Air Europa confiesa su desastre
Opinión
Tanto los 65 como los 16 millones de euros a los que se hace mención son aportaciones de capital que hacen los socios. El capital social se aporta para sentar las bases de la empresa. Aunque nada impide legalmente otro uso, el capital se destina normalmente al inmovilizado, o sea a edificios, equipos, material con el que funciona el negocio. Las necesidades financieras del día a día, en cambio, deberían obtenerse del funcionamiento. O sea, en una aerolínea es absurdo que los salarios o el combustible se paguen con el capital social. Más que absurdo: es un disparate. Eso se ha de pagar con los ingresos comerciales ordinarios, fundamentalmente la venta de billetes.
Por eso, la afirmación de Air Europa que dice que ese capital le permite “completar con garantías el final del ejercicio” debería ser muy preocupante para cualquier persona que entienda el mínimo de cómo va una empresa. ¿Esperaba Air Europa una ampliación de capital para acabar el año? ¿De verdad era así? Si esto fuera verdad, que no es posible, sería para salir corriendo porque quiere decir que los ingresos ordinarios no bastan para el día a día. Por supuesto, es normal que haya momentos en los que hay menos ingresos y los gastos no bajan, pero para eso ya hubo un verano en el que tiene que haber excedentes.
De todos modos, estas afirmaciones proceden de Air Europa, y que se sepa sus encargados de comunicación no han sido despedidos. Tal es el nivel de convivencia con la crisis, que Air Europa declara libremente que está arruinada (porque eso es lo que significan las palabras trascritas aquí) y nadie se sorprende.