Sin IMPSA el Ejército se queda sin blindados, la CNEA sin el CAREM, y Argentina fuera del mercado global de turbinas hidráulicas

73
0
Compartir:

La empresa Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA) está en camino a ser una de las primeras privatizaciones que encara el gobierno de Javier Milei en su primer año de gestión, configurándose la compañía estadounidense ARC Energy como la principal interesada en adquirirla tras la firma de una carta de intención; su estatización había ocurrido en el año 2021. En medio de un pedido de postergación por parte de dicha compañía para presentar su oferta de capitalización, surgen dudas en el sector de la defensa respecto de la continuidad del Programa de modernización de los tanques TAM 2C-A2 del Ejército Argentino, considerando que a día de hoy el poder político no ha aclarado si la propuesta de privatización deberá incluir un plan de continuación de éste.

Cabe recordar que la empresa estatal, con una participación del 63,7% del gobierno nacional y 21,2% del gobierno provincial mendocino, a día de hoy lleva a cabo buena parte de los trabajos metalmecánicos necesarios para cumplir con el nuevo estándar TAM 2C-A2; del cuál cinco unidades fueron presentadas recientemente en el Batallón de Arsenales 602 del Ejército Argentino. Algunos ejemplos de la relevancia de la participación de IMPSA en este dilatado programa se hallan en la firma del acuerdo durante noviembre de 2023 para la fabricación de los faldones laterales del tanque, como así también, para llevar a cabo los trabajos de soldadura, capacitación de ingenieros y aprovisionamiento de consumibles para 71 tanques.

Por otra parte, ahondando en esta cuestión, ha de traerse a colación que IMPSA también se ve fuertemente involucrada en la modificación de la estructura de la torre del TAM desde el convenio rubricado en 2022 y financiado con el FONDEF, lanzado por la anterior administración. Encargada IMPSA del mecanizado de la torreta, los trabajos realizados en la empresa mendocina permiten posteriormente la instalación de nuevos sistemas que hacen a la nueva versión A2 del tanque.

En detalle, algunas de estas modificaciones consisten en el reemplazo del sistema hidráulico de control de la torre por uno eléctrico, el cambio del antiguo sistema de estabilización analógico por uno consistente de microcontroladores y giróscopos de estado sólido y la instalación de una nueva Unidad Atmosférica que permite al tirador considerar variables tales como el viento y la temperatura para realizar su disparo. Todas ellas se realizan en el mencionado Batallón de Arsenales 602, parte de la Dirección de Arsenales del Ejército Argentino.

Tal y como puede observarse, los trabajos de IMPSA resultan una parte clave del proceso de producción para la continuidad del programa de modernización de los TAM 2C-A2. La falta de claridad en lo relativo a qué oferta será presentada por el potencial comprador estadounidense, como por parte del poder político que aún no ha hecho mención de la cuestión, convierten el asunto en una prioridad para obtener definiciones mirando hacia el futuro cercano.

Dicho en otras palabras, teniendo en cuenta el historial de privatizaciones de empresas estratégicas para la defensa nacional, si desde las autoridades no se impulsan planes para sostener este tipo de programas, es razonable temer que estos puedan ser discontinuados por su falta de rentabilidad. Esto no necesariamente derivaría en la cancelación del programa, aunque sí en un grave atraso de este mientras se busca una empresa con la capacidad y el interés de llevarlo a buen puerto.

La cuestión no hace más que empeorar si se tiene en cuenta que solo existe una empresa interesada en avanzar con la privatización propuesta desde el gobierno actual, la mencionada ARC Energy, en tanto las consultas realizadas desde España y Chile no se llegaron a concretar formalmente. Durante las actuales negociaciones en curso no se esta incluyendo cláusulas que fijen que la transferencia de la empresas a manos privadas obliguen a la continuidad de los actuales proyectos en curso, como es el caso de mecanización de las torres del TAM 2C-A2 para su posterior modernización en Batallón de Arsenales 602. En ese sentido, es útil traer a colación que las finanzas de IMPSA presentan pasivos por un monto cercano a los US$ 500 millones; los cuáles necesariamente tendrán que ser negociados con el posible comprador de la misma.

Por lo pronto, el Ejército Argentino se verá empujado a realizar un gran esfuerzo para traccionar la modernización de uno de sus medios cruciales para la defensa del territorio nacional, una vez más. Así ha ocurrido en el pasado cercano, dado que en la segunda mitad del año anterior, la fuerza ha trabajado arduamente para asegurarse el suministro de repuestos y sensores de la empresa israelí Elbit Systems en medio de la guerra que aún se desarrolla en la Franja de Gaza.

Que exista una foto memorable del presidente Javier Milei y su vice, Victoria Villaroel, sobre un TAM 2C-A2 durante los pasados desfiles celebrados en la ciudad de Buenos Aires, es producto de ese esfuerzo llevado cabo por el Ejército Argentino. Es hora de que esto sea correspondido desde la política con claridad y responsabilidad a largo plazo, con la modernización y reequipamiento del Instrumento Militar para refrendar en los hechos los que se declama en los discursos.

Comentario de AgendAR:

Muy a diferencia del autor de este artículo, me preocupa más el recipiente de presión del CAREM, que IMPSA sigue sin entregar a la CNEA. Me preocupa más porque el CAREM sigue siendo (todavía) una central nucleoeléctrica factible de ser fabricada y transportada en forma masiva, y por ende es factible de exportarse por decenas.

Amén de los miles de millones de dólares a ganar en este negocio, en el cual tenemos una ventaja absoluta sobre los EEUU, nosotros mismos no podemos prescindir de este proyecto «de bandera». El 67% del territorio argentino es árido, y para poblarlo se necesita una máquina como el CAREM, capaz de dar potencia eléctrica y además desalinizar agua de mar en las ciudades costeras patagónicas, o quitarle arsénico geológico a los numerosos acuíferos de la llanura chacopampeana.

A recordar: las actuales autoridades nucleares acaban de dibujar una excusa para volver a parar la construcción del CAREM. Según ellos, la obra civil, básicamente hormigón armado, se terminó. Subrayo el «según ellos». Pero falta la parte específicamente nuclear de la central, componentes termohidráulicos y termomecánicos de superaleaciones de acero, de circonio o de níquel. Y el más importante es el recipiente de presión, que IMPSA todavía no ha entregado.

Qué alegría, si el CAREM resucita (será con otro gobierno), con IMPSA privatizada deberemos comprarlo por segunda vez.

Fuera del proyecto CAREM, IMPSA se volvió una parte esencial del Programa Nuclear Argentino cuando diseñó, construyó y entregó en Córdoba las carcazas ya armadas de los cuatro generadores de vapor de la Central Nuclear de Embalse. Cada pieza pesa 120 toneladas. Esto logró dos cosas: le dio 30 años más de vida útil a la mejor central nuclear del país, electricidad a la mitad de la población cordobesa, y dejó claro que todo cambio de generadores de vapor de nuestras centrales puede quedar en manos argentinas: las de NA-SA (Nucleoeléctrica Argentina SA), CONUAR e IMPSA.

Este trabajo conjunto de NA-SA, CONUAR e IMPSA nos puso en el mapa mundial de los que saben hacer extensión de vida a centrales de tubos de presión, como Embalse. Casi inmediatamente, CONUAR recibió pedidos de tubos de presión y tubuladuras para generadores de vapor de la India. Además de la mayor población del planeta, la India tiene el mayor programa mundial de centrales derivadas del CANDU canadiense, las NPCIL de 700 MWe.

China, a su vez, contrató de inmediato a NA-SA para vender horas de asesoría, dado los chinos debían retubar su primera central CANDU en el complejo nuclear de Qinshang, casi idéntica a la nuestra en Córdoba.

El gobierno de Milei quiere privatizar NA-SA justo cuando esta empresa del estado nacional estaba tratando de encarar las obras de extensión de vida de Atucha I. Simultáneamente, está patoteando a la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) para que Atucha I, que ya debería estar parada y en reparaciones y modernizaciones, siga en línea este verano. Pasa que las olas de calor van a ser feroces, las líneas de alta tensión en el AMBA deberían ser menos 5 en lugar de las actuales 3, y se viene una de apagones que te la cuento.

Que un tanque TAM se quede parado por problemas mecánicos frente al palco presidencial en un desfile no es otro «blooper» más del expresidente Mauricio Macri. En un mundo en una situación de pre-guerra mundial, es un peligro geopolítico terrible. Y sin embargo, que en Comodoro Rivadavia, capital del petróleo, o en Puerto Deseado, capital de la pesca, haya entre una y dos horas de suministro de agua potable por día es geopolíticamente peor. El territorio vacío atrae ladrones. Ladrones de territorios vacíos. ¿Se les ocurre alguno?

En el mundo está resurgiendo con todo la necesidad de energía nuclear, vistos los daños tremendos a la vida y a la economía que vienen con el desquicio climático, cuya causa es la combustión de combustibles fósiles. Hace falta electricidad limpia de carbono, y que sea «de base», disponible 24×7, y que no se termine de noche como la solar, o toda vez que se plancha el viento, como la eólica. Ningún país, aún sin industria, puede vivir de fuentes intermitentes, y máxime, impredecibles.

El CAREM es una oportunidad de subirnos a una rampa de demanda global de equipos y servicios expertos en el área nuclear. El CAREM es la culminación de un capital intelectual e industrial que costó 72 años construir. Y la apuesta es a todo o nada, porque debido a esa rampa de demanda, hacen falta 100.000 ingenieros nucleares nuevos en el mundo.

Los nuestros son excelentes, y eso se prueba con reactores multripropósito exportados a Perú, Argelia, Egipto, Australia, Holanda y Arabia Saudita. Si a los nuestros los dejamos nuevamente tirados en la banquina y sin un proyecto nucleador como el CAREM, se nos van. Ya se están yendo, y rápido.

Volvamos al tema del artículo. No veo que los grandes tanques de batalla, sean las «Wunderwaffen» estadounidenses, alemanas e inglesas, o los más modestos tanques rusos, estén brillando mucho en Ucrania, salvo como blancos de drones kamikaze. Son monstruos mucho más pesados que nuestro TAM, un tanque mucho más adaptado a la Argentina, hecho para bancarse sus pésimos caminos, sus muchos ramales ferroviarios cerrados y la falta casi total de acceso por tren a los casi 2 millones de km2 de la estepa patagónica.

Si quiere ver cómo se derrumba un puente carretero argentino, trate de cruzarlo con un monstruo del tipo del Abrams M1 estadounidense, o peor aún del Challenger británico. Si quiere ver cómo estos Goliats se quedan sin combustible en medio de la estepa, destruya con drones baratos el tren de camiones de aprovisionamiento que debe seguirlos a retaguardia.

El TAM es el mejor tanque de Sudamérica, está hecho para Sudamérica y la idea inicial fue «lo construimos aquí». Y se venía haciendo. Eso ya nos diferencia en el vecindario. Pero las municiones antitanque de su cañón de 105 mm. ahora se fabrican en Israel, junto con toda la «suite» de sensores, computadoras y actuadores de detección y apuntamiento de blancos.

Una munición perforante tipo flecha, o APDS, cuesta U$ 35.000 contantes y sonantes POR UNIDAD. Podríamos estar fabricando las nuestras en la vieja planta de Fabricaciones Militares de Embalse de Río Tercero, Córdoba. Pero algún expresidente de cuyo nombre no quiero acordarme, aunque se llamaba Carlos Menem, la hizo volar por los aires para encubrir ventas ilegales de armas a Croacia.

Ahora peleate diplomáticamente con Israel, o más sencillamente, quedate sin plata para pagarles, y el TAM se vuelve decorativo.

Tenemos unos ciento y pico de TAMs, casi todos desactualizados en sensores, actuadores e informática, y probablemente muchos de ellos también indisponibles por falta de repuestos y de mantenimiento en cualquier orden de batalla. Pero a no perder de vista que con un dron portátil ruso Lancet de U$ 10.000 dólares en Ucrania revientan un Leopard 2 de U$ 5 millones. Las batallas de tanques contra tanques, como la de Kursk en 1943, probablemente se volvieron historia. ¿Vamos a gastar cuánta plata en modernizar el pasado?

Creo que habría que redirigir la empresa TAMSE, no total pero sí parcialmente, a una mayor fabricación de nuestros carriers de infantería de combate, los VCTP, también argentinos. Usan la misma batea, motorización y transmisión que el TAM, obviamente con menos blindaje, y lleva a bordo un plantel de infantes que desembarca por popa.

Un tanque de batalla sin infantería propia que lo proteja es un blanco perfecto para la infantería enemiga, si ésta tiene misiles portátiles, y los hay baratísimos, como los RPG rusos (U$ 500 a 2000 para el disparador, y de U$ 100 a 500 para el cohete). Un VCTP que aporta soldados al frente es mucho menos vulnerable, especialmente en ciudades, donde te tiran desde arriba, y donde la estrechez de las calles puede impedirte girar la torreta si te viniste nada más que con un TAM. El cañón mismo, pensado para luchar contra otros tanques en batalla campal en llanuras, está limitado en su alza y no puede apuntar contra pisos superiores.

Los VCTP por el contrario pueden ir armados con un cañón de pequeño calibre y tiro rápido, un 20 mm. automatizado, y cargar de yapa con hasta 4 misiles antitanque, caros pero que te eximen de sistemas de puntería refinados. En Ucrania están teniendo mejor desempeño los «carriers» que los tanques convencionales, aunque estos tengan esos tremendos cañones de 125 o 120 mm.

Los «Infantry Fighting Vehicles» (eso en otanés, en mi barrio los llamamos carriers) pueden operar a campo abierto y en ciudad. Protegen mejor a la infantería en proximidad, y son protegidos por la misma de posibles enemigos emboscados con misiles antitanque portátiles.

En Ucrania ya hubo episodios en que los viejos carriers Bradley provistos a Kiev por los EEUU destruyeron tanques de batalla rusos haciendo fuego rápido sobre sus sensores ópticos, infrarrojos y radáricos, y eso a distancias de 2 km. El VCTP argentino, vendido en forma trucha por Carlos Menem, fue empleado sin problemas por el ejército de Croacia cuando las guerras de secesión de Yugoeslavia. Usa la misma batea y motorización del TAM convencional, pero es aún más veloz, ágil y autónomo.

Afortunadamente, para encubrir esta venta, el riojano parece no haber podido o necesitado hacer volar también la fábrica TAMSE, además de la de Río Tercero. Tal vez los fueros de senador impiden ir preso a un expresidente por un sabotaje con 7 muertos, 300 heridos y media ciudad destruida. Pero incluso en esa Argentina de Menem, a la que estamos volviendo a paso redoblado, tal vez los fueros de senador no toleren dos atentados. Es un suicidio moral y político para la institución.

Eso no lo sabemos. Lo que sí es evidente es que eliminando IMPSA como fabricante nacional, se logra un efecto parecido en forma menos violenta. No se modernizan más tanques TAM ni se fabrican más VCTPs.

Y con esto, triplete: queda abierta la importación de Bradleys u otros carriers a oruga que no son superiores en absoluto. Negoción para ministros, si lo hay.

Ignoraba que IMPSA estuviera debiendo U$ 500 millones, ups. Tengo la impresión de que esa cifra acaba de inventarse para justificar entrega a precio de regalo, y además dando las gracias a ARC Energy, que sabe tanto de alta metalurgia como yo de computación cuántica. Si quiero impedir que IMPSA, de fama mundial, sea copada gratis por una pétrolera gringa conocida por Magoya, lo que hago es que el estado nacional le compre las acciones a Mendoza, que quiere regalar las suyas.

¿Como le pago a Mendoza por impedirle su propio «sepukku» industrial? «Con papelitos», como hace últimamente el ministro Luis Caputo para cerrar deuda interna pública. Como sabemos todos los que pusimos dólares y recibimos Patacones, LECOP o bonos Quebracho, son de bajas calorías a la hora de ir al supermercado. Pero fueron una opción superior a la de no pagar nada. Si Ud. puede leer este artículo, es porque don Caputo le pagó con papelitos a CAMMESA, la firma que maneja el despacho de cargas en ArgentinaDe otro modo, su celular estaría sin batería, y su PC sin electricidad.

Si alguien en cambio prefiere ceder IMPSA a cambio de una deuda curiosamente desconocida hasta hoy, obviamente es un coimero.

Con mi propuesta, conservo la capacidad exportadora de IMPSA, y es una ya muy probada e indiscutible.

La fundacional, la que hizo enormemente poderosa a la empresa, fue la fabricación de grandes turbinas hidráulicas, que IMPSA vendió en decenas de países. La segunda fue la instalación integral de puertos mecanizados de containers, como el de Kwala Lumpur.

En eso IMPSA ya tiene renombre y cadena de márketing establecidas. El CAREM, los recipientes de presión y generadores de vapor para todo tipo de centrales nucleares, e incluso el VCTP y el TAM son negocios más chicos… por ahora. Potencialmente, son mucho mayores.

Los ríos represables no abundan ya en el mundo, y en su mayoría están intervenidos por centrales hidráulicas. Pero las centrales nucleares se pueden poner en cualquier lado donde se pueda garantizar refrigeración.

Y lo de tener a la Argentina en capacidad de poblar y defender por tierra su inmenso territorio NO TIENE PRECIO.

Los que quieren privatizar IMPSA están siguiendo un plan redactado en inglés.

Y esos sí que tienen precio.

Daniel E. Arias

PS 1: Me aclara un lector MUY conectado que los VCTP argentinos nunca fueron vendidos por izquierda a Croacia. Concurrieron a Bosnia como parte del contingente del Ejército Argentino enviado ahí como fuerza de paz.

PS 2: Según un ex alto ejecutivo de IMPSA (en mi barrio no decimos CEO), la firma reestructuró una deuda de U$ 1200 millones que heredó de IMPSA Brasil. Luego de eso, la deuda quedó en U$ 500 millones, que los acreedores consideran incobrable. Añado de mi parte que el acreedor principal es el estado nacional, y que esa empresa no puede reprivatizarse ni mucho menos venderse a capitales extranjeros por estratégica.

Fuente: agendarweb.com.ar

Compartir: