¿Transporte Aéreo Argentino?

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Por  Mariano Gonzalez Lacroix – Zona Militar  – 4 julio, 2021

Años atrás y durante la anterior gestión, en una nota titulada ¿Entrenadora Aérea Argentina? nos abocamos a desarrollar las dificultades operativas por las que se encontraba la Fuerza Aérea Argentina y el enfoque de la entonces administración en apostar los pocos recursos que había en la adquisición de aeronaves de entrenamiento. El articulo, que provocó seños fruncidos en algunos despachos, intentó llamar la atención por la entonces fijación en organizar las capacidades de la fuerza en misiones subsidiarias, escapando al deterioro o la pérdida de elementos que le permitían a la institución cumplir con la misión primaria que le otorga el plexo normativo argentino.

Si hacemos un repaso a vuelo de pájaro, mientras se incorporaban sistemas para organizar los escalones de formación y entrenamiento, los componentes específicamente diseñados para el combate quedaban fuera de servicio o gradualmente eran sometidos a un deterioro tal, que las unidades con capacidad letal terminaban siendo contadas con los dedos (y con el agravante de una mínima asignación de horas de vuelo).

La incorporación del sistema Texan II a la postre implicó un salto superador para la formación de pilotos. Sin embargo, la crítica se posicionó en la práctica exclusividad de trabajo que existió girando sobre aeronaves de entrenamiento.

¿Y adonde vamos con esta breve introducción? Nada mas y nada menos que al título incómodo.

A poco tiempo de cumplirse dos años de gestión, las novedades que recibimos y procesamos desde este pequeño grupo editorial en materia de poder aéreo nos hacen pensar en el concepto de déjà vu. ¿Por que? Porque parece que se vuelve a transitar un camino donde lo que mas pesa para la Fuerza es la misión subsidiaria, solamente que en este caso la atención se traslada de las aeronaves de entrenamiento a las de transporte.

¿Te parece ser tan categórico? Vamos a los datos.

  • C-130: Continúa la modernización de las aeronaves Hércules en FAdeA y se prevé trabajar sobre el L-100-30.
  • F-28: Puesta en servicio del TC-52 y avances en un segundo y antiguo F-28 (TC-53) con la asistencia de personal de FAdeA en instalaciones de la I Brigada Aérea. Ambas aeronaves habían sido dadas de baja.
  • F-27: Se licitaron componentes para poner en servicio una aeronave F-27 dada de baja en 2016.
  • B-737: Se incorporó una aeronave comercial para proveer capacidad «semi estratégica», aunque con capacidad de transporte limitada al no contar con portón lateral.
  • TC-12: Se está por recibir la primera serie de las 10 unidades de transporte ligero Huron, aeronaves que se encontraban preservados en EE.UU.
  • Saab 340: Se busca adquirir una nueva unidad para complementar las que aún se encuentran servicio dentro de LADE. Su naturaleza de diseño comercial proporciona pocas capacidades para misiones de transporte meramente militares.

¡Pero son buenas noticias y más en el contexto de pandemia! Nadie dice que no, pero eso no quita validez a lo sostenido anteriormente, y vamos a los hechos. Las aeronaves diseñadas, fabricadas e incorporadas con un rol estrictamente articulado para la misión primaria de la fuerza son cada vez menos y en algunos casos, la previsión de ser incorporadas brillan por su ausencia. La Argentina tiene solamente tres sistemas de armas pensados para la coacción letal, con muy baja disponibilidad en servicio y/o con limitaciones para esa función.

  • A-4AR: El placer de verlos volando tiene un horizonte definido a corto plazo y sin un reemplazo claro por no decir ausente. Otra limitación evidente se posa sobre las cantidades que pueden ser puestas en vuelo… como la curva de rendimientos decrecientes, a medida que se suma una en servicio resulta mas difícil seguir sumando. Hoy la única aeronave que puede vectorizar misiles.
  • EMB-312: Fuera de su rol de entrenadores, actualmente están destinadas para misiones de ataque, manteniendo limitaciones en cuanto a poder de fuego por la concurrente postergación de modernizaciones y provisión de armamento moderno
  • Pampa III: El orgullo argentino mantiene un largo camino a recorrer y con la limitación de haber sido concebido como una aeronave de entrenamiento. Existe en el inventario unas decenas de aeronaves con limitada capacidad de ataque.

Mención aparte se merece que la salida de servicio del emblemático sistema de armas Mirage dejó una vacante que continua sin rellenarse. La gestión anterior mantuvo una tenue (y no amarilla) llama de vela con el sistema FA-50, la cual fue finalmente apagada con el veto británico. Pese al paso del tiempo luego de esa capacidad imprescindible perdida, la Fuerza Aérea Argentina parece en la actualidad mas ocupada en enfocarse en sistemas con capacidades subsidiarias que en restituir la letalidad acorde a los desafíos que tiene la Defensa Nacional a futuro.

¿Transporte Aéreo Argentino? veremos que depara los próximos años.

 

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