Holanda cierra sus fronteras y arruina el futuro de KLM

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EXIGE PCRS Y EN MUCHOS CASOS SE PROHÍBE LA ENTRADA DE PERSONAS

El problema adicional es que KLM no opera a muchos de esos «países seguros», como son Australia, Nueva Zelanda y Ruanda

Todos los vuelos de pasajeros entre el Reino Unido, Sudáfrica y toda Sudamérica quedaron cancelados este sábado en Holanda. KLM, el principal operador de los mismos, se enfrenta así a una crisis aún más grave que la que venía padeciendo. En el caso británico, la cancelación de todos los vuelos es especialmente grave porque KLM era la única aerolínea que volaba prácticamente a diario a todos los aeropuertos regionales de Gran Bretaña para alimentar su hub de Schipol.

En Holanda, su gobierno en funciones, tiene miedo a la difusión de las nuevas variantes del virus que, de hecho, ya están presentes en el país.

Las nuevas medidas, que no son resultado de un pacto con otros países europeos, ni siquiera con Bélgica con quien Holanda solía negociar este tipo de políticas, responden a un intento por frenar la propagación del coronavirus, y especialmente las nuevas variantes.

Los viajeros que vengan de otras áreas de alto riesgo deben poder proporcionar un resultado negativo de una prueba rápida. Deben haberse realizado no más de cuatro horas antes de la salida, además de la ya obligatoria prueba denominada PCR. Esta obligación no se aplica a los viajeros de las Antillas ni de varios países seguros. Ciertos grupos de viajeros de fuera de la Unión Europea ya no pueden ingresar al país por el momento. Por ejemplo, los viajeros de negocios, los estudiantes, los inmigrantes altamente calificados, las personas del sector cultural y las personas con un familiar en los Países Bajos no pueden viajar.

Mientras tanto, la aerolínea KLM todavía está buscando una solución al problema de las pruebas rápidas para su personal, que también estará sometido a las mismas. KLM dice que es tremendamente problemático un vuelo de largo radio en el que un tripulante dé positivo porque obligaría a dejar el avión en un lugar alejado, o enviar otro para recoger al personal. La situación crea un “inmenso rompecabezas logístico”. Si la prueba rápida obligatoria antes de la salida a los Países Bajos también se aplica al personal de KLM, es casi imposible que los vuelos continúen. Los vuelos de larga distancia, a partir del sábado, pueden experimentar cambios.

El problema adicional es que KLM no opera a muchos de esos “países seguros”, como son Australia, Nueva Zelanda y Ruanda, sino a países como China, Tailandia y Corea del Sur. Para todos los demás destinos, todavía es incierto si KLM puede continuar volando allí.

Fuente: preferente.com

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