El topo y el encargado de destruir el Estado

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06/07/2024 Página 12 – Nota – El País – Pag. 5

Javier Milei le tomó juramento a Federico Sturzenegger como nuevo ministro

El economista avanzará en la reducción del sector público y la eliminación de regulaciones. En los próximos días, irá al Congreso a defender nuevas reformas. La disputa con Toto Caputo.

Federico Sturzenegger salió de la clandestinidad. El autor del mega DNU y la Ley Bases finalmente fue formalizado al frente del ministerio que profundizará el desmantelamiento del sector público y las regulaciones estatales. La cartera fue publicada en el Boletín Oficial y ayer por la tarde Javier Milei le tomó juramento. «Qué lujo me estoy dando», dijo el Presidente. Con pasado en el menemismo, la Alianza y el macrismo, el responsable del megacanje volverá a tener otra vez un rol clave en la gestión: en este caso, como auguró Milei, tendrá la misión de «destruir al Estado». «Vamos a trabajar en la agenda de la libertad económica», resumió. La histórica disputa con el ministro Luis Caputo y las diferencias por el actual rumbo del programa anticipan una convivencia conflictiva.

Después de muchas semanas de negociaciones internas y postergaciones, Milei creó el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado y oficializó el desembarco de Sturzenegger. Según el decreto que lo designó, el flamante ministro estará encargado de arrasar con el sector público.

El texto habla de «racionalizar las estructuras administrativas y reducir su actual sobredimensionamiento» y «eliminar tareas innecesarias, duplicadas y/u obsoletas, eliminar cargas burocráticas, facilitar el funcionamiento de los mercados, impulsar el crédito, disminuir regulaciones y controles, aumentar la libertad económica y disminuir costos».

Entre sus competencias también tendrá la facultad de suprimir normativas que «distorsionen los precios de mercado».
Finalizado el acto, Sturzenegger se acercó a los periodistas acreditados en Casa de Gobierno para explicar cuáles serán sus objetivos.
En sus primeras declaraciones, señaló que tendrá dos grandes tareas: La primera, avanzar en desregulaciones. «El Presidente me pidió que le saquemos el pie de encima a la actividad productiva para promover el empleo y el crecimiento», explicó.

La segunda, achicar el Estado para reducir el gasto público. «Tenemos que entender que cada peso que gasta el sector público es un peso que alguien paga. Y lo paga con impuestos o con el impuesto inflacionario», justificó.

El flamante ministro además anticipó que en los próximos días irá al Congreso para impulsar la denominada ley de Hojarasca. «Se refiere a un compendio de leyes que han quedado obsoletas y afectan los derechos de propiedad. Es un primer paso para retomar una agenda legislativa después de ley Bases», anunció. De acuerdo a Milei, se trata de «un conjunto de regulaciones que entorpecen el funcionamiento del sistema económico».

«Son cien leyes que se eliminan, pero que implican más reformas», expresó.
El acto de asunción reunió a la primera plana del gobierno. En el Salón Blanco de la Casa Rosada estuvieron la secretaria general de Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Economía, Luis Caputo; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; el presidente de la Cámara baja, Martín Menem; el ministro de Defensa, Luis Petri; y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Los únicos ausentes fueron la vicepresidenta Victoria Villarruel y el asesor Santiago Caputo.

El desembarco del nuevo mi- nisterio preocupa a las filas oficialistas por el histórico enfrentamiento que existe entre Sturzenegger y Luis Caputo. Fue «Toto» quien lo suplantó en 2018 cuando el expresidente Mauricio Macri lo expulsó del gobierno.

En el balance que hace el exfuncionario de la Alianza, Caputo fue uno de los responsables junto a Nicolás Dujovne, Marcos Peña y otros de haber presionado para modificar las metas inflacionarias que le hicieron perder credibilidad al programa económico de Cambiemos.
A esa vieja disputa, se le suman además las diferencias sobre el rumbo de la gestión actual.

Uno de los primeros contrapuntos que surgió fue la discusión sobre hasta dónde se deben «liberar los precios» de la economía.
Frente a los siderales incrementos de las prepagas, el ministro de Economía acusó a las empresas de estar «declarando la guerra a la clase media» y les exigió una marcha atrás. Sturzenegger, por el contrario, justificó los aumentos y alegó que había que «confiar en el mercado».
Esta semana también hicieron mucho ruido las declaraciones de Fausto Spotorno, hombre de máxima confianza de Sturzenegger.

El integrante del Consejo de Asesores de Milei, cuestionó en duros términos a Caputo por la conferencia de prensa en la que anunció que la deuda del Banco Central pasará al Tesoro. Sostuvo que la presentación fue un «mal anuncio», que el mercado «esperaba algo más» y que «los errores del ministro se los van a facturar al Gobierno». De fondo, está la tensión respecto a la salida del cepo cambiario, entre quienes consideran que se debe realizar cuanto antes y quienes entienden que el nivel de reservas no lo permite.

Con el aterrizaje del exfuncionario de Fernando De la Rúa, el Presidente incorporó al Gabinete a un garante del ajuste. Los elogios, besos y abrazos de la ceremonia disimularon la tensión interna que provocó su arribo, los tironeos que hubo en las últimas semanas por sus atribuciones y la incomodidad que le genera a Caputo, en su momento de mayor debilidad.

«El Presidente me pidió que le saquemos el pie de encima a la actividad productiva para promover el empleo y el crecimiento.»

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