La Argentina del Topo, día 1: Javier Milei se lanza al desguace del Estado
28/06/2024 LetraP.com.ar (PBA) – Nota
Tras la sanción definitiva de la ley ómnibus en la Cámara de Diputados , Javier Milei –triunfal– podrá poner en marcha este viernes mismola segunda y más radical fase de su gobierno, que supondrá, por un lado, la institucionalización de un ajuste impulsado hasta ahora con electrodomésticos rústicos y, por el otro, una fijación amplia de medidas desregulatorias impuestas inicialmente con decisiones sin mayor base jurídica.
El modelo, por fin, se desligará de su sesgo más precario y comenzará a desplegar sus alas multicolores. Como dijo el propio Presidente hace tres semanas en una entrevista: se pondrá en acción como un topo decidido a «destruir el Estado desde adentro» .
¿Qué es mucho y qué es poco cuando se trata de un proyecto como el de Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos ? Si se tomara en cuenta su redacción inicial, hundida en la cámara baja, cabría hablar de una ley final en tamaño XXS. Sin embargo, cuando se analiza lo que quedó efectivamente, surge que basta para poner en marcha un modelo a la altura de la grandilocuencia presidencial: el del mayor ajuste de la historia.
¿En el nombre de Alberdi?
El nombre de la ley que marcará el kilómetro cero del proyecto paleolibertario pretende evocar la impronta alberdiana. Pese a eso, el propio rótulo desnuda su condición de reverso del proyecto del autor de las Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina : no se trata de organizar un Estado, sino de desmontarlo.
Aunque ha sido reducido, el nuevo texto legal es muy abarcativo. Declaración de emergencia pública y delegación de facultades del Congreso al Ejecutivo; privatizaciones; poderes desregulatorios amplios; nuevas normas para remover a empleados públicos; declaración de la «participación activa en bloqueos o tomas de establecimientos» como causa justa de despido y un cuestionable régimen de promoción de grandes inversiones son los rasgos más destacados de sus 238 artículos.
Junto a las Bases, Diputados aprobó una reforma tributaria que volverá a gravar a la clase media trabajadora –las 800.000 personas que pagarán otra vez Ganancias por tener salarios brutos superiores a 1,8 millón de pesos – y beneficiará a los más ricos a través de una dilución de Bienes Personales. Algunos análisis señalan, no sin razones, que ir por parte de los ingresos de la llamada «cuarta categoría» es una medida progresiva, pero ¿puede sostenerse eso cuando se mira la imagen completa?
La reforma impositiva tiene dos costados relevantes para la interpretación. Uno, carne de judicialización , que Diputados insistió con los cambios en Ganancias y Bienes Personales –esto último, base de un blanqueo de capitales– a pesar del voto en contra del Senado, lo que genera la anomalía de que surja parte de una ley con la sanción de sólo la mitad del Congreso; dos, que realmente no puede afirmarse que Milei hace cirugía al tuntún, sino todo lo contrario: su esquema se basa en la idea de que la inequidad en la distribución del ingreso es algo positivo y que debe ser fomentada.
El proyecto original –frustrado– facultaba al mandatario a gobernar por decreto en 11 áreas –prácticamente, todas las imaginables–, lo que constituía una vulneración flagreante de la división de poderes. En la ley que acaba de sancionarse, quedaron en pie «sólo» cuatro materias: administrativa , económica , financiera y energética . Igual es un montón.
Las delegaciones legislativas, que regirán por un largo año, son producto de una declaración de «emergencia pública». Sus finalidades dan vértigo: «Mejorar el funcionamiento del Estado para lograr una gestión pública transparente, ágil, eficiente, eficaz y de calidad en la atención del bien común»; «reducir el sobredimensionamiento de la estructura estatal a fin de disminuir el déficit, transparentar el gasto y equilibrar las cuentas públicas» y «asegurar el efectivo control interno de la administración pública nacional con el objeto de garantizar la transparencia en la administración de las finanzas públicas».
Esto hace coincidir a los especialistas en derecho administrativo que respaldan y que recelan del líder anarcocapitalista: lo que puede hacerse con esas facultades es mucho, un verdadero desarme del Estado tal como se lo conoce.
Un trabajo para Javier Milei
Parte de los actores del sistema político piensan que pueden valerse de Milei para que, inmolándose, el Presidente haga el trabajo sucio de rebanar el gasto público de más de 40% del PBI al 25% que propone para su Pacto… ¿de julio? Así, especulan con que esa desarticulación permita luego, en otro momento del país, recoger los pedazos y reorganizar una estructura más chica, pero con sentido. Esto, que explica algunas colusiones a priori inentendibles, es controvertido:los cálculos políticos se hacen evanescentes cuando la bola de demolición pega una y otra vez sobre el cuerpo social.
Desde este viernes mismo, desde el lunes o –en cualquier caso– muy pronto, la Argentina se sorprenderá con un festival de decretos presidenciales que, en virtud de esa delegación de facultades, le permitirá al Gobierno lanzar una andanada de cierres, disoluciones, reestructuraciones y fusiones de organismos de la administración central o descentralizada; modificar o eliminar sus competencias y muchos términos más que son sinónimos de uno y solo uno: desguace.
¿Habrá sido la espera de esta sanción, además de las internas palaciegas, lo que demoró el desembarco de Federico Sturzenegger en el gabinete , según confirmó el jefe Estado, con rango de ministro? Ahora sí, con estas herramientas que, gentilmente, la oposición con alma de oficialismo le dio a La Libertad Avanza (LLA), la cartera de Terminator cobra sentido.
Milei habla y exagera tanto que muchos de sus dichos no son tomados debidamente en cuenta. Él ha afirmado que se proponía llevar a cabo una reforma del Estado más ambiciosa que la de su admirado Carlos Menem. Pues bien, con la ley Bases ya no deberá limitarse a dar de baja contratos vencidos en la administración pública, sino que podrá recrear, con Sturzenegger, lo realizado por Pablo Rojo en los años 90 al frente del Comité Ejecutivo de Contralor de la Reforma Administrativa (CECRAM): «festejar» los cumpleaños de los trabajadores del Estado con notificaciones de intimación para jubilarse, pasar a disponibilidad a empleados cuyas dependencias reciban el impacto de las facultades delegadas y, finalmente, despedir gente a gran escala.
He allí uno de los motores de la institucionalización del ajuste que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el mercado le han pedido con tanta insistencia al Gobierno.
Privatizar o liquidar
Si un ítem sufrió recortes entre el primer proyecto ómnibus y el XXS, ese fue –además del de las emergencias– el de las privatizaciones .
Las empresas sujetas a enajenación son Energía Argentina SA (ex-Enarsa) e Intercargo, que podrán ser privatizadas al 100%; AySA, Nucleoeléctrica y Yacimientos Carboníferos Río Turbio, que podrían convertirse en empresas de capital mixto con mayoría estatal, y Corredores Viales, Belgrano Cargas y Logística y Sociedad Operadora Ferroviaria (SOFSE) como compañías que podrían ser dadas en concesión.
Quedaron afuera, en cambio, tres que Milei tenía entre sus prioridades liquidar: Aerolíneas Argentinas, Correo y Televisión Argentina (RTA). El Gobierno ya avisa que hará nuevos intentos en el Congreso para sacarse de encima esos entes, pero, mientras eso vaya generando polémicas espasmódicas, podrá usar la otra herramienta que el Congreso le otorgó: justamente el de los superpoderes administrativos. Con ellos, reducir su personal, modificar sus funciones y alterarlas de mil modos podrían ser formas de someterlas al ajuste recargado que viene.
Tal vez «no la vieron» o tal vez sí, pero prefirieron jugar al distraído: muchos de quienes acaban de votar las Bases acaso mañana mismo comiencen a quejarse por el probable destino de vaciamiento de esas sociedades sensibles para el funcionamiento de las economías de muchas provincias.
La pesada hipoteca del RIGI
Letra P ya analizó el abusivo Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), que ofrece por 30 años reducciones impositivas drásticas, omite cualquier obligación real de las compañías beneficiadas de liquidar sus exportaciones en el país y que, pese al empeño sobreactuado de Martín Lousteau en el Senado , tampoco asegura gran cosa en términos de desarrollo de cadenas de proveedores locales de insumos y servicios.
Será una hipoteca a larg plazo , capaz de neutralizar –si realmente se sostiene– los efectos benéficos de los que tal vez sean los últimos trenes del país hacia un proyecto de desarrollo: la minería y, fundamentalmente, el gas de Vaca Muerta.
Claudio Caprarulo , director ejecutivo de la consultora Analytica , señaló en diálogo con Letra P que el RIGI «es una de las señales más relevantes de la ley Bases al mercado» porque les brinda a las empresas que se acojan a él con inversiones superiores a los 200 millones de dólares «la garantía de disponer de sus utilidades sin cepos cambiarios».
Esta definición suscita interrogantes. ¿Está en condiciones la Argentina de asegurar a esos capitales un mercado cambiario sin restricciones, sobre todo cuando con el propio RIGI renuncia a convertir sus recursos naturales en la llave para terminar con sus estrecheces de divisas? ¿Qué pasaría con el RIGI, que resigna la competencia de la Justicia local para dirimir pleitos, si el país se vaciara otra vez de divisas en algún momento de las próximas tres décadas?
Caprarulo enfatizó otro rasgo clave del RIGI. «La señal que da y de la que hablo es de corto plazo , dada por la necesidad urgente del Gobierno de que ingresen inversiones en dólares para salir del cepo». No es casual que esto ocurra justo cuando el inicio del segundo semestre de la gestión paleolibertaria marca los límites del modelo macro . Probablemente el mercado financiero imponga una dimensión temporal y cuantitativa breve a la espuma que se verá en lo inmediato por la aprobación de las Bases.
«El debate sobre el RIGI no terminó de profundizar debidamente en qué sectores conviene dar incentivos a la inversión y cómo hacerlo sin generar consecuencias negativas para la producción local», completó Caprarulo.
El extraño caso del doctor Rodrigo De Loredo
Rodrigo de Loredo pasará a la historia –una pequeña, pero historia al fin– como el emblema de un opoficialismo difícil de entender por las buenas razones.
Eso acaso no sea justo porque han sido muchas las voluntades que, como el tero, gritaron en un lugar pero terminaron poniendo en otro los huevos de la Argentina que viene. Sin embargo, es en virtud de esa condición emblemática que el referente radical es abordado en este artículo.
Embed – Diputado De Loredo, Rodrigo – UCR – Sesión 27-06-2024 – PL
El jefe del bloque de la UCR en Diputados volvió a causar hilaridad al confesar que ha «fingido demencia» para ignorar «los agravios presidenciales» y al explicar, por caso, que le parecía mal la reducción de las alícuotas de Bienes Personales en beneficio del 5% más rico de la sociedad, cuyos patrimonios son superiores al millón de dólares, pero que la votaría igual para cumplir con los argentinos que eligieron a un gobierno… que no es el suyo. ¿Para qué lo habrán votado a él?
Lo del cordobés ya excede el debate sobre si sus posturas son contrarias o no al legado histórico del radicalismo. Es más, hay que reconocerle que ese zigzag le permite mantener unida a una amplia mayoría del bloque, algo de lo que, en la cámara vecina, no puede ufanarse el propio presidente del partido, Lousteau. Lo que emerge, en el fondo, esla duda sobre si la Unión Cívica Radical agotó cualquier atisbo de rol histórico.
El rescate de una de sus almas, la progresista–alfonsinista, ausente hoy en el panorama político, podría ser la base de un renacimiento del radicalismo, pero el problema de esa agrupación es que su electorado se ha corrido en masa hacia la derecha. Así, de modo ilustrativo, se explica que De Loredo sea más sensible a los insultos de Milei que a los que pueda hacerle su propia base, toda vez que él quiere ser gobernador de su provincia y en ella el ultraderechista sacó el 75% de los votos.
La ambigüedad se le puede entender al diputado, pero habrá que ver si los cordobeses aceptan algún día darse un gobernador políticamente esquizofrénico.
«Amo, amo ser el topo dentro del Estado. Soy el que destruye el Estado desde adentro. Es como estar infiltrado en las filas enemigas. La reforma del Estado la tiene que hacer alguien que odie el Estado, y yo odio tanto al Estado que estoy dispuesto a soportar todo este tipo de calumnias, injurias, mentiras, tanto sobre mi persona como sobre mis seres más queridos, que son mi hermana y mis perros… y mis padres, con tal de destruir al Estado», le dijo Milei a la periodista Bari Weiss en la entrevista citada al inicio de esta nota.
Para lograrlo, las Bases vienen con un capítulo de criminalización de la protesta.
¿Podrá El Topo salirse con la suya?
Imagen: letrap.com.ar