Paro general de la CGT: en el Gobierno, mientras unos buscan frenarlo, otros lanzan provocaciones

gestionsindical.com
La Casa Rosada no descarta negociar para que no haya paro general el 10 de abril. Pero los propios le traen más problemas que la CGT.
Luego de que la CGT confirmó la fecha del 10 de abril para el nuevo paro general, desde el Gobierno nacional dijeron que apostarán a retomar el diálogo con la calle Azopardo para que se suspenda la medida.
La tarea de los negociadores designados dentro del Ejecutivo se enfrenta con una dificultad extra: al mismo tiempo, desde dentro del propio Gobierno de Javier Milei no cesan las provocaciones a la CGT, que enturbian las posibilidades de llegar a un acuerdo.
Según trascendió, quien tendrá la misión de establecer los contactos con la cúpula de la central obrera será el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de perfil moderado y el funcionario con mejor relación con algunos gremios.
Pero en Balcarce 50 saben que tendrá “una tarea difícil” y ven poco probable la posibilidad de torcer la voluntad de la CGT. Y eso, claro, será más difícil luego de las últimas declaraciones que trascendieron, que apuntaron a descalificar las intenciones de la central.
Los palos hacia la CGT
“Es una sobre reacción. Estuvieron compelidos”, dijo un funcionario del Gobierno con pocas expectativas de lograr que la central obrera retrotraiga su anuncio. “Han tomado una decisión producto de las circunstancias y es complejo que den un paso atrás”, explicó.
A tono con esa postura pero frente a los micrófonos y las cámaras y, como siempre, en tono más confrontativo, el vocero presidencial, Manuel Adorni, señaló que se trata de una medida de fuerza “para defender intereses propios”, y añadió que están organizados “para dañar al Gobierno”. Incluso, consideró que “acá no hay nada que amerite un paro”.
Uno de los secretarios generales de la CGT, Héctor Daer, le salió al cruce a la postura del vocero desestimando de plano la base de su análisis. «Hay que entender de una vez que un paro de la CGT es un paro político», porque lo que se hace es “disputar temas políticos”, indicó.
A la hora de enumerar las razones para el paro, un Daer mucho más locuaz que lo que venía siendo en los últimos largos meses, remarcó: “Que no queremos que nos pisen las paritarias, que no queremos la caída de los ingresos, que no puede ser que los jubilados sean la variable de ajuste, que no puede ser que las tarifas aumenten por sobre los salarios”.
Dentro del Gobierno no pierden las esperanzas de frenar el tercer paro general contra Javier Milei, recordando que la mayoría de las veces en la CGT terminó imponiéndose el sector más dialoguista, y entienden que por algo fue tan larga la reunión de este jueves en Azopardo para definir el paro. Pero saben que no tienen prácticamente nada para ofrecer más que promesas.
Por el paro general no habrá trenes ni colectivos
Otra de las cosas que se decidió en la reunión de la CGT que le puso fecha a la medida de fuerza ees que habrá una movilización el día previo. De esa forma, el miércoles 9 se llevará a cabo una concentración en el centro porteño que coincidirá con la habitual marcha de los jubilados, que en las últimas dos semanas tomó un volumen mayor en las adyacencias del Congreso de la Nación.
Así, la central obrera volverá a respaldar en la calle todos los reclamos que los jubilados vienen realizando semana a semana, y al que en el último tiempo comenzaron a sumarse distintos sindicatos y organizaciones sociales.
De acuerdo con lo expresado por Daer, “las acciones sindicales durarán 36 horas”, ya que la concentración comenzará a las 12 del mediodía del miércoles.
En un principio la iniciativa no había tenido el acompañamiento de todos los sectores de la CGT, pero en la reunión del jueves se unificaron las posturas.
Omar Maturano (La Fraternidad), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Roberto Fernández (UTA), que representan a los trabajadores de trenes y colectivos, apoyaron la medida de fuerza, por lo que el 10 de abril no habrá servicio de transporte para moverse en el AMBA.
Tampoco habrá subtes en la Ciudad de Buenos Aires, ya que los metrodelegados que conduce Roberto Pianelli, y el sector de la UTA, que representa Fernández, se acoplaron a la decisión tomada por la central obrera.