Peleas, desorden y renuncias en torno de la flota presidencial

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09/09/2024 Los Andes (Mendoza) – Nota –   – Pag. 8

A 13 días del viaje de Javier Milei a Nueva York para participar de una nueva cumbre de la ONU, la Dirección General de Logística (DGL), a carga de la flota aérea presidencial, es un caos: el jefe de la Casa Militar, Sebastián Ibáñez, delegado de la poderosa secretaría general de la Presidencia, le pidió la renuncia a un vicecomodoro que se había quedado con el área tras la salida de una funcionaria, Florencia Gastaldi, que había sido denunciada en la Justicia.

El vicecomodoro Luciano Moscatello renunció este último viernes a su cargo luego que Ibáñez se apersonara «intempestivamente» en la Base Aérea Militar de Aeroparque (BAMA) dos días antes. «Estuvo 15 minutos: le informó que no seguía más en ese puesto y se fue», contó una fuente oficial consultada.

El jefe militar, con 29 años en la Fuerza Aérea y con buenas referencias entre el personal apostado en la BAMA, se había sorprendido ante el planteo del oficial del Ejército que lo habría relevado de un cargo al cual no había asumido formalmente pero lo ejercía de hecho ante la salida de la citada funcionaria. «Pidió el cambio de función a la jefatura por cuestiones personales», indicaron, a su turno, desde la institución comandada por el brigadier Fernando Mengo.

Ibáñez , que cuenta con el respaldo de Karina e incluso había sido saludado por el Presidente durante la entrega de los sables militares, informó que en breve iba a designar a un nuevo titular de la DGL.

En principio, el vicecomodoro Gastón Trucco seguiría a cargo de la Agrupación Aérea Presidencial, que tiene a su mando a los pilotos. En los pasillos del complejo de Costanera Norte lo recuerdan por haber protagonizado un brusco aterrizaje del Tango 01 en Marruecos, en 2015, que supuestamente hizo sobresaltar a Cristina Kirchner.

La polémica actual, con todo, deja traslucir el malestar entre la Fuerza Aérea y la Secretaría General por el demorado traspaso de la flota área presidencial a dicha fuerza y la desorganización en la que ha quedado la DGL.

En los hechos, tiene a su avión principal, el ARG 01, en tierra porque un frustrado chequeo integral, que fue cancelado sospechosamente en dos ocasiones y cuesta unos US$ 3 millones, le hizo perder su permiso de aeronavegabilidad el 26 de junio.

La pelea de fondo El problema de fondo, aducen fuentes militares y del sector aeronáutico consultadas, es la «confusa» reorganización del área que implementó la Secretaría General en enero pasado dejando a la Casa Militar un cargo de distintas áreas que tienen que ver con la logística presidencial.

En primer término, Ibáñez reviste en el Ejército y por su rol debe convivir con sus pares de la Fuerza Aérea que, según las directrices emanadas de la secretaría general meses atrás, debían hacerse cargo del mantenimiento y operación de la flota de aviones y helicópteros oficiales.

Lo cierto es la desorganización actual obligó al Ejecutivo a contratar chárters privados, lógicamente más costosos. para los últimos viajes de Milei. Según informó el jefe de gabinete, Guillermo Francos, a la Cámara de Diputados, el gasto del vuelo a Francia del 25 de julio ascendió a «$ 25.278.668,66 y 343.600 dólares».

Una visita anterior a Idaho, en EE.UU., también había costado casi US$ 400 millones. El informe de gestión del jefe de gabinete reveló que en los primeros 9 de meses de mandato la agenda exterior del Presidente tuvo un costo de US$ 2.433.340.

Y, tal como está la situación, la Secretaría General deberá volver a «alquilar» vuelos privados hasta fin de año. Fue la propia Karina Milei la que sorpresivamente se comunicó semanas atrás con las autoridades de Flyzar para reservar la matrícula Gulfstream LV-KLH.

Probablemente, el Ejecutivo deberá «chartear» la misma aeronave para el traslado del jefe de Estado a Nueva York: entre el 22 y el 24 de septiembre tiene programada allí una reunión con empresarios, la visita a la Bolsa de esa ciudad norteamericana y el discurso. en el marco de la 79° Asamblea General de las Naciones Unidas.

En el seno del área logística de Presidencia también se espera una incorporación en el directorio de la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea), una de las empresas para la Defensa al que el gobierno busca incorporar capital privado.

Julio Manco, ex titular de la DGL durante el mandato de Mauricio Macri, fue designado hace poco menos de un mes como uno de los tres directores de la firma con sede en Córdoba.

Es socio de Flapper, la primera plataforma de aviación privada bajo demanda de América Latina, y sigue ligado al ex presidente ¿Será uno de funcionarios con los que el presidente del PRO busca reforzar la gestión libertaria? / Clarín

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