Piñera enfrenta un nuevo escándalo con el millonario rescate de Latam

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El presidente de Chile tiene vínculos con el principal accionista de la aerolínea de la que fue dueño. Información privilegiada y conflicto de intereses.

El presidente de Chile se vio envuelto en un nuevo conflicto de intereses al proponer el salvataje de Latam debido a su supuesto carácter «estratégico» para la economía trasandina.

Según el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, las actividades de LAN, que luego de la fusión con TAM es chileno-brasileña, tienen un impacto de 6.000 millones de dólares en el PBI chileno y generan unos 200 mil empleos directos e indirectos.

El problema es que, a diferencia de lo propuesto por la oposición, el plan oficial no busca quedarse con una parte del paquete accionario de la empresa tal como hizo Alemania con Lufthansa, sino que se trataría de un rescate sin condicionamientos.

A pesar del pedido de la oposición, el gobierno no plantea quedarse con acciones de la empresa como hizo Alemania con Lufthansa, sino que se trataría de un rescate sin condicionamientos. Piñera fue dueño de la aerolínea y si bien vendió sus acciones al asumir la Presidencia sigue relacionado con la familia Cueto, principal accionista.

El debate cobra otra relevancia al considerar que Piñera supo ser el dueño de la aerolínea y si bien vendió su participación al asumir la presidencia, nunca cortó sus vínculos con la familia Cueto, la principal accionista.

Los escándalos de corrupción acorralan al hombre fuerte del gabinete de Piñera

Los negocios de Piñera con los Cueto datan de muchos años. Se inician durante la dictadura de Pinochet cuando ambos ingresaron a la entonces aerolínea estatal LAN a precio de remate y continúan hasta la actualidad. De hecho, uno de los últimos escándalos fue en 2016 cuando la sociedad Odesa Limitada, propiedad de la familia presidencial, le prestó 37 millones de dólares a los Cueto.

A su vez, el actual mandatario amplió su paquete accionario mientras cumplía las funciones de director en el año 2006, justo antes de que el valor de la empresa pegue un salto exorbitante, hecho por el cual fue multado por la Superintendencia de Valores.

El ministro de Obras Públicas y antiguo compañero de negocios de Piñera.

Piñera, dio orden de compra de 3 millones de acciones, con la financiación de Banco de Chile (Banchile), entidad financiera de la familia Luksic. En su momento, no faltaron medios que aseguraron que Piñera había realizado dicha operación sin desembolsar ni un solo peso. El hombre de confianza de los Lucksic era Francisco Pérez Mackenna, un ‘Piñera boy’, formado en la banca de inversión (Citigroup, a las órdenes del propio Piñera) y amigo de toda la vida de su ministro, Alfredo Moreno Charme, con quien llegó a crear la consultora Bilbao, Moreno y Pérez Asociados.

Alfredo Moreno, conocido como «el empresario de confianza de Piñera», ex presidente de la patronal chilena y otro caso claro de escándalos dentro del Gobierno chileno, entre otras cosas, por su vinculación con el caso Penta.

En 2010, Piñera se desprendió de su paquete de acciones de LAN por 425 millones de dólares. Una antigua aerolínea estatal que junto a la familia Cueto compró a precio de remate a la dictadura de Pinochet.

Posteriormente, allá por 2010, el ahora presidente se desprendió del 26% de la compañía a cambio de 425 millones de dólares para poder participar de su primera carrera electoral exitosa.

Lejos de esos tiempos exitosos, la aerolínea no ha parado de desvalorizarse desde que concretó la conocida fusión con la brasileña TAM. A pesar de convertirse en una de las grandes jugadoras del mundo y sin dudas la principal de la región, desde el 2012 no presenta beneficios en sus balances y acumula una deuda exponencial. Además, el histórico servicio de excelencia de LAN se desplomó y la nueva Latam es famosa por dejar pasajeros varados, no cumplir los horarios y abusar del overbooking.

Ahora, la crisis mundial del coronavirus resultó la estocada final y la firma terminó acogiéndose al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos, que la coloca en situación concursal para afrontar su reestructuración y presentar un plan de viabilidad.

La compañía tuvo que ser suspendida en la Bolsa de Santiago, cuando ya estaba sufriendo el mayor desplome de su historia y amenazaba con comprometer los fondos de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), otra de las grandes ganadoras históricas del modelo chileno.

Las AFP llevan invertidos unos 442 millones de dólares en Latam -en otra polémica decisión que pone bajo sospecha los vínculos de Piñera con esas administradoras- y tienen el 15,3% de su paquete accionario, lo que las deja en una situación de gran vulnerabilidad en el escenario actual.

Fuente: LPO



 

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