El “holding” Aerolíneas se reconfigura, suprime Austral y crea su línea de cargas

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06/05/2020 La Voz del Interior (Córdoba) – Nota – Cuerpo Principal – Pag. 17

Leandro Boyer Corresponsalía Buenos Aires

Aunque la idea viene desde 2009, se ejecutará ahora por los nuevos desafíos que impone la crisis del Covid-19. También se creará una unidad para realizar el mantenimiento y la reparación de los aviones.

Para sobrevivir a la crisis que generó el Covid-19 y que amenaza con derrumbar aerolíneas en todo el mundo, las autoridades de Aerolíneas Argentinas pusieron en marcha un viejo proyecto para concretar la fusión con su línea de vuelos regionales Austral.

(TÉLAM) En tierra. La pandemia apura cambios estructurales en Aerolíneas Argentinas, con números deficitarios desde la reestatización.

Lo hicieron con un plan actualizado y aún más ambicioso que no sólo busca evitar lo peor, sino también mutar hacia un modelo de negocios más eficiente que permita ampliar la rentabilidad con la creación de servicios de mantenimiento y una unidad específica para el transporte de cargas.

La decisión la confirmó ayer el presidente del holding, Pablo Ceriani, en una carta enviada a los trabajadores de ambas empresas estatales.

Allí reconoció la dimensión del drama frente a la paralización de la actividad aerocomercial que se implementó por el coronavirus y la sobreexigencia que se instaló en los recursos públicos con los que se cubrieron los déficits operativos desde la reestatización en diciembre de 2008.

“Todo indica que aún quedan varios meses críticos por delante, meses sin ingresos, ni operaciones regulares; lo que significa un tremendo impacto para nuestra industria y la economía en general. Sin ingresos y no sabemos por cuánto tiempo, muchas aerolíneas en la región y en el mundo desaparecerán”, alertó Ceriani.

Reconoció que “el esfuerzo que el Estado nacional realiza para sostener la compañía está al borde de ser imposible”. En 2019, el Tesoro le transfirió 681 millones de dólares y, con esa partida, los recursos que se destinaron en la última década para compensar el déficit ascienden a más de 6.100 millones de dólares.

Fragilidad
Ya antes del coronavirus, las dos aerolíneas transitaban un incierto destino financiero que Ceriani se ocupó de poner en evidencia apenas asumió la conducción.
“En términos financieros, encontramos varias similitudes con la situación de la compañía al finalizar la gestión privada. Con una deuda de alrededor de 300 millones de dólares, una caja con apenas nueve millones de dólares y un déficit operativo de menos 563 millones de dólares, que representa el 27,6 por ciento de nuestros ingresos. Aerolíneas y Austral exhiben un patrimonio neto negativo de 440 millones de dólares”.

Ahora, frente al sombrío panorama, se decidió reactivar el plan de fusión que, según confiaron a este medio, comenzó a tomar forma entre 2009 y 2015. “La crisis por la pandemia fue un disparador, pero esto es algo que siempre estuvo
y se reactivó, sobre todo porque esta gestión es la continuidad de la de (Mariano) Recalde”, dijeron fuentes con acceso a esas gestiones. Puertas adentro, la noticia de la fusión no fue una novedad, aunque sí algunos mecanismos que se incluyeron en el proceso.

En una primera fase, se avanzará con la convergencia de todos los engranajes, tanto de los recursos humanos como de las flotas. Quedarán atrás las estructuras duplicadas de pilotos, de los tripulantes de cabina, de los técnicos aeronáuticos y de las gerencias a cargo de esas áreas. El compromiso que transmitió la compañía es que no se eliminarán puestos de trabajo ni se achicará la flota.

Con los ahorros y con los nuevos ingresos proyectados para cuando la actividad aerocomercial se reactive, se calcula lograr una mejora de alrededor de 100 millones de dólares anuales a partir de 2022.

Detallan que en el arranque, se reducirán gastos por ocho millones de dólares con la unificación de la estructura; por 13,5 millones, con la baja de cargas impositivas; y por dos millones con la menor necesidad de horas extra. Y confían en que la mayor eficiencia de los servicios generará ingresos adicionales por 42 millones de dólares.

En cuanto a los vuelos, aseguran que, por ejemplo, “el tiempo de parada de las aeronaves para inspecciones mayores se reducirá en un 25 por ciento para 2023” y que eso permitiría “tener un avión de largo alcance extra y tres para rutas domésticas y regionales durante los tres meses de temporada alta”.

Experiencias
Los viajes de emergencia que la compañía realizó a China para buscar insumos médicos se transformaron en una experiencia de referencia para las nuevas autoridades.

Aunque hasta el momento la compañía realizaba algunos servicios de carga en los lugares que quedaban libres en las bodegas, ahora se irrumpirá de lleno en ese negocio, preparando aviones ya disponibles y proyectando la compra de unidades especiales.
“Hay más rentabilidad que en el transporte de pasajeros. Aerolíneas nunca tuvo cargueros y esto sería salir a competir directamente con los servicios que en América Latina se centran en San Pablo”, explicaron las fuentes.
Otro ensayo para ese camino será el vuelo que se realizará el 15 de este mes a Shanghai, con un Airbus 330-220, al que se le quitarán los asientos para convertir ese espacio en una suerte de bodega.

A la vez, en esta nueva fase, Aerolíneas Argentinas buscará capitalizar la fusión para crear una unidad de negocios para la reparación y el mantenimiento de aeronaves de terceros. La compañía de bandera ya cuenta con los certificados de Lufthansa y calcula que los ingresos adicionales por esta tarea serían superiores a los 33 millones de dólares anuales.  

 

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