Geir Kalsen, el director financiero de Norwegian Air tiene objetivos claros: sanear la compañía. Y para ello amenaza con no detenerse ante nada y parece que ante nadie. Hace unos días, presentó algunos datos de la compañía en Oslo. Preguntado por la prensa, no se fue por las ramas: “Si nuestro proyecto en Argentina no se corresponde con lo esperado, estamos preparados para retirarnos”, dijo. Al día siguiente, el director general, Bjorn Kjos dijo que mantenía su compromiso con Argentina, pero nadie le cree al segundo, conociendo la situación de la empresa y las pocas posibilidades que tiene de mantener las pérdidas en Argentina.
El director financiero no tuvo contemplaciones en la explicación: dijo que el proyecto en Argentina a día de hoy no está yendo bien. Que es temporada baja y que la economía argentina está pasando por un mal momento, pero que dejarán junio y julio a ver cómo evolucionan las cosas pero que si para agosto no hay signos de mejora, cerrarán. Agosto es el peor mes del año en Argentina porque es pleno invierno y es realmente difícil para una aerolínea sobrevivir a la situación.
En realidad, el problema de Argentina no es sólo de Norwegian. FlyBondi, la primera de las aerolíneas que se instaló en el país aprovechando la apertura propuesta por el gobierno de Macri, tenía pensado acabar este año con 10 aviones. FlyBondi aplica estrictamente el modelo de Ryanair, volando únicamente a aeropuertos baratos, con escaso uso, buscando pasajeros que nunca han subido a un avión más que aquellos ya iniciados.
Las cosas no parece que le vayan especialmente mal pero sólo opera con 5 aviones y no tiene planes en estos momentos de ampliar su flota en 2019. El problema, dicen en FlyBondi, está en que la economía argentina no está para muchos lujos.
Norwegian, igual que en Europa, nace dirigida a un segmento no estrictamente del coste más bajo: sus aviones, sus plantillas, incluso los aeropuertos desde los que opera son de más nivel que los de FlyBondi.
La prensa peronista, anti Macri, ya se ha lanzado sobre Norwegian, no tanto criticando a la compañía como burlándose del proyecto de Macri de ofrecer vuelos baratos para la mayor parte de la sociedad. Además de hacerse eco de las palabras del director financiero, han hecho mucho ruido con la retirada de un avión de los cuatro destinados a Argentina y que ha sido devuelto a Europa para ayudar a paliar la crisis de los 737 Max (Norwegian se da un respiro: gana pasajeros gracias a la huelga de SAS).