Aigle Azur, la segunda aerolínea francesa, anunció ayer la suspensión de pagos, mientras busca un comprador, tras años perdiendo millones de euros. El anuncio tiene lugar tras una semana en la que los principales accionistas se han acusado mutuamente de mala gestión. El máximo ejecutivo, Frantz Yvelin fue despedido después de que los accionistas se rebelaran.
Aigle Azur disponía ayer de nueve aviones, siete del tipo A320 y dos A330, de largo recorrido. Aigle Azur tiene más de la mitad de sus operaciones con Argelia. El año pasado transportó 1,9 millones de pasajeros, con una facturación de unos 300 millones de euros.
Hace unos días vendió toda su operación en Portugal a Vueling, por un importe no publicado. Sin embargo, obviamente este dinero no bastó para resolver un problema estructural grave.
“Aigle Azur está en suspensión de pagos después de varios años de gestión caótica debido a varias decisiones estratégicas inadecuadas. Por eso pide protección judicial”, dijeron los empleados tras una reunión con la dirección. La aerolínea podrá seguir volando provisionalmente.
Los jueces es muy probable que mantengan la compañía operativa hasta el 15 de septiembre, en espera de un inversor. La suspensión de pagos fue presentada en un tribunal de Evry, en la periferia de París. La aerolínea tiene 1150 empleados, de los que 350 están en Argelia.
El mayor accionista es el grupo chino HNA, que tiene el 49 por ciento del capital. David Neeleman, el empresario que fundó JetBlue y que tiene una cuota en Tap, es propietario del 32 por ciento.
Los trabajadores esperaban la aparición de un inversor que salve a la compañía.
Aigle Azur es la primera gran caída de una aerolínea en esta temporada. Los meses que vienen, realmente dificultosos en un mercado muy competido, pueden suponer una verdadera hemorragia de puestos de empleo.
www.preferente.com