Una oportunidad anhelada: F-16 Fighting Falcon para la Fuerza Aérea Argentina

336
0
Compartir:
Por  Mariano Gonzalez Lacroix – Zona Miliatar
 9 septiembre, 2023

En el complicado tablero de ajedrez del ámbito de la Defensa en Argentina, se ha suscitado una novedad de importante impacto: la autorización por parte del Gobierno de Estados Unidos para la transferencia de 38 cazas F-16 Fighting Falcon a la Fuerza Aérea Argentina. Este movimiento, largamente esperado y esquivo durante años, podría marcar un hito crucial en la defensa del país.

La necesidad de reemplazar el sistema Mirage III, que una vez cumplió el rol de interceptor de manera magistral, ha sido evidente durante mucho tiempo. Sin embargo, durante los últimos años, Argentina se encontró en una danza de oportunidades perdidas, donde propuestas como el Kfir israelí, dejado a la firma antes de que la primera gestión de Rossi dejara el Ministerio, el Mirage F1 español mirado con desconfianzael M-2000 con anuencia francesael FA-50 que estuvo muy cerca de ser el elegidoel MiG-35, sistema muy ponderado en comunicadores de redes sociales pero que siempre fue dejado de lado, quedaron en el olvido. Aunque estas ofertas podían haber sido adecuadas en algunos casos la burocracia y la indecisión parecían prevalecer en la toma de decisiones. El peso queda actualmente entre el FC-1, con el mote de “línea roja”, en el HAL Tejas que tiene mucho para madurar o en el F-16, de predilección desde hace añares dentro y fuera del ámbito de defensa.

Un aspecto que no puede pasarse por alto es la falta de una visión estratégica coherente en la gestión actual de la Fuerza Aérea Argentina. La prioridad se ha centrado en la adquisición de material de segunda mano para misiones secundarias, entre la adquisición de material de segunda mano enfocado puntualmente al transporte, dejando al día de hoy promesas de recuperar la aviación de caza. Se ha relegado la capacidad de combate aéreo frente a necesidades mas enfocadas en aeronaves con “mayor visibilidad”, mientras hubo momentos de coqueteo con la Republica Popular China por avanzar con el sistema FC-1 Xiaolong. Esto se viene manifestando desde las primeras declaraciones del actual jefe de la fuerza apenas asumido, el cual siempre ha fomentado un constante ida y vuelta con la cuestión de la adquisición de cazas y se ha pronunciado en varias oportunidades sobre lo “completo” que es el paquete chino para la Argentina.

Sin embargo, el potencial de los F-16 Fighting Falcon no debe subestimarse. Esta propuesta ofrece una solución económica y flexible que sobrepasa el concepto de las tres B (bueno, bonito, barato). El sistema, con un horizonte de vida de varias décadas y con la posibilidad seguir amplificando sus capacidades, brinda una respuesta solida para que la Fuerza Aérea Argentina finalmente incorpore una capacidad que nunca debió perder. Además, se sabe que la inclusión de varios ítems de armamento dan una respuesta a ciertos puntos del requerimiento que dejarían a la fuerza con capacidades muy importantes en comparación a la región. De esto hablaremos en la semana en Zona Militar.

La aceptación de esta oferta también tiene implicaciones geopolíticas notables. Al materializar un puente con EE.UU. (usual en materia aeronáutica en el pais), Argentina puede alejarse de las líneas rojas propuestas por este último país en cuestiones de geopolítica, al tiempo que puede continuar trabajando relaciones en otros aspectos con China. La propuesta china del FC-1 fue tomada muy seriamente por EE.UU., que busca evitar que China tenga un papel en la región en materia de defensa, y para esto trata de volver a tender puentes con la Argentina luego de muchos años de una practica ausencia.

La trascendencia de esta decisión radica en la oportunidad de cambiar el rumbo de una gestión que hasta ahora ha carecido de decisiones significativas en materia de defensa. La adquisición de los F-16 Fighting Falcon podría ser un punto de inflexión en la política de defensa argentina, siempre y cuando se tomen las medidas adecuadas para su implementación. A su vez, este sistema de armas cuenta en la actualidad con un apoyo explicito o implícito de los 3 grandes grupos que pujan por sentarse en el sillón presidencial luego de las elecciones.

No obstante, no podemos pasar por alto el historial de oportunidades perdidas en el pasado. Como ha sucedido con otras propuestas, existe el riesgo de que esta oportunidad también quede en la nada, dejando a la Fuerza Aérea Argentina con un horizonte mucho más complicado en términos de sistemas y capacidades de combate. La inercia y la falta de una visión a largo plazo podrían, una vez más, obstaculizar el avance hacia una defensa más sólida y eficaz y que finalmente comience a pensar en capacidades primarias.

En definitiva la autorización para la transferencia de los cazas F-16 Fighting Falcon a la Fuerza Aérea Argentina representa una oportunidad que no puede ser desaprovechada. Sin embargo, es necesario un enfoque estratégico claro y un compromiso decidido para que esta adquisición se traduzca en un fortalecimiento real de la defensa del país.
Compartir: