El Gobierno ya decidió el futuro de las empresas estatales: el «efecto Aerolíneas»

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21/03/2024 Cronista.com – Nota

EL CRONISTA ECONOMÍA Y POLÍTICA JAVIER MILEI PRIVATIZACIONES

Julián Alvez – Redactor de Política

Desde el círculo de Milei expresan gran optimismo sobre la resolución de ese apartado de la Ley Bases. El apoyo de los diputados opositores y el contexto del conflicto gremial de los aeronavegantes en relación a la venta de la firma de bandera.

Por los pasillos de la Casa Rosada recorre un «gran optimismo» por la aprobación de las privatizaciones de las empresas públicas que el Gobierno propuso en el nuevo borrador de la Ley de Bases, comentó una alta fuente gubernamental a El Cronista días atrás.

Si bien el listado original de las mismas era de 41 compañías, en esta nueva negociación se pasó a 12 que, de no mediar cambios, cuentan con los votos para pasar a su cesión total o parcial en la Cámara de Diputados. Aunque en el Senado el marco no es holgado, el Gobierno redujo sustancialmente el número de las privatizaciones para facilitar las adhesiones en ese recinto.

Desde los bloques del PRO, la UCR y Hacemos Coalición Federal aseguraron a este medio que votarán sin problemas ese apartado de la Ley Ómnibus.

Los apoyos por el lado del partido fundado por Mauricio Macri ya eran descontados por parte de Milei: durante la sesión en febrero por la primera versión del megaproyecto habían votado afirmativamente en todos los artículos e incisos que se llegaron a someter a votación.

En tanto, desde el interbloque presidido por Miguel Pichetto indican que en el borrador que mandó el Gobierno se tomó la propuesta presentada por el diputado Nicolás Massot «durante el primer tratamiento de la Ley Ómnibus sobre el organismo de control», achicando además la lista; dos reclamos que fueron cumplidos.

Los puntos en los que Gobierno y oposición dialoguista dicen que no hay acuerdo es en dos puntos clave del paquete de medidas: la reversión y el alcance del impuesto a las Ganancias y la nueva fórmula de la movilidad jubilatoria. «Eventualmente se van a ir acercando posiciones, pero todavía no hay un consenso sobre el tema», explica una fuente del oficialismo.

Todavía no hay una fecha para el tratamiento de la sesión. Quienes manejan la dinámica parlamentaria indican que eso podría suceder después del 20 de abril . Por el momento, el Poder Ejecutivo les puso un freno a las tratativas hasta después de Semana Santa para ocuparse de cuestiones referidas a la gestión.

Además, en la reunión del Gobierno con las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, comentaron que antes de la presentación formal del proyecto habría dos cumbres: una con ministros de Gobierno de todas las provincias, y una posterior entre el Ministerio de Economía de la Nación junto a sus pares subnacionales. Todavía no se conocen fechas para ninguna de las dos.

El conflicto por Aerolíneas en el eje de la estrategia privatizadora
Los sindicatos aeronáuticos dieron marcha atrás a la realización de un paro de 48 horas durante la Semana Santa que reclamaba el atraso salarial del sector durante el primer bimestre del año.

«Informamos a los tripulantes de cabina que concretamos una recomposición salarial del 21%. Por su parte, la actualización de nuestros viáticos será del 30%, mientras que también aseguramos la parte No Remunerativa de los Aguinaldos», comunicó Juan Pablo Brey, secretario general del Sindicato de Aeronavegantes.

Se trataba de un conflicto que había dejado al Gobierno entre la espada y la pared: el presidente Javier Milei había amenazado días atrás con tomar represalias contra los sectores que se manifestaran, al mismo tiempo que se especulaba con no accionar y utilizar la insatisfacción social para librar un discurso en contra de los gremios y, en particular, de Aerolíneas Argentinas.

«No sé si la gente podrá viajar [en Semana Santa], pero nosotros vamos a hacer nuestra movida también», dijo el jefe de Estado en declaraciones radiales el último sábado. Se especulaba con medidas que apuntasen de manera más asertiva a ese sector y sobre todo a la aerolínea de bandera.

Aunque no lo declararon en público, hubo funcionarios que creían que todo lo relativo al paro podría favorecer al Gobierno en su diatriba contra los gremios y la permanencia de Aerolíneas Argentinas como empresa estatal. «Nos viene bárbaro el paro, que lo hagan» , se le escuchó decir a una fuente gubernamental durante esta semana.

El paro se iba a dar a pocas semanas del tratamiento de la Ley de Bases, la cual tiene entre sus artículos la privatización total de Aerolíneas . Dentro del listado eventual de empresas dispuestas a privatizar totalmente estaba Intercargo, la empresa de asistencia en tierra para las líneas aéreas, pero la Jefatura de Gabinete de Nicolás Posse desestimó esa posibilidad.

La aerolínea de bandera es una de las fijaciones del presidente libertario, dado que la considera un símbolo de las décadas de gestión kirchneristas-peronistas.

Quienes lo conocen dicen que los procesos de regularización y achicamiento de su déficit operativos no son suficientes para Milei: en la búsqueda de privatizar todas las empresas que sean posibles, está convencido de que Aerolíneas debe ser una de las primeras, a los fines de generar un «golpe de efecto». Además, creen que en este caso será más fácil encontrar un comprador.

Un «Plan B» de la Casa Rosada era el de aplicar una conciliación obligatoria , que solo se puede utilizar una vez por conflicto gremial. En la anterior medida de fuerza que habían hecho los aeronavegantes no se utilizó y todavía sigue vigente la posibilidad. Esta semana hubo reuniones en la Secretaría de Transporte para evaluar la situación, pero cualquier orden sobre cómo proceder ante el conflicto debía tener el permiso de la mesa mileista. El conflicto se destrabó un día después de una reunión entre los funcionarios más importantes de esas áreas.
A pesar de que el conflicto esté solucionado, desde los sectores sindicales alegan que no tienen intermediarios de parte del Gobierno .

El entonces secretario de Trabajo Omar Yasin no tenía diálogo fluido con los gremios; algo que se espera que mejore con su flamante sucesor Julio Cordero . Aun así, los secretarios gremiales son conscientes que los conflictos salariales y la discusión de la reforma laboral condicionarán la relación.

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