Un Boeing 787 aterrizó en la Antártida por primera vez en la historia
En un hito sin precedentes, Norse Atlantic Airways ha quedado en la historia como la primera aerolínea en llevar un Boeing 787 Dreamliner a la Antártida. Este vuelo épico, que partió desde Noruega, tuvo como destino la Estación de Investigación Troll, después de una parada estratégica en Sudáfrica. La misión tenía como objetivo el transporte de científicos y suministros cruciales para el continente blanco.
El vuelo N0787 de Norse Atlantic partió de Oslo (OSL) el 13 de noviembre y, tras doce horas, hizo escala en Ciudad del Cabo (CPT), Sudáfrica, donde permaneció durante 40 horas. A las 23:03 del miércoles, emprendió su ruta hacia Troll Airfield (QAT), aterrizando en la Antártida después de cinco horas de vuelo a las 02:01 (hora local) del jueves 16 de noviembre.
La aeronave protagonista es un Boeing 787-9, con registro LN-FNC, entregado a Norse Atlantic en junio de 2022. Con cinco años de antigüedad, previamente sirvió para Norwegian Air Shuttle.
A bordo del Boeing 787-9 se encontraban científicos del Instituto Polar Noruego, junto con una tripulación de logística, equipos y carga esenciales destinados a la Estación de Investigación Troll y otras estaciones en la Antártida.
La estación Troll y los desafíos de aterrizaje en la Antártida
Ubicada a 235 kilómetros de la costa en la Tierra de la Reina Maud, la estación de investigación Troll, dirigida por el Instituto Polar Noruego, se dedica a la vigilancia medioambiental y climática, así como a la investigación científica y cartografía.
La pista de aterrizaje y despegue, con una longitud de 3.000 metros, presenta desafíos únicos al estar ubicada sobre un glaciar a 1.232 metros sobre el nivel del mar. La operación requirió mediciones y análisis precisos del grosor del hielo. El Instituto Polar Noruego llevó a cabo cálculos detallados de la acción de frenado, asegurando que el despegue y el aterrizaje se realizaran cumpliendo los reglamentos y normas de los fabricantes de aviones, manteniendo márgenes de seguridad óptimos.
Antes y durante el vuelo, la tripulación recibió informes meteorológicos continuos y actualizaciones sobre la operatividad del aeropuerto mediante enlaces de datos y comunicación telefónica por satélite. Los pilotos fueron sometidos a una formación especial para familiarizarse con la zona y la pista de aterrizaje, mientras que todos los miembros de la tripulación fueron capacitados en supervivencia en el Ártico.
A lo largo de los años, la Antártida ha recibido vuelos de diversas aeronaves, desde Boeing 757, Boeing 767 y un Airbus A340 de HiFly hasta un Boeing 737 MAX de Smartwings, Ilyushin 76, C-130 Hércules de diferentes naciones con base en el continente, y otras aeronaves de menor envergadura.
También recibe vuelos chárter para turistas que buscan conocer el continente blanco, como los de Aerovias DAP que opera durante la temporada de verano austral con sus “Jumbolinos”. Al igual, Qantas suele organizar vuelos panorámicos a la Antártida con sus Boeing 787.