Llegar a todo el país

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TRANSPORTE AEROCOMERCIAL

Pablo Luciano Potenze – www.gacetaeronautica.com
13/11/2023

Las líneas aéreas creadas por el régimen peronista a partir de 1946 tuvieron la misión de unir todo el país con Buenos Aires, superponiéndose en gran medida con la red ferroviaria, mejorado en mucho los servicios aéreos existentes y creando otros nuevos. Además, tuvieron que informar a todos que había un nuevo modo de viajar por la Argentina. Aerolíneas Argentinas fue la que concluyó esta misión.

Para cumplir con este mandato hubo que superar dificultades, fundamentalmente técnicas, relacionadas con el alcance de los aviones y la infraestructura, la distribución del combustible y el siempre oneroso handling, pero además había un tema comercial ineludible, que exigió la puesta en marcha de agencias en todo el país y otras acciones de marketing.

Desde lo técnico la unidad de medida fue el Douglas DC-3, que fue la aeronave insignia de Aeroposta Argentina y ZONDA. Tenía un alcance de alrededor de 2.500 km y requería una pista de algo menos de 1.000 metros. Esos dos números, con las penalizaciones que fueron menester en cada caso particular, fueron la base del diseño de las rutas domésticas argentinas.

En el caso de ALFA las cosas fueron distintas, porque su flota estuvo compuesta mayoritariamente por hidroaviones Short Sandringham, que tenían un alcance parecido, pero no necesitaban aeropuertos específicos, porque cualquier espejo de agua les servía, aunque la operación acuática era más compleja.

Aeroposta voló las rutas de su predecesora, pero agregó como destinos Bariloche, con escalas, y Mar del Plata.

La puesta en servicio de aviones más rápidos y grandes fue, además, una forma de aumentar la oferta de asientos, ya que una hora de DC-3 producía algo más de 6.000 pasajeros kilómetro, mientras que la de Junkers sólo alcanzaba los 3.500.

Para ALFA el tema fue parecido, porque la mayor parte de sus rutas habían sido operadas de un modo u otro por los hidroaviones de la Corporación, pero ahora se agregaron vuelos con DC-3 y hubo nuevos destinos y, en algunos tramos, la posibilidad de elegir entre los hidros y los aviones terrestres.

Otra cuestión a destacar era que los Sandringham, los mayores aviones que volaban en rutas domésticas, tenían un mayor nivel de confort que los DC-3, y eso podía ser destacado aunque, dado que no había competencia entre las empresas porque las rutas eran exclusivas, no era un argumento práctico.

Finalmente estuvo ZONDA, la más organizada como empresa de las mixtas, que voló al noroeste. Todas sus rutas habían sido operadas por Panagra, lo que le allanó mucho el camino, en la medida en que, legislación mediante, los pasajeros se vieron obligados a abandonar a la empresa norteamericana y usar a la criolla.

Lo interesante fue que ZONDA propuso un servicio de cargas, que empezó a operar unos días antes que el de pasajeros, por lo que lo primero que operó la empresa fue esta novedad.

Pero no hubo demanda para esta propuesta, lo que llevó a la empresa a asumir la realidad del mercado y buscar dar servicios ágiles a sus pasajeros. En esos primeros tiempos llegó a tener siete vuelos diarios a Córdoba, tres a Mendoza o Tucumán y por lo menos uno al resto de sus destinos. Evidentemente, la empresa dirigida por el ingeniero Alsogaray había entendido la esencia del transporte aéreo.

Así fue que las mixtas, con el agregado de LADE que no estaba dentro de la idea original pero que sumó servicios, fueron capaces de dar a país un mapa de rutas completo para su momento, que llegaba a casi todas las capitales de provincias (faltaban Catamarca, La Plata y Ushuaia, que se agregó pronto) y a varias ciudades de importancia comercial o turística.

No había tramos entre ciudades del interior, salvo los que correspondían a escalas de rutas completas. Las escalas a veces eran mandatarias, porque había que repostar. En algunos casos muchos puntos terminales de ruta no tenían combustible, y se debía cargar en otro lado.

Reabastecer un avión de éstos en escalas era complicado. Prohibición absoluta de fumar para todos; los pasajeros debían bajar de la máquina e ir a la aeroestación y podían volver cuándo terminaba el procedimiento. Cuando llovía o había que abrigarse era muy complicado.

Aerolíneas Argentinas, que heredó a las cuatro sociedades mixtas, continuó con esta campaña de promoción de la aviación, aunque el tema fue algo más sencillo, porque era una sola compañía a cargo de un mensaje único.

A partir de mediados de los años cincuenta, no fue necesario explicarle al público las posibilidades del transporte aéreo, por lo que este tipo de publicidades cambiaron, pero hubo momentos en los que alguien debió informar sobre novedades importantes. El caso más notable fue, en el entorno de los años setenta, cuando LADE lanzó su red patagónica.

Hoy los mapas prácticamente han desaparecido de la publicidad de las aerolíneas del país. Están escondidos en el fondo de los portales de internet.

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