Pagan casi $200.000 millones para reducir el personal en AySA, Aerolíneas y el Correo
27/07/2024 La Nación – Nota – Economía – Pag. 20
Ignacio Grimaldi LA NACION
ajuste. Son tres de las empresas públicas más grandes; proyectan que adherirán al régimen de retiros voluntarios hasta unos 5800 empleados; Trenes Argentinos, en la mira.
Pasar la motosierra no es gratis. Tiene un costo. En el caso de la reducción de personal de empresas públicas, de momento el gasto asciende a casi $200.000 millones para los retiros voluntarios en tres de las compañías estatales más grandes: AySA, Correo Argentino y Aerolíneas Argentinas.
Según fuentes de cada una de ellas, la cifra exacta del dinero que recibieron del Gobierno suma $194.700 millones. El plan de reducción de las tres compañías incluye el retiro voluntario de 5800 personas.
Por lo tanto, en proporción, el Tesoro destinó un promedio de unos $33,6 millones por cada trabajador que adhirió a este régimen. En el caso de AySA, 1200 personas adhirieron al retiro voluntario.
Desde la empresa informaron que recibieron $36.000 millones para financiar las salidas de esos empleados. En consecuencia, el promedio fue de $30 millones per cápita.
Más allá de la cuestión económica, la empresa contaba con 7790 empleados en diciembre del año pasado, según un relevamiento del Indec. A propósito de esto, un documento elaborado por la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado de Jefatura de Gabinete, al que la nacion tuvo acceso en mayo, describió: «AySA fue un ejemplo en el que se crearon cargos y se tomaron empleados por cuestiones políticas o de militancia partidaria y no por una necesidad real».
En relación con el plan de reducción de personal de AySA, desde la empresa explicaron que «en el mes de abril se puso en marcha el retiro voluntario con el objetivo de lograr una reducción del 15% de los gastos corrientes de masa salarial y, a la fecha, se ha superado este objetivo».
Correo Argentino es la empresa cuya planta más bajas sufrió. Según fuentes del Gobierno, registró 3600 retiros voluntarios y 377 despidos.
Para los retiros voluntarios recibió dos transferencias del Tesoro que, sumaredas, llegan a los $100.000 millones. Prorrateado, daría unos $27,8 millones por cada retiro.
A su vez, la cantidad de bajas que registró esta compañía equivale a casi uno de cada 4 trabajadores que tenía en noviembre del año pasado, ya que en aquel entonces contaba con 16.897 empleados: entre retiros y despidos, quienes abandonaron el Correo suman 3977.
El caso de Aerolíneas Argentinas es el que presenta la transferencia del Gobierno más reciente. De acuerdo con el monitor de la Oficina de Presupuesto del Congreso, en junio recibió dinero del Ejecutivo por primera vez en la era Milei: fueron $58.700 millones. Fuentes del Ministerio de Economía explicaron que esos recursos tienen el objetivo de financiar el plan de reducción de la empresa.
En ese sentido, Aerolíneas Argentinas completó una primera etapa de retiros voluntarios, que incluyó a casi 500 empleados y hace casi dos semanas lanzó una segunda instancia del mismo régimen al que, tal como expresaron desde la empresa, proyectan que adhieran otras 500 personas.
Estos son los datos sobre el dinero girado para los retiros voluntarios y planes de reducción de tres de las empresas públicas más grandes que iniciaron tales procesos. Sin embargo, si se tuviera en consideración el tamaño de la dotación de la compañía, la más grande es Operadora Ferroviaria SE, con 23.456 empleados.
Esta empresa, también conocida como Trenes Argentinos, de momento no inició ningún proceso de retiro voluntario o despidos, tal como informaron sus representantes.
Pero la firma atraviesa un momento de cambios, ya que anteayer el Gobierno le solicitó la renuncia a quien era su presidente, Luis Luque, porque «no se han cumplido con los objetivos y tiempos adecuados para las políticas que demanda el sector».
El ímpetu privatizador del Gobierno siempre marcó primero en su hoja de ruta la estación de saneamiento de cuentas internas y luego la de posibles ventas. Pese a eso, no todas estas compañías podrían ser privatizadas. De hecho, Correo Argentino y Aerolíneas Argentinas fueron excluidas de las que pueden ser vendidas. Caso contrario es el de AySA y Trenes Argentinos, que hasta incluso podrían ser otorgadas en concesión, según la Ley Bases.
Para el Gobierno, en AySA se crearon puestos de trabajo por cuestiones políticas