Aerolíneas Argentinas superó un conflicto de 20 años y se alejó de la quiebra

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La justicia declaró vencidas las deudas que mantenía con varias empresas.

Luego de transitar un incordio legal que llevó más de 20 años y en el que se acumuló un voluminoso expediente, Aerolíneas Argentinas está por dejar atrás el concurso preventivo que inició en 2001. La compañía, que antiguamente controlaba el grupo español Marsans, se declaró en ese entonces imposibilitada de cancelar todas sus deudas, una situación que arrastró hasta que la Justicia resolvió decretar vencidos los créditos pendientes de sus acreedores.

Para evitar su quiebra la empresa acudió a los tribunales y no restan deudas en el expediente concursal por haber transcurrido el tiempo legal sin que se presentaran los beneficiarios a cobrar el saldo a su favor.

En el plano local, la empresa encontró el respiro que no le dio el litigio internacional que perdió ante el tribunal arbitral del Banco Mundial. En 2019 el Ciadi la había condenado al pago de US$320 millones tras la estatización que Cristina Kirchner impulsó en su primera presidencia con la premisa de que el país tuviera una línea aérea de bandera.

En la Justicia argentina todavía le restaba concluir el concurso preventivo, el proceso destinado a evitar la quiebra de la compañía luego que entró en cesación de pagos de sus deudas. Para seguir operando, la empresa alcanzó un acuerdo con sus acreedores en 2004 y constituyó una garantía para asegurarles el cobro de los créditos que tenían a su favor.

El juicio terminó el 15 de agosto de 2011, aunque todavía restaban los pagos que acordó con ellos. A pedido de Aerolíneas Argentinas, el juez del juzgado Comercial 15, Máximo Astorga, entendió que la inactividad por más de 10 años de las compañías y particulares para hacerse de sus saldos fue motivo suficiente para declararlos vencidos.

Entre muchas de las empresas que no se presentaron a cobrar se encuentran la multinacional industrial alemana Siemens, el mayorista Indubel, Silicon Argentina y las aerolíneas estatales de origen extranjero China Airlines y Cubana de Aviación.

El único acreedor que solicitó que se liberen los pagos pendientes a su favor fue el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). En el expediente surge como acreedor quirografario, lo que implica que es de los últimos en la fila para poder cobrar. Si a la hora de repartir, el patrimonio de una empresa en quiebra es insuficiente para cancelar todas las deudas, este tipo de acreedores no percibe su crédito. Más allá de la presentación del INTI, la prescripción corrió por igual para todos los reclamantes.

Concluido uno de los últimos obstáculos procesales, que evitaron su camino a la quiebra, Aerolíneas todavía tiene que sortear el duro contexto del sector para operar de manera rentable. En Argentina varias empresas de aviación informaron que los costos de volar aumentaron fuerte en el último año porque el combustible se duplicó por la suba del petróleo y del dólar. Si bien el transporte de pasajeros todavía se encuentra reducido por las restricciones de movilidad que operan en muchos países, en el panorama externo empiezan a divisarse señales favorables. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) publicó datos de enero de 2021 que muestran que la demanda de carga aérea se está recuperando a los niveles anteriores a COVID por primera vez desde el inicio de la crisis.

A nivel regional, las aerolíneas latinoamericanas informaron una disminución del 16,1% en los volúmenes de carga internacional en enero en comparación con el período de 2019, que fue una mejora con respecto a la caída del 19,0% en diciembre de 2020. Sin embargo, los impulsores de la demanda de carga aérea en Latinoamérica siguen siendo menos favorables que en las otras regiones del mundo.

Por Jesús Allende – La Nación
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