Perón: El líder que trascendió su siglo y se proyectó al mundo

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01/07/2025 El Independiente – La Rioja – Nota – Política – Pag. 13

El general Juan Domingo Perón fue el artífice de la revolución social y política más permanente, integral, humanista y progresista en nuestro país. Tres veces electo presidente de la nación transformó la realidad cotidiana de la mayoría nacional, haciendo realidad el progreso, la justicia social y la mejor calidad de vida. Su vigencia es indiscutida en este presente, como lo fue en el siglo pasado, porque trasciende los límites temporales y geográficos. Juan Domingo Perón falleció en ejercicio de la presidencia a los 78 años de edad, el 1° de julio de 1974.

La infancia de Perón transcurrió en la Patagonia. Ingresó en el Colegio Militar en 1911, donde se recibió como el oficial más joven de su promoción. Perón se incorporó a la política nacional a partir de la revolución del 4 de junio de 1943, cuyo objetivo era desterrar la corrupción generalizada y las prácticas fraudulentas.

En uno de los primeros reportajes manifestó a la prensa nacional: “Nuestra revolución tendría poca razón de ser si no pudiéramos cumplir con lo que nos propusimos al ponerla en marcha. Uno de los postulados que sobresale por su importancia de todos los demás: la justicia social”.

En la primera elección presidencial Perón obtuvo el 52,4% de los votos derrotando a la fórmula opositora Tamborini-Mosca que logró el 42,5 de los sufragios. Ganó todas las gobernaciones —que entonces eran 14- con la excepción de Corrientes.

En el Primer Plan Quinquenal (1947-1951) delineó una política nacional, cuyas ideas rectoras eran la mayor presencia del estado en la economía y el progreso de los trabajadores; se incluyó la creación del Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI), de Gas del Estado y de la Flota Mercante; la nacionalización del Banco Central y las empresas de servicios públicos, la telefonía y la provisión de electricidad.

El peronismo fue un gobierno promotor y realizador de ascenso de la mayoría social, no sólo a partir de una nueva redistribución material, sino también por la promoción de la clase obrera y la dignificación del trabajo, en el plano simbólico, cultural y social, como bien lo fundamenta el investigador del peronismo Daniel James.

Se sancionó la Ley de los derechos políticos de las mujeres que las equiparaba a los varones consagrando la igualdad política de hombres y mujeres, que se complementa con la «igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida”.

La reforma constitucional de 1957 tampoco incorporó estas garantías constitucionales, y las madres argentinas permanecieron discriminadas legalmente hasta que se sancionó la ley de Patria Potestad compartida en 1985. La desigualdad de los hijos matrimoniales y extramatrimoniales mantuvo vigencia hasta la sanción, en 1985, de la ley que los equiparaba durante el gobierno de Raúl Alfonsín.

Durante su primera presidencia, la construcción de viviendas y las obras públicas energizan y dinamizan la economía y crean trabajo genuino. Las políticas sobre salud pública y educación fueron pensadas y ejecutadas para llegar a todas las personas. Se creó el Ministerio de Salud Pública, cuyo primer titular fue el célebre sanitarista Ramón Carrillo.

En pocos años nuestro país quedó a la vanguardia de la investigación de la fisión nuclear. Se exportaban heladeras y tornos a los Estados Unidos. Se fabricaban aviones a reacción, asimismo se producían locomotoras de diseño propio. Se construyeron puentes, tanques, automóviles y miles de kilómetros de rutas. Durante el gobierno de Perón se construyó una flota fluvial de última generación, que fue la primera del subcontinente y la cuarta más importante del mundo.

Se inauguró el aeropuerto internacional más grande y más seguro del mundo. Fueron obra del gobierno de Perón la fábrica militar de aviones y los complejos siderúrgicos de Zapla y San Nicolás. Se elaboró tolueno sintético y se contó con una fábrica petroquímica de avanzada. El país produjo todo el aluminio, el carbón, el gas y el petróleo necesario para el autoabastecimiento nacional. Se elaboró un plan nacional modelo de energía atómica y se realizó una planta de energía atómica modelo.

Durante el gobierno peronista se duplicó la renta nacional, que era igual a la mitad de todo el producto bruto sudamericano y la mitad del producto bruto industrial latinoamericano. Se alcanzó un ingreso per cápita que duplica el de España. Se logró el pleno empleo y las más avanzadas leyes sociales de la historia; se instituyó la jubilación, el aguinaldo, las vacaciones pagas, la indemnización.

Se nacionalizó el Banco Central, hasta entonces dominado por capitales privados, los depósitos bancarios y los sistemas de redescuentos. Se nacionalizó el comercio exterior, los servicios públicos de infraestructura y transporte, los ferrocarriles, los teléfonos, el gas, las compañías de electricidad y aerolíneas argentinas y se desplegó un extraordinario plan de obras públicas en todo el territorio nacional.

En 1952 nuestro país se liberó totalmente de deuda externa, por primera vez en la historia nacional. La construcción de ocho mil nuevas escuelas fue la base del diseño de la sociedad más democrática de América Latina en términos de educación, integración, movilidad social y reparto político de los espacios de representación y poder institucional.

El analfabetismo disminuyó del 15% al 3%. El presidente Perón instituyó la gratuidad universitaria. Una medida que cambió para siempre el rumbo del sistema de la educación superior en nuestro país.

Entre las trascendentes creaciones de Perón se destaca el Partido Justicialista, nacido como un movimiento humanista, nacional, popular, de autodeterminación y justicia social, basado en la Doctrina Social de la Iglesia. Desde la “Doctrina Peronista” de 1948 que sintetiza el pensamiento fundacional de Perón desde 1943, a través de sus disertaciones sobre las nuevas concepciones en lo filosófico, político, social, económico y cultural sumando “La Comunidad Organizada”.

El peronismo es la base y cimiento de la representación social y política de la mayoría de la sociedad argentina en este tercer milenio y siglo veintiuno, como lo fue en el pasado. El Justicialismo actualmente constituye la primera minoría de la representación política en el país y tiene la responsabilidad y el compromiso de organizarse, como lo hizo siempre, para representar fiel y virtuosamente a la mayoría social, especialmente a los más desfavorecidos y trabajar para incorporar a todos y todas al bienestar y el progreso nacional.

El filósofo alemán Friedrich Nietzsche afirma que para los seres humanos es imposible recordar el pasado entero, necesariamente hay cuotas que permanecen en el olvido, y que se recuerda sólo algunos fragmentos de la historia. ¿Qué hace que una sociedad retome algunos hechos del pasado y que otros los mantenga alejados de su memoria colectiva? Sin duda, es el acierto de las políticas que promueven y realizan del progreso social la que se conserva en la memoria colectiva de los pueblos y son fuente de inspiración.

En honor a la memoria y al vigente legado del Gral. Juan Domingo Perón, tres veces presidente de los argentinos, trabajamos con compromiso personal, convicción peronista, responsabilidad cívica y pasión humanista, inspirados en la doctrina peronista, para lograr la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria.

Imagen: EFE / UPI/Archivo
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