Aerolíneas perdería 100 millones de pesos por la crisis de Boeing

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16/03/2019 Perfil – Nota – Política – Pag. 14 

VETO A LOS B737 MAX 8
Aerolíneas perdería 100 millones de pesos por la crisis de Boeing
MARIANO BELDYK

La decisión global de cerrar gran parte del cielo a los Boeing B737 MAX 8 hasta que se aclaren las denuncias en torno a este modelo podría costarle más de 100 millones de pesos a Aerolíneas Argentinas, según cálculos de la firma de bandera.
Lo que es aún peor, si los resultados de las pericias mostraran una falla de esta aeronave en el letal siniestro de Ethiopian Airlines el fin de semana pasado, el Gobierno quedaría en una situación incómoda porque no solo debería resolver qué hacer con las cinco unidades en su poder sino que tiene programada la llegada de otras seis en 2021, de acuerdo con el compromiso sellado en 2016.
Hoy los cinco B737 MAX 8 de Aerolíneas Argentinas yacen aparcados «en descanso obligado» en el aeroparque metropolitano y Ezeiza. Sin embargo, bajo la modalidad de leasing en la que se encuentran, la empresa debe pagar el alquiler estipulado por contrato con el proveedor del aparato sin poder amortizarlo con su operatoria.
Eso representa un costo mensual de hasta dos millones de dólares, un pasivo que podría crecer todavía más porque en Estados Unidos hay quienes vaticinan un regreso de los MAX, recién en mayo.
Con ese horizonte, en Aerolíneas ya trabajan en el tetris de Semana Santa cuando podría haber un pico de demanda.
La remoción de los cinco B737 MAX 8 significan 20 mil plazas menos. Un faltante que se pudo suplir esta semana con otros servicios, aunque se complicaría en el fin de semana largo. Ya hay movimientos en la Dirección de Operaciones para determinar si se pueden consolidar vuelos -unificar dos con mismo destino y poca diferencia horaria- o si es menester reprogramarlos por un bajo número de pasajeros.
Los B737 MAX forman parte de una renegociación del contrato original de Aerolíneas Argentinas por veinte B737- 800 Next-Generation, bajo la gestión de Mariano Recalde.
Durante la administración de Isella Costantini, se recibieron nueve y se reemplazó a los otros 11 por la flamante versión MAX, ponderados por su mejor capacidad técnica. Cinco aterrizaron en el país entre noviembre de 2017 y junio de 2018. Y otros seis lo harán en dos años.
El leasing consiste en el pago de un alquiler a un intermediario que adquiere los aviones de las fábricas, en cantidad. Dos de los B737 MAX pagan un leasing financiero, equivalente a la compra por cuotas de la aeronave hasta cubrir su valor total.
Entonces Aerolíneas Argentinas los incorporará en forma definitiva a su flota. Los otros tres abonan un leasing operativo durante uso y luego deben ser devueltos.
Según la Agencia Civil de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés), los B737 MAX 8 y 9 no volverían a volar hasta, aproximadamente, un mes y medio. Como autoridad regulatoria en el país de origen de fabricación de estas máquinas, mantienen una responsabilidad de control que va más allá de las medidas precautorias adoptadas por otras agencias similares ante las dudas -y otras denuncias de pilotos- sobre la performance de este avión.
Aunque todavía es temprano para hablar de planteos legales, son varias las empresas de aviación civil que toman nota de las pérdidas que les acarrea la inoperatividad de este modelo de Boeing. También lo hace Aerolíneas Argentinas en contacto con la brasileña Gol y la mexicana Aeroméxico, las tres operadoras del B737 MAX 8 en la región.

Ya trabajan para evitar un cuello de botella en Semana Santa con 20 mil plazas menos

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