Dassault Mirage en Argentina: A 25 años de las bodas de plata de un espejismo que no quiere esfumarse
En una ceremonia realizada el 07/11/1997 en la VI Brigada Aérea (VI Br Aé) de Tandil (Buenos Aires), se conmemoró el 25 Aniversario de la llegada a nuestro país del sistema de armas Dassault Mirage IIIEA/DA. El acto contó con la presencia del ministro de defensa, licenciado Jorge Domínguez, el Jefe de Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), brigadier general Rubén Mario Montenegro; el Comandante de Operaciones Aéreas, brigadier Francisco Serrat; el Jefe de la VI Br Aé, comodoro Guillermo Donadille; el Jefe del Grupo 6 de Caza, comodoro Rubén Dimeglio; el Jefe del Grupo Técnico 6; vicecomodoro Hugo Rosales; el Jefe del Grupo Base 6, vicecomodoro Jorge Segat y el Jefe del II Escuadrón Aéreo Mirage IIIEA, vicecomodoro Vicente Autiero, como así también de oficiales superiores y subalternos de la propia institución, de la Armada y el Ejército. También se hicieron presentes directivos y técnicos que representan a la industria aeronáutica francesa en la Argentina.
Pasado, presente y futuro
En su discurso, el Jefe de la VI Br Aé destacó lo que significó para la aviación militar argentina la incorporación de este incomparable caza francés en 11/1972, «representando para los pilotos el poseer un avión que con facilidad y sin necesidad de iniciar una picada, rápidamente alcanzaba y mantenía el vuelo supersónico; contar con un vector aéreo con admirables performances de trepadas y descensos; disponer de un radar de control de tiro abordo asociado a misiles aire–aire; la necesidad de ejecutar un pilotaje delicado para extraer el máximo rendimiento a un diseño de avanzada y la posibilidad de operar en condiciones meteorológicas adversas dada la confiabilidad de su equipamiento».
También resaltó el hecho de que, «desde su llegada al país, significó para las generaciones de pilotos de caza, un verdadero incentivo profesional por ser uno de los objetivos a alcanzar durante su carrera como aviador militar». «Este sistema también representó en su momento, un salto hacia adelante en las técnicas y equipos de mantenimiento, auto-comandos, bancos de prueba de radar y de misiles, centrales aerodinámicas y giroscópicas, junto con toda una serie de sub-sistemas, que introdujeron de lleno a nuestros técnicos y mecánicos en el mundo de la electrónica de avanzada de esa época», dijo.
Algunos pasajes hicieron mención del presente y futuro de los aparatos en servicio, y por su contenido creemos que merecen ser destacados. En referencia al panorama de lo que hoy significa el sistema Mirage III indicó que «al respecto podemos expresar, y permítaseme incluir también dentro de esta aseveración al resto de los diferentes tipos de Mirage que hoy poseemos, que ellos significan la transición entre lo que fue y lo que será, operativamente hablando, en un futuro la Fuerza Aérea Argentina. Afirmamos esto en principio porque pensamos que por varios años más estos aviones seguirán siendo la columna vertebral de la aviación de combate nacional hasta tanto se consoliden y vuelvan operativos nuevos sistemas adquiridos o por adquirirse en la institución; y apreciamos que aún cuando se concrete lo expresado, el sistema Mirage seguirá ostentando un poder de fuego y una operatividad destacables en el contexto».
Y concluyó afirmando que «nos atrevemos a sostener lo anterior en consideración del estado actual del material, por la vida útil remanente tanto de las células como de los motores, y a las posibilidades de modernización en el marco de un proyecto apto y coherente en el rendimiento operacional pretendido dada la antigüedad del sistema, factible de materializar dentro de un plazo adecuado y aceptable en el esfuerzo económico que implique para la nación».
A modo de cierre del acto central, se realizó un desfile aéreo ejecutado por la estrella del evento, un Mirage IIIEA escoltado por un Finger y un Mara. A su término, el ministro de defensa fue el encargado de «descubrir» una gran bandera argentina que ocultaba al Mirage IIIEA I-006, que se ha convertido en el primer avión de combate de la Fuerza Aérea que recibe un esquema de pintura especial (al mejor estilo americano o europeo); en este caso conmemorando los 25 años de operación del modelo en nuestro país. Respecto a este novedoso colour scheme, permanecerá aplicado sobre el aparato durante un año, y fue escogido en base a un concurso «abierto» de propuestas de diseño, resultando finalmente seleccionado el ideado por la esposa un ex piloto de Mirage de la Fuerza.
La celebración continuó con una gigantesca «paella» para todos los presentes, originalmente dispuesta para la hora del almuerzo, procediéndose luego a la entrega de distinciones al personal que voló en el Mirage III durante su extensa trayectoria en la FAA, y finalmente, un brindis. En síntesis, un trascendente evento conmemorativo fue el ofrendado por la FAA al «delta francés» más famoso.
¿Modernización o reemplazo?
Como conclusión, del discurso del comodoro Donadille se desprende que seguramente está prevista una modernización a corto plazo del sistema de armas Mirage IIIEA/DA debido a la implícita necesidad operativa, sirviendo como lógica transición hacia un sistema de armas de última tecnología.
Esto nos asegura que aún tendremos la oportunidad de disfrutarlo por, al menos, una década más. Casualmente, esta variante es la única que a lo largo de su servicio operativo en la FAA no ha recibido ninguna actualización, salvo la provisión de equipos GPS portátiles para mejorar sus capacidades de navegación.
Existen versiones que indican que se habrían analizado ofertas al respecto provenientes de empresas francesas, italianas e israelíes; aunque hasta la fecha ninguna decisión ha sido tomada. Algunas fuentes incluso indican que ya existiría un modelo de radar seleccionado en caso de iniciarse el programa de modernización: el multimodo de pulsos Doppler FIAR Grifo, de procedencia italiana.
Pero la experiencia del gran número de países operadores de Mirage que ya han encarado programas de mejoras del modelo indican que los resultados obtenidos sólo aumentan las capacidades relacionadas con la electrónica y sistemas, manteniendo «casi» intactas las performances de vuelo y maniobrabilidad originales, las que nunca podrán igualar a las de los cazas de última generación. Por ello sería lógico pensar que, a pesar de algún upgrade que permita un incremento de sus capacidades operativas, en los próximos años deberá definirse la adquisición de un nuevo modelo para su reemplazo.
Para cuando llegue la hora de su retiro definitivo, la FAA tendrá más de una razón para enorgullecerse por haber pertenecido al selecto «club de la familia Mirage». Más de 170 misiones de combate y, hasta la fecha, 112.000 horas de vuelo dan fe de ello. Los aficionados, por nuestra parte, probablemente nos deslumbremos ante la llegada de nuevos aviones de combate que se incorporarán a la FAA; pero nunca olvidaremos la fascinación causada por la presencia de esta mítica silueta triangular en todas y cada una de las oportunidades en que la hemos visto volar.
Importante: Esta nota se publicó originalmente en la revista Pista 18 a fines de 1997. Si bien esta re-edición incorpora ilustraciones no disponibles en aquel medio, la publicamos tal como apareció en el original para no alterar el espíritu ni el contexto del momento en que fue redactada.