesta a su solicitud, le informamos que al momento la institución no tiene nada que difundir oficialmente sobre el caso al que usted hace referencia”.

La Legislatura provincial de Córdoba hará un homenaje mañana. Se descubrirá una placa conmemorativa con los nombres de los 68 argentinos con el propósito de visibilizar “la extraordinaria cruzada cívica de las familias, cuya perseverancia es un ejemplo para la sociedad argentina”.

En Mendoza, el suceso será recordado en la escuela Nº 1-509 “Cadetes de Aeronáutica”, de El Zapallar, Las Heras.

DESPEDIDA. En la base de El Plumerillo, el cadete Enrique Miguel Páez, de 22 años, junto asus padres, Inés Araujo y el periodista José Miguel Páez Herrero, el 31 de octubre de 1965.

FUNDACIÓN TC 48.

ALISTADOS. La delegación de cadetes que viajaba en el TC 48, en la pista de la IV Brigada Aérea; atrás el avión siniestrado. Fuente: Fundación TC 48.

Imagen: infobae
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