La CGT desactiva paro antes de fin de año y la unidad sindical vuelve a estar a prueba, con dudas entre dialogar y radicalizar la protesta
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UPCN fue nuevamente la sede gremial elegida para una reunión de ¨mesa chica¨ de la conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT), que contó con la presencia de Héctor Daer como único integrante del trío de secretarios Generales, junto a Gerardo Martinez (UOCRA), José Lingieri (gremio Aguas y principal negociador por el financiamiento de las Obras Sociales) y el secretario Adjunto de la central sindical y anfitrión del encuentro Andrés Rodriguez, entre otros dirigentes que, según trascendió, acordaron desactivar la posibilidad de llevar adelante una medida fuerza antes de fin de año.
El anuncio, aunque más simbólico que explícito, parece ser una respuesta rápida a la propuesta que empezaba a surgir desde los gremios del transporte, protagonistas del paro del 30 de octubre, para llevar adelante otra acción de protesta nacional durante el próximo mes de diciembre -aún no desactivada-, que se instaló con declaraciones en este sentido de Pablo Moyano, ausente por cierto en la reunión de ayer.
De hecho, se mencionan algunas diferencias en la estrategia del actual principal referente de los gremios del transporte, con el propio Hugo Moyano, que estaría recorriendo también un camino de no acrecentar la tensión con el gobierno, más por una cuestión de carácter ¨tiempista¨ que metodológica. Práctica que también se traslada a las actitudes que asumen titulares de otros sectores con fuerte problemática laboral, como la actividad de la construcción, en notable caída en la producción y los puestos de empleo, las dependencias estatales con reducción de personal y baja en los ingresos salariales y los trabajadores de la salud, con conflictos en hospitales, sanatorios y otros centros de atención.
Incluso la Mesa Nacional del Transporte deberá recorrer un camino difícil en los próximos días, ya que algunos de los sindicatos integrantes de este sector también parecen estar más predispuestos a levantar el pie del acelerador. El titular de La Fraternidad, Omar Maturano, por ejemplo, tuvo expresiones en este sentido.
En la reunión en UPCN tampoco estuvo presente Carlos Acuña, el titular de la CGT del sector que lidera Barrionuevo, aunque los lazos de comunicación con el máximo referente del gremio gastronómico están funcionando, más allá que a veces cada quien por su lado decide recorrer los caminos de conversación con sus propios interlocutores.
De todas maneras, pocos confìan en que la estrategia del diálogo tenga buenos frutos en el corto plazo, más allá de algunos acuerdos de proyectos legislativos que buscaban involucrarse en el ejercicio electoral de los sindicatos y la promesa de disminuir los avances anti sindicales, mencionados por algunos funcionarios de la administración libertaria.
El gobierno se muestra, por cierto exultante en el mundo de las relaciones laborales, no sólo ante los representantes de los trabajadores sino también con claros mensajes de alerta respecto de la posibilidad de avanzar sin consensos internos con los intereses empresarios (la Unión Industrial Argentina protestó por medidas de apertura de importaciones) ni con sectores del campo, preocupados por la cotización del tipo de cambio. Aunque en ambos casos busca presentar alternativas con negocios paralelos y medidas económicas con posibilidades de rentables inversiones para satisfacer algunas de sus demandas.