Planes oficiales para reducir el déficit de Aerolíneas
31/08/2024 La Nación – Nota – Sociedad – Pag. 25
Ignacio Grimaldi LA NACION
Frustrado el intento de privatizar la firma de bandera, se busca recortar en más de un 60% su desequilibrio en dólares. Los peores números en materia de resultado financiero en 2024 dentro del universo de empresas públicas se concentran en Aerolíneas Argentinas, según el último reporte de la Oficina Nacional de Presupuesto, con información hasta el primer trimestre del año. Generó pérdidas por $149.214,4 millones, que, a la cotización del dólar del Banco Nación, equivalían a US$170 millones al 28 de marzo.
Para Aerolíneas Argentinas el dato del Ministerio de Economía «no refleja la realidad». Fuentes de la compañía explicaron que hay una diferencia técnica en la medición del déficit, dado que los ingresos de la empresa demoran en impactar en su cuenta. Informaron que su déficit, según sus números, es la mitad de lo que reporta Hacienda: entre enero yjulio registraron un resultado operativo negativo de US$79 millones.
Otra cifra importante en la contabilidad de Aerolíneas Argentinas es su objetivo de terminar este año con un déficit inferior a US$150 millones; significa reducir un 60% su resultado negativo de 2023.
Es una tarea complicada. Las medidas de fuerza impulsadas por gremios aeronáuticos en reclamo de recomposición salarial comenzaron el 19 pasado en el Aeropar- que Jorge Newbery.
Un documento de la extinta Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado, que trabajaba en la órbita de la Jefatura de Gabinete y se convirtió en la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, en el Ministerio de Economía, explicaba que antes de cualquier privatización, concesión o cambio de esquema a capitales mixtos la compañía debía «poner en orden sus cuentas».
Según detallaron fuentes oficiales, esto implica efectivizar el «no hay plata», reducir la planta de personal y eficientizar el esquema de negocios, algo que se puede observar en los cambios de rutas que anunció la aerolínea.
A propósito del «no hay plata», Aerolíneas Argentinas solo recibió transferencias del Gobierno equivalentes a $61.100 millones, según la Oficina de Presupuesto de Congreso (OPC). Representa un recorte interanual del 29% en términos reales. Gran parte de ese dinero, $58.733 millones, tenía el objetivo de cubrir el gasto de retiros voluntarios. Un primer plan de retiros acogió a 500 personas y se encuentra en marcha una segunda etapa, con la que la compañía busca que se adhieran otros 500.
«Las empresas públicas sobre- dimensionaron la cantidad de empleados que necesitaban para funcionar», dice el documento de quienes trazaron el plan original del Gobierno con las empresas públicas. Según cifras oficiales, Aerolíneas Argentinas tenía 11.926 empleados en diciembre pasado.
Según el Indec, esa cantidad bajó a 11.436 en junio y los números de la OPC de julio muestran que la reducción de la planta continuó, ya que cerró el séptimo mes del año con 11.184. En lo que va de la gestión libertaria, la compañía tiene 742 empleados menos.
En términos de masa salarial, los datos de la Jefatura de Gabinete expuestos ante el Senado dieron cuenta que el ingreso del personal de APLA, sindicato dirigido por Pablo Biró, oscila entre $2,9 millones y $7 millones; el de APA, entre $759.742 y $1,7 millones; el de APTA y UPSA, entre $1,3 millones y $3 millones, y el de AAA, entre $975.216y $3,1 millones.
La compañía hizo cambios en su esquema de negocios, al que busca darle «mayor rentabilidad». Desde la empresa informaron que se cancelaron las rutas de Nueva Yorky de La Habana, que eran deficitarias, y se reforzaron los vuelos a Miami, Madrid y destinos del Caribe.
E informaron que redujeron postas y viáticos, y renegociaron contratos con proveedores. Un ejemplo que citaron fueron las postas en Ushuaia, cuyo costo mensual superaba los US$100.000.
Desregulación No todo se definió desde el diseño de la estrategia de negocios. En un primer momento, el Gobierno buscó apuntalar a Aerolíneas Argentinas para su privatización, pero el Congreso la quitó de la Ley Bases. En consecuencia, los cambios más rotundos comenzaron a llegar con las medidas sobre «desregulación de los cielos», firmadas por el ministro Federico Sturzenegger.
La primera de ellas se publicó a través de la resolución 240, mediante la cual el Gobierno habilitó ampliar operaciones en el Aeropar- que Jorge Newbery y eliminó la limitación en la cantidad de asientos de las aeronaves. «Las operaciones internacionales en Aeroparque no podían ser a escala ni usar aviones con más de 200 plazas. Ambas restricciones se liberan. Como resultado, JetSmart comenzará a operar Santiago de Chile-Buenos Aires- Río de Janeiro, que estaba prohibido», dijo Sturzenegger.
A su vez, desde la Secretaría de Transporte dijeron que eso permitirá operar vuelos a menores costos, ya que podrán ingresar aviones con más pasajeros a Aeroparque. Para Aerolíneas Argentinas significó el comienzo de la planificación de nuevos vuelos desde octubre entre Santiago de Chile, Río de Janeiro y San Pablo, todos con escalas en el Jorge Newbery.
Otra medida que impactó en Aerolíneas Argentinas fue la eliminación de la obligación de funcionarios públicos de viajar con la aerolínea de bandera. Ahora, pueden contratar tickets con cualquier empresa para viajes oficiales.
Además, un cambio reciente en las tarifas de la compañía es el aumento para los vuelos de cabotaje. Su precio, tal como informó la nación, se incrementó un 3%.*