Tras el paro, la Rosada hizo cambios en un ente clave para los sindicatos

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26/01/2024 Clarín – Nota – El País – Pag. 8

El frente sindical
Ignacio Ortelli iortelli@clarin.com

Desplazó a las autoridades de la Superintendencia de Servicios de Salud, que maneja una caja millonaria para las obras sociales gremiales. Uno de ellos, era un hombre de Patricia Bullrich.

En un claro mensaje a la CGT tras el primer paro nacional contra Javier Milei, el Gobierno desplazó ayer a las autoridades de la Superintendencia de Servicios de Salud.

Se trata del titular del organismo, Enrique Rodríguez Chiantore -que responde a Patricia Bullrich-, y el gerente general Nicolás Striglio, designados por la actual gestión y con un perfil más dialoguista con los gremios. En sus lugares asumirán Gabriel Oriolo y Claudio Stivelman.

El cambio se hizo a menos de 24 horas de la medida de fuerza, lo que implica un mensaje a los líderes sindicales, más allá de que la explicación que dio el Gobierno fue que «no se estaba avanzando en los objetivos» en el organismo y que el vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo que «lejos está de ser una venganza». Es que la Superintendencia, que maneja una caja millonaria de fondos que necesitan las obras sociales sindicales, es la encargada de llevar adelante la desregulación del sistema de salud que impulsa Milei y, en consecuencia, foco de atención de los gremios.

Lo curioso es que tanto la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, ni en la Secretaría de Trabajo, a cargo de Omar Yasín, a cargo del vínculo formal con la CGT, estaban avisados de los cambios.

«Esto lo decidió el Presidente y el jefe de Gabinete (Nicolás Posse) directo, ni siquiera (el ministro de Salud, Mario) Russo», aseguró a este diario una fuente bien informada.

En Salud abundaba el desconcierto por el proceso en el que se definió, más allá de que el decreto lleva la firma del ministro y que desde su entorno refrendaron los dichos de Adorni: «Esto no tiene nada que ver con el paro».

Pero la decisión también tomó por sorpresa al propio Rodríguez Chiantore, que hasta este martes trabajaba en resoluciones, normas decretos que necesitaba para su área. «Es injusto que le atribuyan no haber cumplido o por falta de resultados», indicó un allegado al experto en Salud, un dirigente de larga trayectoria y parte del equipo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. «Se enteró por el Boletín Oficial, nadie le avisó nada antes y ni siquiera le dieron una explicación después. Y es mentira que haya habido diferencia de criterios porque jamás recibió ninguna queja desde la Casa Rosada ni desde Salud», completó otra fuente.

Horas más tarde de la publicación, Rodríguez Chiantore ratificó esta información. «Abrí el Boletín Oficial y me enteré que me habían echado», dijo en radio Rivadavia.

«Estoy indignado: estas no son las formas, es bestial», agregó.
Diversas fuentes coinciden en que el promotor de este cambio fue Posse, quien a instancias del Presidente ordenó endurecer el vínculo con los gremios. Uno de los asesores del jefe de Gabinete es Mario Lugones, socio del operador radical «Coti» Nosiglia y padre de Rodrigo, un consultor polirubro de estrecho lazo con el asesor estrella de Milei, Santiago Caputo.

El propio Rodríguez Chiantore indicó en la misma entrevista que Lugones se atribuyó su salida. «Recibí un Whatsapp suyo, que me dijo ‘hicimos cambios'».

Lugones, presidente de la Fundación Sanatorio Güemes y secretario de la Federación Argentina de Prestadores de Salud, sonó como uno de los candidatos a conducir el área de Salud, pero finalmente Milei se inclinó por Russo, luego de que Eduardo Filgueira Lima, con quien venía trabajando y referente en salud durante la campaña, renunciara a La Libertad Avanza.

Desde el área de Salud, se limitaron a indicar a Clarín que los cambios en la Superintendencia responden a que había «diferencias de criterios» y al descontento de la Casa Rosada porque «no se estaba avanzando en los objetivos que se habían planteado desde el Poder Ejecutivo» para el organismo, que regula a todos los actores involucrados en el sector de la Salud (prepagas, obras sociales).

En tanto, desde Jefatura de Gabinete desmintieron que haya sido Posse quien tomó la decisión y, si bien admitieron que «había una fuerte diferencia de criterios» desde el área con la gestión de Rodríguez Chiantore, aseguraron que fue Russo que ordenó el enroque.

«A la hora de reglamentar desde lo técnico los capítulos de Salud, estos hombres estaban poniendo más regulaciones que antes. Y eso era absolutamente opuesto al espíritu de desregular», dijeron desde el entorno de Posse.

No obstante está detrás la cuestión política y la pelea con la CGT: Rodríguez Chiantore y Striglio no fueron objetados por la cúpula gremial.
En especial por José Luis Lingieri, el termómetro de la voluntad de la central obrera en materia de Salud.

Protesta. La CGT llevó adelante el primer paro general contra Javier Milei a 45 días del inicio de su gestión. La movilización fue masiva.

RODRÍGUEZ CHIANTORE

El WhatApp que recibió un echado: «Las cosas tienen su dinámica»

Enrique Rodríguez Chiantore, el desplazado titular de la Superintendencia de Salud, mantuvo una charla telefónica con Clarín en la que se mostró indignado, menos por la decisión del Gobierno («muy dolorosa», remarcó) que por la modalidad: no medió una conversación civilizada ni un pedido de renuncia. Ni siquiera una pista que le hiciera sospechar que, por estos carriles, la cosa no iba bien.

Chiantore recibió un WhatsApp de Mario Lugones, influyente asesor del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, presidente de la Fundación Sanatorio Güemes y de quien se dice que virtualmente conduce el Ministerio de Salud, más allá de que en los papeles figure Mario Russo. «Podemos hablar cuando quieras, pero las cosas tienen su dinámica, así que hicimos cambios en la Superintendencia», le transmitió. El ex funcionario, alineado en el esquema político de Patricia Bullrich, no contestó el WhatsApp.

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