Mientras la diplomacia argentina acumula tropiezos, volvieron los ejercicios militares en Malvinas
La llegada del Partido Laborista no modificó la política colonialista del Reino Unido.
La nueva demostración de fuerza ocurrió el viernes pasado, al cierre de la semana en la que Javier Milei evitó la cumbre del Mercosur. En su lugar quedó Diana Mondino, que no incluyó el reclamo de soberanía en el documento final del ente sudamericano.
Tras las elecciones del 4 de julio y la victoria del Partido Laborista, el Ministerio de Relaciones Exteriores de David Lammy remplazó al conservador David Cameron, –el ex primer ministro que le regaló a Javier Milei una foto en Davos– pero la política imperialista de Islas Malvinas aún no sufre cambios. En su cuenta de X, las Fuerzas Británicas del Atlántico Sur realizaron nuevos ejercicios militares frente a un Gobierno argentino que eligió el camino de no reclamar la soberanía argentina, con el objetivo de obtener beneficios comerciales.
Los ejercicios militares fueron realizados por la Compañía de Infantería Roulement junto a la Fuerza de Defensa de las Islas Malvinas, la Armada y la Fuerza Área real. La nueva demostración de fuerza ocurrió el viernes pasado, al cierre de la semana en la que la canciller Diana Mondino fue la representante de la Argentina en la Cumbre del Mercosur, a la que Milei decidió no asistir para participar de un encuentro informal en Camboriú con el ex presidente Jair Bolsonaro, donde recibió la «medalla de las tres íes».
El papel de Mondino en el encuentro del Mercosur estuvo en línea con la política que la Cancillería mantiene respecto del reclamo soberano de las Islas Malvinas. Sino no se explica por qué se generó que, por primera vez desde 1996, un documento del Mercosur no incluya el reclamo argentino por las islas del Atlántico Sur.
Desde su primer viaje al exterior, al Foro de Davos, Milei puso los negocios por encima de la soberanía, cuando celebró la foto con el entonces Ministro de Relaciones Exteriores David Cameron e indicó que el tema soberano «se dejó para más adelante». Mondino también declaró siempre que el pensamiento de La Libertad Avanza era el de reconocer la autonomía de los kelpers y buscar acuerdos.
En paralelo, Cameron voló a las Islas Malvinas en otra demostración de fuerza de Gran Bretaña –gesto que mereció solo una chicana en la cuenta X por parte de Mondino– y, en la previa de las elecciones, el gobierno británico había anunciado el inicio de «un período legal de consulta» a los isleños –que se extendería hasta el 5 de agosto de 2024– para avanzar en la explotación de recursos petroleros en el lecho marino.
La consulta busca el respaldo de los kelpers para el plan de explotación petrolífera el estuario de la Isla de los Leones Marinos, ubicada 240 kilómetros al sur de la Isla Soledad, y niega la soberanía argentina sobre esos recursos, ubicados en la plataforma marítima nacional. El proyecto de explotación petrolera involucra la perforación de 23 pozos petroleros y la producción de más de 300 millones de barriles de petróleo durante 30 años.
Como otro botón de muestra de la política de La Libertad Avanza en el tema Malvinas está el premio otogardo a Carlos Foradori, ex funcionario de Cancillería en la gestión del PRO y responsable de la firma de un acuerdo que le había otorgado permisos de explotación en hidrocarburos a los kelpers. Foradori fue nombrado por Milei como representante ante los organismos internacionales en Ginebra.
Leal a su nombramiento, Foradori defendió, a principio de mes, la represión ocurrida en el Congreso durante las protestas contra la Ley Bases ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Repitió que «se intentó tomar el Congreso» y que fueron actos «terroristas»; acusaciones sin pruebas que el Poder Judicial desnudó en la causa abierta contra las 33 personas detenidas aquel día.