Fadea. Sueldos impagos, parate en la producción y un futuro incierto

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13/05/2025 La Voz del Interior (Córdoba) – Nota –   – Pag. 3

La Fábrica Argentina de Aviones «Brigadier San Martín» (Fadea) detuvo ayer su actividad y permanecerá paralizada al menos hasta mañana. El cese de operaciones, dispuesto por 72 horas, afecta a sus 720 empleados, que fueron licenciados y no deben concurrir a la histórica planta ubicada sobre la ruta 20, en Córdoba capital.

«Les informamos que, a raíz de los acontecimientos ocurridos el día viernes, y con el objetivo de garantizar la seguridad del personal, así como de resguardar y preservar los bienes y sistemas de armas de la empresa y de nuestros clientes, se ha dispuesto la interrupción temporal de las actividades por un plazo de 72 horas», comunicó la empresa el domingo por la noche.

También se aclaró que la medida implicaba «una dispensa del débito laboral» y que no afectaría los haberes del personal.
La decisión de cerrar la planta por tres días refleja un deterioro creciente que se profundizó la semana pasada, cuando los empleados cobraron apenas el 30% de sus salarios correspondientes a abril.

Tanto es el deterioro que hubo incidentes entre los representantes gremiales, lo que llevó a las autoridades a convocar a la Policía para desactivar las protestas dentro de la fábrica (ver página 4).

Un proceso en caída El proceso de ajuste comenzó con la llegada del gobierno de Javier Milei y la implementación de su política de recorte y «motosierra». Desde entonces, Fadea se achicó significativamente: entre despidos, finalización de contratos y pasantías, se fueron unas 232 personas, y otras 75 aceptaron el retiro voluntario.

Hoy, según datos del Indec, la empresa cuenta con 720 empleados.
Hace 75 días se produjo un cambio en la conducción: renunció el cordobés Fernando Sibilla, tras casi un año al frente, y fue reemplazado por Julio Manco, abogado porteño con experiencia en la industria aeronáutica y en gestión empresarial.

Como dato de color: antes de asumir en Fadea, Manco fue gerente en Flapper, una firma de aviación privada.
La nueva gestión heredó una situación compleja: los contratos anteriores con la Fuerza Aérea aún no fueron cerrados ni renovados, ya que se están auditando y faltan pasos legales.

Sin nuevos convenios firmados, desde Fadea reconocen que están «sacando agua de las piedras» para conseguir fondos y sostener la operación diaria.

En ese contexto, los acuerdos recientes -como el mantenimiento de aviones Boeing, la producción de piezas para Akaer o el convenio con Flybondi- apenas permiten mantener un nivel mínimo de actividad.

Desde el Ministerio de Defensa, que conduce Luis Petri, aseguran que las negociaciones están encaminadas y que los contratos se firmarán pronto.

Pero no hay fecha concreta.
Lo mismo ocurre con los fondos para completar los sueldos: la empresa sostiene que la demora es administrativa y depende del visto bueno del Ministerio de Economía, pero por ahora no hay definiciones.

Y aunque el pasado viernes se adelantaron $ 500 mil a todo el personal no jerárquico, la tensión laboral va en aumento.
Qué quiere el Gobierno Uno de los interrogantes centrales es si existe un desfinanciamiento deliberado para que Fadea pase a manos de la Provincia, o si la demora responde sólo a la intención de auditar con precisión los contratos anteriores.

«Manco tiene una mirada desarrollista y apunta a cerrar contratos con aerolíneas más chicas, que no requieran plazos tan largos», explican en la empresa.

Sin embargo, esos contratos también implican ingresos menores frente a los que podría generar un convenio con la Fuerza Aérea o con grandes compañías.

Mientras tanto, aviones simbólicos siguen sin ser reparados. Tres Hércules C-130 están en tierra: el L-100, inmovilizado desde la salida de Antonio Beltramone en 2019; el TC-61, que llegó en septiembre de 2023, y el TC- 70, que aterrizó a mediados de 2024 y no volvió a volar.
También está paralizado el debut del IA-100B, el «instructor básico Malvinas», un avión desarrollado por Fadea para la formación de pilotos. Su primer vuelo, previsto para el sábado pasado, no se concretó por falta de fondos.

Este modelo busca cerrar contratos con la Fuerza Aérea y exportar a Uruguay y a Paraguay, que ya manifestaron interés.
La situación económica es tan crítica (hay una versión que dice que la deuda con proveedores llega a los U$S 16 millones) que, según empleados, «ni siquiera se corta el pasto».

¿Y la Provincia? Desde el Centro Cívico aclararon este fin de semana que «Fadea es un tema del Gobierno nacional». Aunque algunos trabajadores afirman que crecen las versiones sobre un posible salvataje provincial, en la administración de Martín Llaryora lo desmienten: «Correrá por cuenta de quien lo diga».

Lo cierto es que hubo gestiones. A mediados del año pasado, se abrió una negociación en la que participaron Llaryora; su ministro de Economía, Guillermo Acosta; el jefe de Gabinete nacional, Guillermo Francos; el secretario Diego Chaher ?encargado de liquidar empresas estatales?, y el directorio de Fadea, encabezado entonces por Sibilla.

Tal como publicó LaVoz, se discutió el traspaso del 100% del paquete accionario a la Provincia, con una estructura de sociedad anónima y gestión privada.

La propuesta incluía un esquema tipo holding con distintas unidades de negocio mantenimiento de aeronaves, producción de drones y de aeropartes, energías renovables y la participación de socios privados en cada área, quienes asumirían parte de los quebrantos iniciales a cambio de beneficios futuros.

En el caso de la Provincia, debería aportar recursos para los sueldos e inversiones impostergables (por ejemplo, la pista de aterrizaje), además de garantizar la operatoria durante este período.

Entre otros temas, es la razón por la cual la administración Llaryora considera que el traspaso debería ser sin otro costo para el Gobierno provincial.

Además de la totalidad del paquete accionario, la operación podría incluir también las 200 hectáreas sobre las que están las instalaciones y la pista, que son tasadas.

Es que, aun si la empresa se cerrara, las tierras por sí mismas garantizan un gigantesco negocio inmobiliario.
La negociación se enmarca en el Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas (Reor), que ya firmó Córdoba.

Este régimen fue creado por el presidente Milei para que el Estado nacional pudiera cancelar deudas que tiene con las provincias y con la ciudad de Buenos Aires a cambio de tierras, de empresas, de rutas y de otros bienes que son propiedad de la Nación y que puedan ser de interés de las jurisdicciones.

Córdoba adhirió por ley a este régimen a fines de 2024.
¿Qué debería pasar? Para seguir con la negociación de la transferencia, deberían estar cerradas las cuestiones administrativas entre Defensa y el Ejército por los mencionados contratos que incluyen, por ejemplo, las reparaciones de los Hércules.

Pedido de informe El diputado nacional Oscar Agost Carreño, del bloque Encuentro Federal, presentó un proyecto para que el Poder Ejecutivo Nacional brindara información urgente y detallada sobre la situación de Fadea, tras el cierre temporal de la planta y los reclamos salariales del personal.

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