Las huelgas en Francia, una sangría para las aerolíneas

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UNOS 730.000 PASAJEROS SE VIERON AFECTADOS

IATA cifra en 4.500 los vuelos que fueron cancelados durante el periodo de huelga, con otros innumerable retrasos

“Docenas de aviones al día se vieron obligados a evitar el espacio aéreo francés, prolongando innecesariamente la duración de los vuelos”

Actualizado 14 abril, 2023
R. P.
El sector aéreo hace balance del terrible efecto que han tenido las huelgas en Francia en contra de las medidas del gobierno de Emmanuel Macron. Los paros estaban previstos del 6 al 10 de marzo, pero se extendieron durante todo el mes, y los primeros días del mes de abril, afectando notablemente al tráfico aéreo de la región. (Martes y miércoles, otro paro aéreo en Francia)

IATA cifra en 4.500 los vuelos que fueron cancelados durante el periodo de vigencia de la huelga, a lo que hay que sumar miles y miles de salidas que fueron retrasadas o suspendidas. Así, fueron unos 730.000 pasajeros se vieron afectados por este conflicto, siendo Charles de Gaulle, Orly, Beauvais, Burdeos, Lille, Lyon, Nantes, Marsella, Montpelier, Niza y Toulouse, los aeropuertos más afectados.

 

Para que se hagan una idea, en marzo, sólo el 55% de los vuelos operados salieron en hora. El día negro fue el 10 de marzo, cuando sólo 1/3 de los trayectos en Charles de Gaulle y Orly fueron puntuales. El retraso total en los dos aeropuertos ascendió a casi 57.000 minutos (unas 950 horas), más del doble que la semana anterior. El pico de demora se observó el día 31 con un total de 61.000 minutos (más de 1.000 horas).

En este sentido, Eurocontrol estima que el coste operativo por minuto de retraso puede valorarse en 147 euros para los aquellos de más de 30 minutos, y en 40 euros para los más cortos (hasta 30 minutos). Esto implicaría que el coste del retraso el 10 de marzo se sitúa entre 2,3 y 8,4 millones de euros, y entre 2,4 y 9 millones de euros el 31 de marzo.

Además de estas cancelaciones masivas y retrasos, IATA informa de que “docenas de aviones al día se vieron obligados a evitar el espacio aéreo francés, prolongando innecesariamente la duración de los vuelos, causando molestias a los clientes y aumentando el consumo de combustible”. Todo ello supone también un sobrecoste.

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