¿Seguridad o beneficio en la aviación?

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El caso de los 737 Max de Boeing y el progreso de una aviación en constante innovación • Por Sergei Lobuzko*.

Publicado el May 7, 2024 – aeromarket.com.ar/

Según la información disponible Boeing no habría superado 33 de 89 auditorías que la Federal Aviation Administration (FAA) hizo después de que un panel provocara una despresurización explosiva en un avión de Alaska Airlines en enero. Una auditoría de seis semanas realizada por la Administración Federal de Aviación de la producción de Boeing del avión 737 Max encontró docenas de problemas durante todo el proceso de fabricación de los MAX y uno de sus proveedores clave, según una presentación de diapositivas revisada por The New York Times.”

La seguridad es el tema más importante en la industria de la aviación. La pregunta que se plantea a cualquier profesional de la aviación tras una noticia así es: “Si una empresa tan reconocida puede fracasar, ¿cómo podemos confiar en alguien más?”.

Las noticias sobre el 737 MAX han estado presentes en los medios desde hace bastante tiempo, pero hoy me gustaría compartir mis pensamientos personales en relación con el mundo de los UAV. La regulación mundial de los UAV todavía se está desarrollando a nivel mundial. Antes de profundizar en el tema, conviene examinar por qué, en la aviación comercial, donde las normas ya son estrictas y mejoran continuamente, todavía son posibles incidentes basados en errores de desarrollo y producción con un tipo de avión que vuela desde 1957 y cuenta con más de 11.727 unidades. Entregado en todo el mundo a partir de marzo de 2024.

Boeing anunció el programa 737 MAX en agosto de 2011, como respuesta al éxito de mercado del A320neo (nueva opción de motor). El avión fue lanzado en diciembre de 2010. Éste punto es crucial. Si uno de los dos principales actores del mercado de la aviación civil comienza a hacerse con una gran parte de la cuota de mercado, el otro debe reaccionar rápidamente para mantener su posición.

Las reglas de aviación, incluidos regímenes, certificaciones y estándares, ya son sólidas y están bien desarrolladas. La mayoría de las normas están escritas con sangre. Así llegamos a nuestro tema: No importa cuán estrictas sean las reglas, si alguien puede romperlas (y no accidentalmente sino intencionalmente), es motivo de preocupación.

 

Boeing Corporation es seguramente uno de los actores más importantes y posee todos los documentos oficiales de la FAA, EASA y otras autoridades que confirman que la empresa cumple con todos los requisitos. Al mismo tiempo, se trata de un negocio en el que el dinero juega un papel fundamental. Podemos decir que nadie en su sano juicio quiere romper las reglas porque sí. La razón para hacerlo es el dinero y las ganancias.

El mercado de vehículos aéreos no tripulados está muy publicitado y crece año tras año. Diariamente se fundan muchas empresas nuevas que intentan aportar nuevas soluciones, desde la entrega de carga hasta los taxis aéreos. Estas empresas a menudo carecen de la experiencia, los fondos, los conocimientos y los procedimientos que Boeing ha acumulado durante años. PERCEETECH también está en esa lista de recién llegados. ¿Qué puede hacer el mundo de la aviación para brindarles a estas empresas la oportunidad de producir productos que cumplan con todos los requisitos? Esta cuestión suele subestimarse. Hoy en día, las normas para los vehículos aéreos no tripulados suelen convertirse en una copia de las normas para la aviación comercial. Este es un camino lógico. Si el producto formará parte del espacio aéreo general, debería ser tan seguro como cualquier otra parte que vuele en ese espacio. El problema es que los vehículos aéreos no tripulados a menudo se presentan como una forma más barata y eficiente de resolver tareas comerciales. El mundo de la aviación ya ha reconocido que el problema de la seguridad aérea es más grave de lo que parece a primera vista. Este conocimiento ha surgido a pesar de que el mercado civil de vehículos aéreos no tripulados aún no existe con toda su fuerza. El problema será cada vez más importante tan pronto como los vehículos aéreos no tripulados, como los taxis aéreos, se conviertan en una parte normal de nuestras vidas y dejen de ser algo innovador y sorprendente. Este mercado todavía dependerá de grandes inversiones y no de puros negocios.

Cuando la reducción de beneficios o costes se convierte en la medida más importante, estamos llegando a la misma página que la aviación comercial actual. El ejemplo de Boeing muestra que las decisiones de gestión y, en ocasiones los errores, desempeñan un papel importante en la seguridad de la aviación.

Existen muchas normas y reglas como SORA (The Specific Operations Risk Assessment), que están llamadas a hacer que la seguridad de los UAV sea posible de implementar en el espacio aéreo general. ¿Pero será suficiente? ¿Puede el mundo de la aviación hacer algo más para evitar la situación mencionada? En mi humilde opinión, sí.

 

Para evitar que el mundo de los vehículos aéreos no tripulados cometa los mismos errores, seguramente debemos tener en cuenta no sólo la seguridad sino también lo más importante para los negocios: el dinero. Las reglas deben ser factibles, estandarizadas y sencillas de controlar por parte de las autoridades de aviación. Las reglas de la aviación de vehículos aéreos no tripulados no están suficientemente estandarizadas como en la aviación comercial. Algunos países están más abiertos que otros a la nueva era de los UAV. Hay naciones donde los UAV ya pueden realizar operaciones más allá de la línea de alcance visual (BVLOS), en otros no.

La aviación no puede evitar que los UAV formen parte del sector aeroespacial. Otro problema es que los actores de este mercado en crecimiento son significativamente más numerosos que en la aviación comercial estándar, por lo tanto, será más complejo de controlar.

Desarrollar y producir vehículos aéreos no tripulados es tan complicado como producir aviones o helicópteros tripulados. A veces es un proceso más desafiante. El mundo de la aviación debería encontrar una manera de simplificar el proceso para brindar a las empresas la oportunidad de seguir las reglas sin intentar evitarlas o violarlas.

Hay muchas conferencias y grupos focales entre autoridades y empresas que intentan mejorarlo, pero la vida real demuestra que todavía no es suficiente. Todas las partes involucradas en este ámbito deberían formar algún tipo de asociación que tenga poder a nivel mundial bajo el paraguas de las autoridades aeronáuticas de cada país para estandarizarlas. Las normas no deberían centrarse sólo en la seguridad sino también en los factores económicos.

Sólo entonces, al unir negocios y seguridad, el mercado de vehículos aéreos no tripulados dejará de ser unicamente números grandes y hermosos en papel, y videos sofisticados en YouTube, para constituir en forma palpable una pieza de tecnología maravillosa que resolverá tareas comerciales de una manera más eficiente.

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