PREVENCIÓN: ¿QUÉ ES LA HIPOACUSIA?
La hipoacusia, sordera o deficiencia auditiva, es un trastorno sensorial que consiste en la incapacidad para escuchar sonidos, y que dificulta el desarrollo del habla, el lenguaje y la comunicación. La misma puede ser unilateral, cuando afecta a un solo oído, o ser bilateral cuando ambos oídos están afectados.
CONCEPTOS GENERALES
La intensidad del sonido se mide en decibeles (dB):
- Un susurro es aproximadamente 20 dB.
- La música fuerte (algunos conciertos) es alrededor de 80 a 120 dB.
- El motor de un jet es más o menos de 140 a 180 dB.
- Los sonidos con más de 85 dB pueden ocasionar pérdida de la audición después de unas pocas horas. Los sonidos más fuertes pueden ocasionar dolor inmediato y la pérdida de la audición se puede presentar en muy poco tiempo.
- El tono del sonido se mide en ciclos por segundo (cps) o Hertz (Hz):
- Los tonos graves de un bajo fluctúan entre 50 a 60 Hz.
- Los tonos agudos de máxima elevación son de aproximadamente 10,000 Hz o más.
- El rango normal de audición de los humanos es de aproximadamente 20 a 20,000 Hz. Algunos animales pueden escuchar hasta 50,000 Hz. El lenguaje humano está generalmente entre 500 y 3,000 Hz.
¿CÓMO ES NUESTRO OÍDO?
El oído es el órgano que nos permite oír. Se compone de tres partes:
- Oído externo: lo forman el pabellón auricular (aurícula) y el conducto auditivo externo, un estrecho canal que llega hasta el tímpano.
- Oído medio: es una pequeña cavidad rellena de aire, en la que se encuentran el tímpano (o membrana timpánica), la cadena de huesecillos auditivos (martillo, yunque y estribo) y la trompa de Eustaquio.
- Oído interno: está formado por el aparato del equilibrio (sistema vestibular) y la cóclea. Esta, con forma de caracol, contiene fluido y unas células muy sensibles similares a un vello muy fino (células ciliadas), que no pueden regenerarse en caso de lesión. De la cóclea parte el nervio auditivo, que conecta el oído con el cerebro.
La audición es un proceso en el que las ondas sonoras se convierten en señales eléctricas, que luego el nervio auditivo envía del oído al cerebro.
El pabellón auditivo recoge e introduce estas ondas sonoras en el conducto auditivo externo, que las redirige al oído medio. Allí, chocan contra el tímpano y se transforman en vibraciones, que los huesecillos del oído medio (martillo, el yunque y el estribo) amplifican y transfieren al oído interno.
En el interior de este, las ondas se convierten en una señal eléctrica, gracias al movimiento de las células ciliadas de la cóclea y a la acción de ciertas sustancias químicas. Posteriormente, estos impulsos eléctricos se desplazan a través del nervio auditivo hasta el tronco cerebral, que los transmitirá a un área concreta del cerebro, encargada del procesamiento de esa señal. De esta forma, las personas finalmente, los interpretamos y convertimos en sonidos que podemos entender.
¿CUÁLES SON SUS CAUSAS DE LA HIPOACUSIA?
La pérdida de audición puede existir ya en el momento del nacimiento (causas congénitas), y también puede suceder a cualquier edad (causas adquiridas).
Entre las causas congénitas se encuentran:
- Factores hereditarios o no hereditarios.
- Complicaciones en el embarazo o en el parto. Por ejemplo, falta de oxígeno en el momento de nacer, ictericia grave durante el período neonatal, bajo peso en el nacimiento.
- Infecciones que haya sufrido la madre durante la gestación, como la rubeola o la sífilis.
- El uso incorrecto de determinados fármacos durante el embarazo (por ejemplo: aminoglucósidos, medicamentos citotóxicos, antipalúdicos y diuréticos).
Entre las “causas adquiridas”, se destacan las siguientes:
- El envejecimiento.
- Padecer infecciones crónicas del oído. En los niños, la otitis media crónica -presencia de líquido en el oído- es una causa frecuente.
- Sufrir enfermedades infecciosas como la meningitis, el sarampión y la parotiditis.
- La obstrucción del conducto auditivo por cerumen o cuerpos extraños.
- Padecer traumatismos craneoencefálicos o de los oídos.
- El consumo de algunos medicamentos como los que se prescriben en el tratamiento de infecciones neonatales, el paludismo, algunos tipos de tuberculosis y algunos tipos de cáncer.
- Exponerse a un ruido excesivo (la OMS recomienda un límite de 70 decibeles en espacios cerrados y ruidoso y de 55 decibeles en áreas abiertas). Esta circunstancia puede producirse en el puesto de trabajo, si está relacionado con maquinaria ruidosa o explosiones, o durante actividades y eventos recreativos en bares, discotecas o conciertos, donde se alcanzan a veces los 110 decibelios. También puede ser perjudicial usar los auriculares para escuchar música a un volumen excesivamente alto y por tiempo prolongado.
¿QUÉ TIPOS DE SORDERA HAY?
Basándose en la clasificación del Bureau Internacional de Audiofonología -BIAP-, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) divide los tipos de sordera en función de distintos criterios.
En primer lugar, según el momento en que se produce, puede ser:
- Sordera prelocutiva: la pérdida de audición es anterior al desarrollo del lenguaje.
- Sordera postlocutiva: se produce cuando ya existe el lenguaje.
Según la localización de la lesión, puede ser:
- De conducción o de transmisión: existen alteraciones en la transmisión del sonido a través del oído externo y medio.
- De percepción o neurosensorial: las lesiones afectan al oído interno o a la vía nerviosa auditiva.
- Mixta: las alteraciones se producen en las dos áreas.
Por último, según el grado de pérdida auditiva, puede tratarse de:
- Pérdidas leves: el umbral de audición se sitúa entre 20 y 40 decibelios.
- Pérdidas medias: la pérdida auditiva se halla entre 41 y 70 decibelios
- Pérdidas severas: la pérdida auditiva se sitúa entre los 71 y 90 decibelios.
- Pérdidas profundas: en este caso, la pérdida auditiva se sitúa entre los 91 y 100 decibelios.
¿CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS?
En la etapa anterior al desarrollo del lenguaje, puede no haber síntomas, pero sí algunas señales de alarma:
- Falta de reacción del niño ante ruidos fuertes.
- El bebé no balbucea o deja de hacerlo.
En otras etapas de la vida, la pérdida de audición se puede manifestar con síntomas como:
- Problemas para seguir una conversación que se produce entre dos o más personas.
- Dificultad para oír en ambientes con mucho ruido.
- Problemas para diferenciar sonidos agudos.
- A veces puede producirse sensación de falta de equilibrio o mareo, sensación de presión en el oído o escucharse un zumbido.
ESTUDIOS PARA EL DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA HIPOACUSIA
Su Fonoaudióloga puede evaluar su audición con pruebas simples que pueden realizarse en su consultorio. Estas pueden incluir llegar un cuestionario y escuchar susurros, diapasones o tonos de un otoscopio.
- Audiometría: proporciona una medición más precisa de la audición. Este examen evalúa su capacidad para escuchar sonidos. Los sonidos varían de acuerdo con el volumen o fuerza (intensidad) y con la velocidad de vibración de las ondas sonoras (tono).
- Diapasón: es un examen especializado con puede determinar el tipo de pérdida auditiva. El diapasón se golpea y se sostiene en el aire de cada lado de la cabeza para evaluar la capacidad de audición por conducción aérea. Se golpea y se coloca contra el hueso detrás de cada oído (hueso mastoideo) para evaluar la conducción ósea.
- Audiograma: (o prueba de todos puros). En esta prueba se le colocan audífonos conectados a un audiómetro. Se transmiten tonos puros a una frecuencia y volumen específico en cada oído, uno a la vez. Se le pide que haga una señal cuando escuche un sonido. Se realiza una gráfica del volumen mínimo requerido para escuchar. Se coloca un dispositivo llamado oscilador óseo contra el hueso mastoideo para evaluar la conducción ósea.
- Audiometría verbal: esta prueba es para medir su capacidad de detectar y repetir palabras habladas a diferentes niveles de volumen que escucha a través de unos audífonos.
- Impedanciometría o immitancia acústica: esta prueba mide la función del tímpano y el flujo del sonido a través del oído medio. Se inserta una sonda en el oído y se bombea aire para cambiar la presión dentro del mismo a medida que se producen los sonidos. Un micrófono monitorea la manera en la que los sonidos son conducidos a través del oído bajo diferentes presiones.
- Timpanometría: estudia la vibración del tímpano y la presión del oído medio.
TRATAMIENTO DE LA HIPOACUSIA
La detección e intervención oportuna son fundamentales para disminuir las consecuencias de la pérdida de audición en edades tempranas.
En cualquier caso y en función del tipo de hipoacusia, su grado y el momento de aparición, existen varios tipos de tratamientos:
- La utilización de audífonos: amplifican el sonido hasta volverlo audible para la persona.
- La intervención fonoaudiológica temprana y la habilitación/rehabilitación auditiva.
- Además, existen otras herramientas que pueden favorecer la comunicación de estas personas: la lectura de los labios, los textos escritos o el lenguaje de señas.
Por la vía quirúrgica, y de acuerdo a la clínica y patología del paciente, su especialista en Otorrinolaringología podría indicar, por ejemplo, la cirugía de reparación del oído medio; el implante coclear; el implante de tronco cerebral, el implante de conducción ósea, u otras.
PREVENCIÓN DE LA HIPOACUSIA
- Proteja sus oídos cuando esté expuesto a ruidos muy fuertes.
- Sea consciente de los riesgos para la audición de actividades recreativas tales como disparar un arma, conducir motos de nieve.
- Igualmente para actividades laborales: usar siempre protectores al estar cerca de turbinas y motores muy ruidosos.
- Aplicar métodos de control del ruido, tanto en la fuente como en el medio de transmisión.
- Realizar la periódica evaluación audiométrica y monitoreo de la audición de los trabajadores.
- Trabajar en la educación para la salud sobre ruido e hipoacusia.
- No escuche música a alto volumen por períodos prolongados.
- Si escucha música con auriculares, hágalo a un volumen moderado: que la música le permita escuchar los sonidos de tu alrededor.
- Limpie sus oídos con agua y jabónen vez de utilizar bastoncillos.
- Si en su entorno hay sonidos intensos y constantes, busque espacios de tranquilidad. Deje descansar sus oídos de vez en cuando.
- Cuando haga deportes acuáticos toma precauciones, utilice tapones y séquese bien después de los baños, para protegerlo de la presión y de la humedad.
- Si trabaja con equipos ruidosos, utilice protección auditiva.
- Sus oídos son especialmente sensibles a infecciones así que no se olvide de ellos cuando padezcagripes o catarros.
- Si se le tapan los oídos al viajar en tren o en avión, haga la maniobra de Valsalva: tapar la nariz, cerrar la boca y tratar de expulsar el aire.
- Realice todos los controles prenatales durante el embarazo.
- Los niños deben recibir todas las vacunas del Calendario Nacional de Vacunación.
- En los recién nacidos se debe realizar la Prueba de Pesquisa Neonatal Auditiva antes de salir de la maternidad o dentro del primer mes de vida. (Ley 25415: Programa Nacional de detección temprana y atención de la hipoacusia)
- Llevar a los niños al control periódico de salud, aunque estén sanos.
REFERENCIAS:
- Meducine Plus
- gob.ar Ministerio de Salud
- Julio Mosset: “Por qué perdemos la audición al envejecer” (19/03/22)
- GAES: “Un poco de cuidado auditivo cotidiano”.
- El Bureau Irnternacionalde Fonoaudiología (BIAP)