Un delegado de Moyano a la CGT
Pablo Moyano de la rama Recolección de Camioneros
El líder sindical eligió a un hombre de extrema confianza para acompañar a Daer y Acuña en el triunvirato de la central obrera.
Tras 17 días con una vacante, el triunvirato de la CGT ya completó su composición luego de la salida de Pablo Moyano. El histórico líder del sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, encabezó en las últimas semanas distintas conversaciones con referentes de su gremio y encontró finalmente quien acepte acompañar a Héctor Daer y Carlos Acuña en un momento en el que el gobierno de Javier Milei avanza contra los derechos de los trabajadores. Hombre de confianza de Moyano padre, Octavio Argüello fue diputado nacional, hace 40 años que es delegado de Camioneros y tiene a su cargo la seccional Tres de Febrero y San Martín. Ahora suma a sus pergaminos un lugar en la conducción de la central obrera más grande del país.
Con una foto y un breve comunicado, la CGT dio por resuelta la crisis desatada por la renuncia del secretario adjunto de Camioneros el último 22 de noviembre.
«A partir del día de la fecha y por decisión de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, el cargo que corresponde a esta organización en la secretaría general de la Confederación General del Trabajo será ocupado por el compañero Octavio Argüello, quien se suma a la conducción junto a los compañeros Héctor Daer y Carlos Acuña», informó la central obrera. El texto deja en claro que el lugar fue ocupado por decisión de Hugo, que con sus 80 años se mantiene su liderazgo al frente de la federación.
Además de contar con una larga trayectoria en el sindicato, Argüello es un hombre de extrema confianza política la familia Moyano: fue presidente del partido para la Cultura, la Educación y el Trabajo (CET), que conformó Hugo en 2013 cuando mantenía sus diferencias con el gobierno de Cristina Kirchner. Pero a diferencia de Pablo, que tiene juego propio y manifiesta públicamente las diferencias con su padre, fuentes sindicales señalan que Argüello oficiará como un delegado de Hugo.
El detonante de la renuncia de Pablo fue la actitud «dialoguista» de los otros co-conductores de la CGT frente al profundo deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores provocado por las políticas implementadas por Milei. «Hay que estar en la calle para seguir resistiendo y denunciando este modelo económico que tanto daño le está haciendo a los argentinos y no podemos mirar para otro lado», les había reclamado antes de presentar la renuncia.
La respuesta de la mesa directiva de la CGT fue que no había previsto ningún para 2024. Lo que fue algo así como una invitación a renunciar. Pablo Moyano formalizó su salida a través de una carta sin reclamos, en la que solo anunció que daba un paso al costado. Por el momento, Pablo bajó el perfil, no convocó a la movilización que las CTA y los movimientos sociales realizaron la semana pasada; y se espera cuál será su rol en la continuidad gremial, donde estará más cerca Frente Sindical por el Modelo Nacional, que integra junto a gremialistas de perfil combativo como el bancario Sergio Palazzo.
Desde que se generó la vacante, Hugo se puso a buscar entre los referentes de su confianza quién podía cubrir a su hijo en el consejo directivo. Le resultó tan difícil que hasta se especuló con la posibilidad de que él mismo se hiciera cargo de volver a la sede de la calle Azopardo. Le ofreció el lugar a tres dirigentes de su entorno.
Primero contactó a Mar celo Aparicio, que ocupa la secretaría gremial e interior de camioneros. Rechazó la propuesta, con los agradecimientos de rigor.
Luego fue el turno del secretario de Políticas de Transporte del gremio, Omar «Manguera» Pérez, que prefirió continuar su labor en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Por último, consultó a Jorge Taboada, titular del sindicato en Chubut. Al referente patagónico le generaban una fuerte desconfianza los otros dos triunviros, enrolados en el ala del sindicalismo «dialoguista» con el gobierno nacional. Tiene sus motivos. El Gobierno anunció que buscará implementar el autoservicio de combustible. Acuña, que representa a los trabajadores de estaciones de servicio, se mantuvo en un profundo silencio.
Tras cerrar con Argüello, Moyano le transmitió la noticia directamente a Daer y Acuña, durante una reunión de la que participaron otros dirigentes como Gerardo Martínez (Uocra), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Jorge Sola (Seguros) y Andrés Rodríguez (UPCN), entre otros.
Si bien seguirá sin un cargo formal, Hugo reforzará su influencia en la conducción obrera. Participará de las reuniones y las negociaciones de la denominada «mesa chica», un espacio de enorme trascendencia en la vida gremial.
Por lo pronto, Argüello tendrá su debut el próximo 19 de diciembre cuando se reúna el Consejo del Salario, encargado entre otras cosas de discutir el nuevo salario mínimo vital y móvil. El oficialismo prevé una suba del 3 por ciento, número que entusiasma a los empresarios pero que está lejos de lo que perdieron los salarios frente a la inflación desde su última actualización. Algunos gremios más combativos ya adelantaron que pretenden que se eleve un 43 por ciento. Si no hay acuerdo, habrá decretazo del Gobierno, como en otras oportunidades.
Además de su trayectoria en Camioneros, Argüello fue presidente del Partido para la Cultura, la Educación y el Trabajo (CET). Argüello, el elegido de Hugo Moyano, junto a Daer y Acuña.
