Acuerdo en Aerolíneas: un ahorro exiguo frente al déficit, pero que pavimenta el camino a la privatización

Los ingresos adicionales por las nuevas modalidades con los remises o la eliminación de asientos en clase ejecutiva, sumados, rondan los US$ 10 millones en una empresa que cada año le pide al Estado cientos de millones.

En cualquier empresa un ahorro de entre dos y tres millones de dólares al año sólo por haber cambiado el sistema de viáticos de los empleados sería la noticia del año. Se dice fácil, pero son muchos ceros: un ahorro, no por dejar de hacer los viajes en remís, sino por modificar su procedimiento. Eso es lo que en Aerolíneas aseguran ahora que podrán ahorrarse sólo en el ítem remises: entre dos y tres millones de dólares al año.

En Aerolíneas, ese ahorro no llega a representar ni siquiera el 1% del déficit operativo que tuvo hasta el año pasado, que equivalió a 392 millones de dólares.

Aun así, en la empresa hicieron un punteo de la suma de ahorros que podrían significar las cláusulas de los convenios colectivos de trabajo que renegociaron con los cinco gremios. Los primeros cálculos arrojan lo siguiente:

Esa combinación de ahorros y la posibilidad de facturar más ingresos a partir de la modificación de los convenios probablemente continúe representando una pequeña anotación al margen dentro de los grandes números que se barajan en el balance de Aerolíneas. Por ejemplo, en una presentación que su presidente Fabián Lombardo hizo en mayo de este año (antes de los conflictos) dijo que iban a facturar este año unos 2.100 millones de dólares (US$ 2.045 millones en pasajes y otros US$ 76 millones en cargas).

Incluso ahora, esta misma semana, Aerolíneas está especulando con que este año conseguirá la cifra «mágica» de un déficit operativo de menos de 100 millones de dólares durante 2024. Desde ya, sería un éxito si se lo compara con los US$ 392 millones de déficit del año pasado. Pero sigue siendo una pérdida operativa que en ninguna empresa privada podrían sostener en el tiempo.

Una de las claves de estos nuevos convenios la dio al pasar, días atrás, el diputado y ex secretario de Turismo, Hernán Lombardi. Dijo que las negociaciones con los gremios «están concatenadas» a la eventual privatización de Aerolíneas. Lombardi es autor de uno de los dos proyectos de privatización de la línea aérea que hoy continúa su derrotero en Diputados.

Y la intención del Gobierno, tras los acuerdos gremiales, sigue siendo desprenderse de la empresa. Lo dijo Franco Mogetta, el secretario de Transporte, este mismo jueves: «El objetivo sigue siendo el mismo, Aerolíneas se privatiza. El Estado tiene que desaparecer de su rol empresarial, porque genera enorme déficit y distorsiona los mercados».

Por radio, a Mogetta le preguntaron qué opinan los gremios de la decisión de seguir adelante con la privatización. » No nos interesa lo que opinen los gremios , acá lo único que importa es lo que decide el accionista, que es el Estado».