Qatar, contra las cuerdas por los problemas del Boeing 737 Max 10
LA BATALLA CON AIRBUS LE EMPIEZA A PASAR FACTURA
Tras su ruptura con Airbus, la aerolínea apostó por este nuevo modelo de Boeing, que no será certificado antes del verano de 2023
¿Cómo enlazan estas dos historias?
El 737 Max 10 tiene que ser, con sus dificultades y carencias, el avión capaz de competir con el Airbus 321XLR. (Se trata del avión de más ventas, un aparato de un pasillo de largo radio en su alcance, lo que revolucionará el mundo de la aviación al permitir vuelos punto a punto de larga distancia.) Los expertos dicen que no podrá competir porque mientras el europeo está estructuralmente en perfectas condiciones para operar en las distancias que están previstas para este avión, lo del 737 Max 10 será, en el mejor de los casos, un desarrollo en el límite, porque el diseño del avión no da para más. Por esos problemas, la certificación se va retrasando y retrasando.
Hay muchas víctimas de estas demoras. Una de las más interesantes es Qatar Airways. La aerolínea de este emirato se ha peleado con Airbus y el fabricante europeo le canceló la venta de unos 50 aviones A321 que eran fundamentales para su crecimiento regional y para alimentar su hub en Doha. Qatar le quitó importancia al enfrentamiento y compró de inmediato otros tantos B737 Max 10. Pero ahora este avión se retrasa y la consecuencia es que el crecimiento de Qatar queda paralizado, o retrasado (Airbus asesta un duro golpe a Qatar: adiós a los 50 A321neo).
Al Baker, así, se convierte en víctima de lo que ocurre con Boeing en Estados Unidos.
Además de un segundo problema: cuando uno se sienta delante de un vendedor de aviones y no puede sugerir, dar a entender, apuntar a que, si no hay acuerdo, está dispuesto a marcharse con el rival, la negociación deja de ser tal cosa.
La batalla Airbus Qatar empieza a pasar factura.