La necesidad de nuevos aviones de reabastecimiento: el interrogante en las negociaciones por F-16 para la Fuerza Aérea Argentina

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Por  Juan José Roldán  – 4 febrero, 2024
Zona-militar.com

La posible compra de los cazas F-16 para la Fuerza Aérea Argentina genera expectativa y ansiedad en diversos sectores que se vienen haciendo eco de los avances para culminar una novela que lleva casi diez años de desarrollo. Cada nuevo detalle que surge sobre los aviones de combate daneses, intercedidos y autorizados al país por los Estados Unidos, genera tanto opiniones a favor como en contra.

Sin embargo, a la par de que se presupone sobre su armamento, como de las obras de infraestructura a realizar en las unidades aéreas que los recibirán, algunas cuestiones no están recibiendo el mismo grado de atención. Más precisamente, la cuestión relacionada con la adquisición de aeronaves de reabastecimiento en vuelo que den complemento y fortalezcan las capacidades de los Fighting Falcon.

No se precisa poseer profundos conocimientos para saber que, al día de la fecha, la Fuerza Aérea Argentina concentra sus capacidades de reabastecimiento en vuelo en dos aeronaves KC-130H Hércules, los cuales fueron debidamente modernizados por la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (FAdeA). Sin embargo, como el lector apreciará, en caso de concretarse la compra de los F-16 de la Real Fuerza Aérea de Dinamarca, las chanchas carecen del sistema de reabastecimiento adecuado para poder extender el rango operativo de estos aviones de combate, como su permanencia en un área de operaciones, ya que están dotadas con el sistema comúnmente denominado como sonda-cesta.

Los F-16, como la gran materia de aeronaves actualmente en servicio con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, como también aliados, pueden ser reabastecidos con aviones que posean el sistema denominado como de pértiga, el cual, si bien de un costo más elevado y complejo de utilizar, posee ventajas operativas como la transferencia de mayores volúmenes de combustible, recudiendo la vulnerabilidad de las aeronaves involucradas en la maniobra al reducir el tiempo que esta consume.

De tal modo, sin entrar en mayores detalles a las actuales negociaciones, donde se oyen rumores de todo tipo en su mayoría infundados, una cuestión no esta recibiendo, en el humilde entender de quién escribe estas líneas, la atención necesaria. Al día de la fecha, no se han tenido mayores novedades sobre la posibilidad o avance en las gestiones para la adquisición en el mediano plazo de aviones de reabastecimiento para los posibles F-16 de la Fuerza Aérea Argentina. Más precisamente, por aeronave Boeing KC-135 ex USAF, que permitan dotar a los Fighting Falcon del mencionado aumento de rango operativo y permanencia en un área de operaciones, por ejemplo, en misiones de cobertura aérea.

Al presente, el Boeing KC-135 Stratotanker se constituye como el principal medio de reabastecimiento en vuelo empleado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. A nivel regional la Fuerza Aérea de Chile es el unico operador de esta clase de aeronaves para brindar apoyo a su flota de F-16 Block 50 y MLU ex Países Bajos. De cara al futuro, desde la USAF ya han proyectado su reemplazo con la incorporación de los nuevos Boeing KC-46A Pegasus, lo que abre el abanico de posibilidades para disponer tanto de unidades dadas de baja con potencial de horas de vuelo, como una amplia disponibilidad de componentes y repuestos para asegurar su sostenimiento.

Si bien el foco de las actuales gestiones entre el Ministerio de Defensa y al Fuerza Aérea se posan en concretar de una vez, y por todas, la compra de los F-16, la negociación en paralelo para la adquisición reabastecedores compatibles se posiciona como una prioridad en el mediado plazo, si desea que los Fighting Falcon sean un sistema de armas en todo regla con capacidades disuasivas, comprendidas en la conjunción de armamento, formación y entrenamiento de pilotos, apoyo en tierra y medios aéreos complementarios.A su vez, otra posibilidad presente en el mercado es la conversión de los Airbus A330 al estándar MRTT (Multi Role Tanker Transport), el cual puede ser configurado con ambos sistemas de reabastecimiento mencionados. Una aeronave de este porte también permitiría a la Fuerza Aérea Argentina incorporar una verdadera capacidad de transporte estratégico, emulando a lo realizado por la Fuerza Aérea Brasilera (FAB). Sin embargo, en la acuciante situación económica y financiera que atraviesa la Argentina, esta posibilidad es meramente una expresión de deseos de quien les escribe con algún tipo de licencias utópicas.

Sin importar que se elija, la necesidad de contar con una nueva plataforma de reabastecimiento en vuelo para un nuevo sistema de armas como el F-16 estará seguramente en carpeta para los mandos de la Fuerza Aérea Argentina, los cuales comprenden que esta capacidad expandirá el rango operativo de las aeronaves a incorporar y su capacidad de llegar más lejos incrementando las posibilidades de disuasión del instrumento militar argentino. Ojalá que la poca atención que esta recibiendo esta cuestión sea en vista de mantener en reserva cualquier tipo de avances en la materia, y no de la imprevisión de quienes llevan adelante las negociaciones.

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