Un portaaviones nuclear de EE.UU. en el sur
28/05/2024 Página 12 – Nota – El País – Pag. 8
Ejercicios conjuntos y señales de alineamiento geopolítico
Argentina inició esta semana un nuevo intercambio con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. En el marco del programa Gringo- Gaucho II, embarcaciones norteamericanas participarán de ejercicios de adiestramientos para naves locales.
Todas las miradas están puestas en uno de portaaviones nucleares más imponentes de Estados Unidos, el USS George Washington, con una dotación de 5.400 marinos y que, por su gran tamaño, de casi tres cuadras de largo, no podrá amarrar en ningún puerto nacional.
El buque, de más de 300 metros de ancho y de largo, uno de los once portaaviones nucleares con los que cuenta Estados Unidos, permanecerá en aguas argentinas, escoltado por el USS Porter y el buque logístico USNS John Lenthall. Su presencia es otro mensaje político acerca del giro en los alinea mientos del gobierno argentino.
Aunque se trata de un ejercicio programado desde el año pasado y autorizado por el Congreso, ocurre poco después de la promesa en Ushuaia del Presidente Javier Milei de crear una base militar conjunta en la estratégica zona sur del país y del viaje relámpago que el presidente en persona decidió hacerle a la jefa del Comando Sur durante su visita al país.
El programa de ejercicios Gringo- Gaucho II se realizará el jueves 30 y viernes 31 de mayo, a la altura de Mar del Plata, con barcos, helicópteros y aviones de la Armada Argentina. En lo que se prevé como un despliegue impactante, el objetivo apunta a fortalecer el in- tercambio entre las armadas. Se esperaba la visita del propio Presidente durante los ejercicios sin embargo, es posible que no participe porque para entonces aún estará de gira en Estados Unidos y El Salvador. Como parte del protocolo, el último día del entrenamiento habrá un acto protocolar en la Base Naval de Mar del Plata al que asistirá el Ministro de Defensa, Luis Petri, quien estaría acompañado de la titular de Seguridad, Patricia Bullrich.
Desde la Armada estadounidense destacaron que es la primera vez que oficiales internacionales se unen a la tripulación de un buque estadounidense a tal escala fuera del ámbito de la OTAN. Ocurre en el marco del fortalecimiento de las relaciones militares con América Latina para promover «asociaciones marítimas multinacionales» y desarrollar «líderes a través de la experiencia de primera mano».