Trece años después juzgarán a Airbus y Air France por el accidente que dejó 228 muertos
10/02/2022 Perfil.com – Nota
El vuelo tenía previsto aterrizar en París con 216 pasajeros y 12 miembros de la tripulación pero debido a un fallo técnico se estrelló en el Atlántico en 2009.
Trece años después del trágico accidente del vuelo entre Rio de Janeiro y París que se cobró la vida de 228 personas, las empresas Airbus y Air France serán juzgadas por «homicidio involuntario» a partir del próximo 10 de octubre en la capital francesa.
En el proceso judicial se intenta dirimir la responsabilidad de Airbus, fabricante del A330 que el 1 de junio de 2009 se estrelló en las aguas del océano Atlántico después de haber despegado de la popular ciudad brasileña en dirección a Francia. Los pilotos del vuelo AF447 no pudieron detectar la entrada en pérdida (stall) y su caída fuera de control.
También se busca determinar el cargo de Air France, propietaria del avión y gestor del vuelo que tenía previsto su aterrizaje con 216 pasajeros y 12 miembros de la tripulación, los cuales fallecieron.
Los restos del aparato y las cajas negras fueron encontradas en 2011, a casi 4.000 metros de profundidad.
Sobreseimiento y reapertura del caso
Ocho años después, tras diez años de proceso, la justicia había decidido que el caso por la responsabilidad indirecta contra la aerolínea y el fabricante fueran sobreseídos.
Sin embargo, la resolución fue anulada en mayo de 2021 tras la indignación del sindicato de pilotos y los familiares de las víctimas. El Tribunal de Apelación de París reabrió el caso tras considerar que la aerolínea «no aplicó la formación adecuada» y no brindó la «información necesaria» ante el fallo técnico encontrado.
Las conclusiones de la investigación arrojarán luz sobre si en esos errores hay implicación de las compañías, lo que tendrá influencia en las indemnizaciones de los familiares.
La causa de la tragedia
Se barajaron diferentes hipótesis y hubo misterio durante un tiempo, hasta que las cajas negras que fueron halladas. A partir de allí se indicó que Airbus no habría tenido en consideración los posibles fallos en los sensores de velocidad.
Los sensores se congelaron y, de esta manera, enviaron información errónea a los pilotos sobre la velocidad real de la aeronave. Sumado a las malas condiciones climáticas, los pilotos aceleraron de forma excesiva hasta que el avión se ubicó en una posición tan vertical que perdió la sustentación.