Al menos un muerto y 13 heridos en Ezeiza
Se derrumbó un andamio de la obra de ampliación del aeropuerto.
La obra, a la que le faltaban tres meses, estaba bajo presión porque el gobierno de Cambiemos pretendía inaugurarla la semana próxima. Había en el lugar una cantidad considerable de trabajadores extra y no identificados, materiales y maquinarias en exceso para cumplir con un plazo tan corto y perentorio, derivaron en la estruendosa y fatal caída del andamio.
«Nos apuraban para terminar sí o sí el lunes». El comentario lo lanzó al aire uno de los trabajadores de la obra en la terminal del Aeropuerto Internacional de Ezeiza conocida como Zeppelin. De alguna manera intentaba dar cuenta de los malabarismos que debieron afrontar los alrededor de 700 trabajadores que se encontraban en el lugar para cumplir con la urgencia del gobierno de Cambiemos para inaugurar el Zeppelin antes de las elecciones. La hiperconcentración de trabajadores extra, materiales extra y maquinarias en exceso, para dar con los plazos previstos, derivó en un completo desorden. La caída del andamio, producto de un impacto de una tijera de elevación contra una estructura tubular, provocó la muerte de al menos uno de los operarios, y heridas graves a otras 13 personas. La caída del andamio, de una altura considerable, 16 metros, semejante a un edificio de más de 5 pisos, a las 16.20, provocó un estruendo considerable, y medidas de emergencia para las que la obra no estaba preparada. Según denunció la Uocra, la obra había sido denunciada por reiterados incumplimientos a las medidas de seguridad. Finalmente, el 13 de septiembre pasado, el Ministerio de Trabajo bonaerense, luego de una inspección, ordenó la suspensión. La decisión fue incumplida por las empresas a cargo de la obra. Las denuncias de la Uocra fueron presentadas contra la empresa TGLT SA —surgida de la fusión con Caputo Construcciones — y otras once empresas concesionarias de la megaobra de la terminal que ahora están siendo investigadas por la justicia federal.
El accidente en la obra de ampliación del aeropuerto internacional de Ezeiza hizo colapsar una estructura tubular y provocó al menos 13 heridos (dos de ellos en grave estado, internados en terapia intensiva) y un muerto entre los obreros, el capataz José Bulacio. Trabajadores que fueron testigos del accidente indicaron que se trabajó a «todo trapo para remover andamios». Trabajan en el lugar cuatro autombombas y el equipo de búsqueda con perros de la Policía Federal. La obra ya había sido denunciada por la Uocra por «reiterados incumplimientos a las medidas de seguridad», informó Ricardo Camaño, vocero del sindicato de la construcción.
El accidente ocurrió a las 16.20 en la nueva terminal de pasajeros, que el Gobierno esperaba inaugurar la semana próxima. «Pensamos que se trataba de un avión por los ruidos que se escucharon», describió un trabajador que se encontraba en la zona de la terminal conocida como «Zeppellin».
Según detallaron los testigos, en diálogo con TN, la estructura tubular se desmoronó luego de que una tijera de elevación la enganchara por una mala maniobra. Los testigos calcularon que eran 5 los obreros que estaban sobre el andamio y sufrieron una caída libre de 16 metros. Además, indicaron que otros dos quedaron colgados de los arneses mientras los tres que operaban la «tijera» resultaron ilesos.
Las primeras informaciones que surgieron desde el aeropuerto internacional confirmaban la muerte de uno de los obreros y la derivación urgente de otros cuatro al hospital de Ezeiza. Mientras que otros 9 fueron atendidos en el centro de atención de la terminal.
«Nos pidieron que fuéramos al obrador de cada sector, porque todavía se están removiendo los andamios», señaló el trabajador al canal de noticias, quien no descartó que aparezcan nuevas víctimas.
La semana pasada el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, había visitado las obras y anunció la inminente inauguración de la terminal de pasajeros, que el presidente Mauricio Macri esperaba presentar a fin de mes.
Según informaciones de técnicos de las obras, la estimación para el final de obra estaba datado para dentro de al menos tres meses aproximadamente. Pero el gobierno nacional pretendía inaugurar una isla, un pequeño sector de la obra, la semana próxima, para lo que había multiplicado los esfuerzos. Lo curioso de la situación, más allá del dislate de poner en riesgo vidas de empleados para una presentación, es que para antes de las elecciones el gobierno de Cambiemos se quedó sin obras para presentar. Ninguna de las presentaciones públicas que realizó Macri en los aeropuertos internacionales de Iguazú, Tucumán y Mendoza, fueron obras realizadas por el gobierno, sino por AA2000. El gobierno, en ese aspecto, no participó como estado. Más allá de los vínculos con los contratistas (Caputo) a cargo de AA2000, en el Zeppelin de Ezeiza, Macri tampoco tenía nada propio para inaugurar, aunque lo quisiera hacer aparecer como tal.
Ahora, la urgencia por cerrar una obra a marcha forzada, en tiempos imposibles, obligó a contratar muchos más obreros (según las fuentes en el lugar, había muchos trabajadores sin identificación, un número excesivo), presentar en el lugar mucho más material que el requerido, y muchas más maquinarias. En medio de ese desorden fue que la grúa tijera tocó la estructura tubular y aplastó a 13 trabajadores, uno de ellos al menos fallecido.