KLM y Air France suben tarifas y Lufthansa les sigue
POR EL ENCARECIMIENTO DEL COMBUSTIBLE
La alemana y sus filiales estaban ofreciendo unos precios extremadamente competitivos en relación a Air France e IAG
Los recargos son variables, dependiendo de la duración del viaje. Por ejemplo, un Holanda Nueva York tendrá un incremento de 40 euros que se convertirán en 100 si el viajero va en clase business.
El coste del combustible puede suponer normalmente alrededor del 35 por ciento del precio final del billete o, si se prefiere, de los costes totales de la compañía. Es el concepto más variable de todos porque, tal como se ha visto estos días, su precio no sólo es errático sino que tampoco se pueden predecir las magnitudes de las variaciones.
Aunque el incremento del combustible va a suponer una variación de los precios finales, será absolutamente diferente el impacto en las cuentas de las compañías, dependiendo de si tienen o no asegurado el precio del combustible. Si no lo tienen, ese aumento de ingresos servirá para evitar pérdidas; si lo tienen, servirá para aumentar beneficios o añadir margen competitivo.
En los últimos meses, Lufthansa y sus filiales estaban ofreciendo unos precios extremadamente competitivos en relación a sus rivales, a veces de la mitad que Air France o las del grupo IAG.