Se viene el recambio en la CGT: nuevas caras, el dilema clave frente a Milei y el riesgo de una fractura

clarin.com/Carlos Galván
- La central obrera se encamina a una redefinición estratégica en medio de la ofensiva libertaria.
- Mientras asoman nuevos liderazgos, persiste la puja por el rumbo político: ¿diálogo o confrontación con el Gobierno?
Bajo tensión y en un proceso de final incierto que incluso podría derivar en una traumática fractura, la CGT puso en marcha la organización del congreso en el que se elegirán a sus nuevas autoridades. Aún faltan negociaciones entre los diferentes sectores sindicales, pero en algo hay amplio consenso: la nueva conducción debe mostrar caras nuevas.
Se avecina un inédito proceso de renovación gremial en más de 30 años, aunque los viejos caciques seguirán con poder en las sombras. Al frente de la central, eso sí, se verá a una nueva generación de dirigentes.
Entre lo que falta definir, está la fecha del congreso cegetista. Algunos plantean que debe ser antes de la elección nacional del 26 de octubre, para que el resultado del comicio no contamine la designación de autoridades de la CGT.
Otros apuntan que es mejor elegir a la nueva conducción con el resultado de las legislativas ya cerrado, porque eso permitirá determinar mejor qué perfil debe tener la central.
En la noche de este martes apareció otro argumento: ya no dan los tiempos legales para organizarlo antes de noviembre.
En medio de los tironeos, en un poderoso sector sindical ya manejan una fecha para el congreso de elección de autoridades: el martes 4 de noviembre.
Para llegar ahí, faltan dos pasos previos: antes de fin de este mes debe reunirse el Consejo Directivo de la central obrera para convocar para septiembre al Cómite Central Confederal de la CGT, cuerpo que formalmente debe citar al congreso de elección de autoridades.
Pese a que muchos gremios importantes perdieron miles de puestos de trabajo, el plan es no actualizar sino mantener los padrones de congresales de hace cuatro años. En lo que es un histórico juego, alcanza con que un puñado de gremios se pongan de acuerdo para inclinar la balanza y definir el resultado del congreso.
La mayor cantidad de congresales los tienen los sindicatos de Comercio, UOCRA, UPCN, UATRE, Sanidad, UOM, Gastronómicos y Camioneros. Aunque los más de 140 gremios restantes se unan, no tienen capacidad de mover el amperímetro y de imponerse en el congreso.
De se lote de gremios poderosos, el único que está afuera de la actual mesa chica cegetista es el metalúrgico. Y es el que amenaza con una fractura en caso de que la CGT no adopte un perfil combativo y de confrontación contra la administración libertaria.
En la conducción cegetista tildan a Abel Furlán, jefe de la UOM, de K. Históricamente sospechan que el kirchnerismo busca quedarse con la CGT.
En el sindicato metalúrgico rechazan que Furlán juegue para el kirchnerismo. Puertas adentro del gremio se define como peronista, aunque reivindica -y mucho- las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner.
Para la UOM, el esquema de un triunviro como conducción no va más -dicen que tiene que volver a haber un único secretario general- y tampoco que la CGT se muestre dialoguista con el Gobierno
«¿Vamos a insistir con el diálogo cuando reprimen a los jubilados, te pisan las paritarias, crecen los despidos, se pierde poder adquisitivo, aumenta la deuda externa y amenazan con una reforma laboral? Por favor», plantean en el gremio metalúrgico, donde además insisten que el nuevo perfil de la conducción cegetista debe ser confrontativo.
Ahí hay dos ejes de la discusión que se viene: ¿Cuántos secretarios generales debe tener la CGT y qué posición debe adoptar frente a la administración de Javier Milei.
Para algunos gremios, como Comercio de Armando Cavalieri y la UOM, debe haber un único jefe. Para otros, como la UOCRA de Gerardo Martínez y UPCN de Andrés Rodríguez, debería mantenerse el formato del triunviro porque es el que mejor garantiza la unidad ya que diferentes sectores sindicales están representados en la conducción.
Qué nombres suenan
El nombre que más suena como futuro jefe de la CGT es Jorge Sola, titular del sindicato del Seguro. En reuniones privadas con otros sindicalistas manifestó su voluntad de ser el conductor de la central, lo que provocó algún recelo en algunos porque interpretaron que mostraba «demasiada» ambición.
En el sindicato del Seguro rechazan esa mirada: sostienen que Sola en todo caso lo que muestra es que tiene convicción en cuál es el camino que tiene que tomar la central en esta nueva etapa.
Sola tiene un proyecto para conducir -no liderar, al estilo Saúl Ubaldini o José Ignacio Rucci- la central obrera peronista. Plantea a sus interlocutores que la CGT debe adoptar otro discurso, una nueva dialéctica, entender los cambios en la sociedad, accionando y no simplemente reaccionando contra determinadas políticas.
A sus interlocutores sindicales les repite que para él debe haber un único secretario general, con lo que está en contra de un triunvirato. Aunque podría revisar esa postura.
- Cristian Jerónimo, titular del sindicato del Vidrio y de vínculo cercado con Gerardo Martínez, de la UOCRA. En el sindicalismo K lo etiquetan como el candidato de un poderoso grupo empresario.
- Maia Volcovinsky, de 44 años y dirigente de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, el gremio que conduce Julio Piumato.
- Oscar Rojas, jefe del sindicato de Obreros de Maestranza; juega en el sector de Luis Barrionuevo.
- Marina Jaureguiberry, del sindicato de Docentes de Escuelas Privadas.
- Daniel Vila, del sindicato de Carga y Descarga, también con terminal en Barrionuevo.



