Por el dólar, hubo casi 1,6 millones más de argentinos en el exterior

Francisco Jueguen LA NACION
salarios. Son los datos de la ETI del Indec para los meses de enero y febrero; cayó un 30% la llegada de turistas extranjeros. La moneda cambió todas las decisiones de los argentinos. Hoy el lema oficial podría ser: «Mar del Plata no; Praia Brava, sí».
La Argentina pasó de ser un oasis accesible -luego de la devaluación de diciembre de 2023- para el turismo extranjero a convertirse casi en tiempo récord en una plaza turística cara en dólares por el supuesto atraso del tipo de cambio. Pero, además, el mayor poder adquisitivo en moneda dura impulsó a que en enero y febrero de este año -pico del período estival- 1,6 millones más de argentinos pasaran sus vacaciones en el exterior frente a lo que ocurrió en 2024.
Según las Estadísticas de Turismo Internacional (ETI) confeccionada por el Indec, en enero de este año viajaron al exterior 1,9 millones (un alza de 73,2% frente a los 1,11 millones del mismo mes de 2024), mientras que, en febrero, fueron al extranjero 1,8 millones de argentinos (un alza de 74,2% frente a los 1,047 millones del año pasado). En el último bimestre, fueron en total 3,7 millones los que salieron del país como turistas, o sea, 1,59 millones más que los 2,15 millones de 2024.
El impacto se siente también puertas adentro del país. La cantidad de turistas extranjeros que eligieron a la Argentina como destino se desplomó un 30,7% en febrero (en enero había bajado 20,1%).
En la última ETI -datos que van de la mano con los números publicados en enero- se informó que el 86,2% del turismo emisivo -argentinos que viajan al exterior- se dirigió a los países limítrofes. Los principales destinos fueron las playas de Brasil (38,6%), los shoppings de Chile (20,2%) y Uruguay, 16,3%.
Los números se conocen en medio de un debate entre el Gobierno y economistas privados sobre el valor del tipo de cambio y el impacto del atraso cambiario -el Palacio de Hacienda lo niega- tanto en la economía productiva como en la capacidad del Banco Central (BCRA) de recuperar reservas internacionales, número que sigue siendo negativo (en algo más de US$5000 millones, según datos del mercado).
Claro que el Gobierno afirma que la mayoría del consumo con tarjeta de crédito en el exterior se termina pagado con dólar MEP, gracias a la diferencia que todavía genera la percepción de Ganancias -una vez eliminado el impuesto PAIS- en el llamado dólar tarjeta. Sin embargo, parte del volumen en el mercado de los dólares financieros lo aporta el mismo BCRA, cuando interviene (esteriliza los pesos de sus compras de dólares) en el mercado de bonos para controlar sus cotizaciones.
Falta aún para saber el golpe global, ya que recién a fines de esta semana la entidad que conduce Santiago Bausili difundirá el balance cambiario de febrero. El dato de enero había arrojado un fuerte saldo negativo en la cuenta de servicios (-US$1187 millones), determinados en buena parte por un desbalance en el rubro turístico. Es que, ante precios más ventajosos en el exterior para los argentinos, se fueron por viajes, turismo y pagos con tarjetas US$1486 millones.
El diario español El País publicó semanas atrás una nota en la que alertaba que un café cuesta en la Argentina US$3,5 y daba, así, a entender que era el país más caro en dólares de América latina. En Chile cuesta US$2,8; en Colombia, US$1,5, lo mismo que en Brasil y en México, US$2,5. La hora de estacionamiento vale US$4,5 en el país y US$3,1 en Chile, US$2,2 en Colombia, US$4 en Brasil y US$2 en México.
El peso argentino es la segunda moneda más apreciada del mundo, según los últimos números del Índice Big Mac, publicado por la revista de The Economist. En la cima del ranking, que compara el precio de la célebre hamburguesa en distintos países del mundo, se ubica el franco suizo, según fue informado en febrero pasado. «La Argentina inevitablemente se va a poner más cara en dólares», había dicho el ministro de Economía, Luis Caputo, para quien esa apreciación tiene que ver con el éxito del plan de estabilización que lleva adelante.
Los economistas también comenzaron a poner el foco en la dinámica. «En febrero, las importaciones de bienes subieron al 55% interanual (en cantidades) y la salida de turistas al exterior subió al 74% interanual. Del lado de la oferta, las exportaciones subieron 10% interanual y la visita de turistas no residentes cayó un 30% interanual», escribió Martín Polo en X. «El atraso del tipo de cambio lo hizo de nuevo (…) Para recordar, el superávit comercial (en bienes) bajó un 85% en febrero 2025 con relación a un año atrás», afirmó Christian Buteler.
«El fuerte aumento del turismo emisivo tiene como uno de sus factores más relevantes la mejora del salario en dólares, que estimamos prácticamente se duplicó frente al primer bimestre de 2024. A la notable apreciación del peso, se sumó la depreciación de nuestros vecinos (especialmente Brasil), que impulsó el saldo negativo de la balanza turística», dijeron, en tanto, en la consultora privada Equilibra.*