Un avión averiado de Flybondi obligó a cancelar cuatro vuelos
Luis Ceriotto
Ocurrió el lunes en Puerto Madryn. La aeronave low cost demoró nueve horas en despegar de regreso hacia Aeroparque. Perjudicó a Aerolíneas.
Una tormenta perfecta de precariedad ocurrió este lunes en el aeropuerto de Puerto Madryn, con un avión estacionado que se averió y no pudo despegar en el horario previsto, lo cual a su vez generó un cuello de botella que obligó a la cancelación de otros cuatro vuelos.
Un dato llamativo en estas horas es todos los que alertaron sobre esta situación pusieron el foco en la avería del avión en cuestión, así como en la excesiva demora que tuvo la empresa para conseguir los repuestos necesarios para concretar su reparación.
Pero hace poco más de un mes había ocurrido casi la misma situación entre las dos líneas aéreas, pero en sentido contrario. Detrás de esas dos situaciones subyace, como ocurre con el cepo cambiario, la falta de una infraestructura adecuada para soportar la situación. En el caso del aeropuerto El Tehuelche de Puerto Madryn, allí no pueden estacionar dos aviones de gran porte a la vez, hay lugar sólo para uno. Si llega otro avión, tiene que esperar a que el que estaba estacionado haya despegado previamente.
El avión averiado este lunes fue un Boeing B737-800 de Flybondi: el vuelo FO5311 que debía despegar desde Madryn de regreso a Aeroparque a las 15.40, tuvo una demora de nueve horas a causa de un inconveniente técnico. A raíz de la demora, se congestionó el aterrizaje en Madryn de otros vuelos de Aerolíneas Argentinas, de los cuales cuatro debieron ser cancelados.
Los pasajeros de esos cuatro vuelos fueron reubicados en dos vuelos especiales que generó Aerolíneas hacia el aeropuerto de Trelew: en esta zona de la Patagonia donde la colonia galesa impuso los nombres de gran parte de sus ciudades, Madryn y Trelew se comunican por una autovía que une los dos puntos en 45 minutos.
Los primeros en dar el alerta con tono de denuncia contra Flybondi fueron los delegados gremiales de Aerolíneas, quienes a través de las redes sociales vienen dando cuenta desde la época de Macri todas y cada una de las fallas de la aerolínea «low cost». Fallas que, a su vez, no son pocas. El propio CEO de la empresa, Mauricio Sana, admitió ante Clarín que las averías en os aviones de Flybondi los llevaron a tener una parte de la flota actual fuera de uso. El ejecutivo atribuyó esa situación a la deuda acumulada con sus proveedores del exterior a causa del cepo cambiario.
«Cualquier eventualidad que genere un tema de mantenimiento, que antes podíamos resolver en seis horas, hoy nos requiere con suerte 96 horas porque esos repuestos están en el exterior», explicó Sana a Clarín hace menos de un mes. «Por eso hoy nosotros no tenemos 15 aviones volando sino 12, porque cada vez que tenemos alguna eventualidad tardamos demasiado y a veces se nos juntan varias.
En lo operativo, son muy simples de resolver. El problema es que no tengo la logística totalmente activada para resolverlo en los tiempos que debería tener».
La otra pata de esa situación, por la cual la falla y demora de un avión termina generando la cancelación de otros cuatro vuelos, es que el aeropuerto de Puerto Madryn tiene una única «posición» para aeronaves de gran porte. Allí talla la histórica falta de inversión en infraestructura y que se puso de manifiesto tanto esta semana como hace poco menos de dos meses.
El 31 de agosto, fue un vuelo de Aerolíneas el que se quedó varado en el aeropuerto de El Tehuelche y en aquella ocasión se decidió trasladar esa aeronave a la base de la pista para permitir el descenso de otro vuelo de la misma empresa. Y otros vuelos tanto de Aerolíneas como de Flybondi que estaban programados para el día siguiente fueron desviados hacia Trelew.
«No es tan inusual lo de Puerto Madryn, suele ocurrir lo mismo en aeropuertos con poco movimiento», dijeron las fuentes. «Muchos tienen dos posiciones para estacionar los aviones en vez de sólo una como la de El Tehuelche. Pero si un avión se «manca» podés terminar teniendo el mismo problema, aún con una posición más».
En el país hay dos operadores aeroportuarios privados, Aeropuertos Argentina , que tiene casi la mayoría de las concesiones, incluido el aeropuerto de Madryn, y la más pequeña London Supply, que tiene a su cargo la concesión del aeropuerto de Trelew, con mucho movimiento todo el año del sector petrolero y más infraestructura. Allí fue donde Aerolíneas generó los dos vuelos fuera de programa que evitaron las colas de pasajeros varados en Aeroparque.