Ricardo Cirielli – Secretario General de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico
Entrevista por los controles en Aerolíneas Argentinas 18/01/2010 – Mitre – De Regreso
Horacio Caride: Vamos a hablar ya con el secretario general de la Asociación Personal Técnico Aeronáutico, Ricardo Cirielli. Horacio Caride lo saluda. ¿Cómo le va? Buenas tardes.
Ricardo Cirielli: ¿Qué tal? Buenas tardes, Horacio. ¿Cómo le va?
HC: La verdad que preocupado, porque… Al principio las denuncias pueden sonar anecdóticas, aunque no les quito gravedad: el viaje de Recalde hijo como presidente de la compañía primero para ver un partido de la selección argentina con amigos; después, en un viaje personal de placer para irse de vacaciones a una tarifa absolutamente planchada y beneficiado por la misma; y ahora están denunciando gastos millonarios y falta de control en la compañía. ¿Qué nos puede agregar usted?
RC: Con respecto a esto último, nosotros somos quienes venimos reiteradamente advirtiéndole a Recalde, principalmente, que es el máximo responsable en Aerolíneas Argentinas, la falta de inversiones; el descontrol que hay en el área… yo creo que ya en general en la compañía, principalmente en el área técnica; el desvío de dinero hacia el exterior, dinero que no es necesario poner en talleres para reparar en el exterior cuando hay capacidad técnica, disponibilidad de mano de obra y slots, es decir, hangares para hacerlo acá en la Argentina.
HC: Vamos a decir a la gente que no leyó por ahí el artículo de Clarín que mandaron a reparar aviones al exterior por más de US$15.000.000, y sin licitación.
RC: Sí. En el caso este particular del avión que está en Brasil, esto fue así. Hubo propuestas por parte del área técnica, compañeros nuestros técnicos que decían que se podía reparar en los talleres de Ezeiza; sin embargo, la gestión de Recalde decidió enviarlo a Brasil, a un taller que no estaba habilitado, que no tenía ninguna experiencia en mantenimiento de ese tipo de aeronaves, un Airbus 340-300… Y tal es así que el día viernes se les cayó un motor: intentando desmontar el motor de la aeronave, se les cayó; tiene un fuerte golpe y ahora hay que ver cuántos cientos de miles de dólares sale reparar ese motor. Y a todo esto hay que sumar también que esta empresa a la cual enviaron no tienen crickets, que son para sostener y levantar el avión para trabajar en el tren de aterrizaje, ni cama para desmontar los motores. Es decir, a quienes se les dio el avión para que lo reparara no tiene ni la capacidad ni los elementos; por lo tanto, los responsables del área técnica y los máximos responsables de la compañía se tienen que hacer cargo del desmanejo y del descontrol de los dineros públicos porque, si hay mano de obra en Argentina, hay compañeros nuestros que están en los hangares esperando que les den trabajo, y sin embargo lo mandan afuera. En el caso de Austral, durante todo 2009 enviaron 10 aviones a reparar a Costa Rica a un costo de… más de $25.000.000 se gastaron durante 2009 en la empresa Austral, y es dinero de todos los argentinos. No es que no se puede reparar en la Argentina.
HC: Sin duda. ¿Cuánto hubiera salido en el mercado interno esa reparación?
RC: El salario ya está incluido: se trabaje o no se trabaje, todos los meses se paga; así que eso hay que sacarlo del rubro. Lo que sí son los repuestos. ¿Pero qué pasa? Si el avión queda en Argentina, sospechosamente no hay plata para los repuestos, se demoran. Después dicen “Pero en Argentina se tarda mucho”, pero justamente lo hacen a propósito para después decir “Hay que mandarlo afuera”, cuando afuera sale más caro, se demora mucho más tiempo y seguramente hay —nosotros estamos convencidos— ilícitos en los acuerdos que realizan quienes negocian este tipo de acuerdo con las empresas extranjeras — porque no encontramos otro motivo para mandar un avión a reparar afuera a un taller de menor calidad técnica y que además, cuando vuelve al país, tiene que estar una o dos semanas en los talleres de Aerolíneas Argentinas para que sean reparados nuevamente, digamos, para terminar de hacerle lo que no le hicieron en el lugar de origen.
HC: Digame, Cirielli, ¿cuántos aviones tiene ahora la flota de Aerolíneas Argentinas?
RC: Es difícil eso: debe haber cerca de 60 aviones. Lo que pasa es que hay una importante cantidad de aviones que se les paga el leasing, se repararon y están en Ezeiza a la espera de que sean devueltos al (…), que eran los dueños.
HC: ¿Cuál sería el número óptimo para una compañía de punta y competitiva?
RC: Yo creo que debería tener 30 aviones aproximadamente, pero funcionando bien.
HC: Claro. Nosotros tenemos por ahí 60, y ninguno funciona bien.
RC: No, funcionan bien. El sistema es lo que funciona mal. Los aviones están…
HC: No, no quiero traer miedo a la gente (…) pero estamos hablando de, por ejemplo, un tema de mantenimiento y que podría estar mucho mejor optimizado y salirle menos al estado.
RC: No le sirve de nada al estado traer nueve aviones 700 de última generación y no comprar repuestos. Un avión de estos nueve que vinieron, que son nuevos, que se está usando de pañol de repuestos — aviones que valen US$40.000.000. Lo que debería hacer quien administra esta empresa, que es Recalde, que no tiene nada de experiencia en gestión empresaria y mucho menos en aviación, es haberse rodeado de gente capaz, gente que conoce la aviación; o los responsables de haberlo puesto a él, no los tendrían que haber puesto.
HC: Aprovecho porque estamos en una temporada que todavía no cerró y es exitosa y… no mucha gente, pero alguna utiliza el avión no solamente para irse a países placenteros para pasar vacaciones (…) sino por el mercado interno, porque tenemos muy buenos lugares, afortunadamente. Sin embargo, en la vida diaria de los argentinos, aquellos que utilizan este elemento tan rápido y seguro todavía, pese a todo, como es el avión, hay rutas que están diezmadas en la República Argentina; hay aviones que van una sola vez por día a algunos puntos; para regresar hay que esperar otras 24 horas… He escuchado ahora, por ejemplo, que en un lugar lindísimo para veranear como es Merlo va a haber vuelos que se van a inaugurar muy pronto… ¿Cuál es la óptica de la diagramación de las rutas aéreas por parte del gobierno?
RC: Yo no lo conozco. Debería ser la Administración Nacional de Aviación Civil quien fije las políticas de transporte aéreo en el país; y las empresas aéreas —en este caso, Aerolíneas y Austral, que son del estado— son los instrumentos para poder aplicar estas políticas, para poder cubrir todo el territorio nacional en cantidad y lugares y destinos: a cubrir y en la frecuencia adecuada para cada destino, poniendo el avión adecuado: porque no puede ir un Jumbo a Córdoba cuando quizás la cantidad o la densidad de la población no da para poner un Jumbo.
HC: Esto también es política de estado, ¿no? Diagramar los destinos y que la gente se sienta realmente comprendida en la necesidad. ¿Recalde hijo es un hombre capacitado para el puesto que está cubriendo?
RC: Yo creo que no. Yo lo dije y lo reitero ahora: para mí es un incapaz y/o un corrupto. Porque si están robando, si están estafando dentro de la compañía, o es un incapaz que no lo ve o es parte de este sistema perverso donde hay una fiesta dentro de la compañía donde hay muchos que se llevan su dinero en perjuicio de los intereses del estado. Y los técnicos lo que queremos es que inviertan en mantenimiento, que arreglen los hangares… Hangares que están desde el año ’50 — nunca les pusieron un peso: no lo puso ni Iberia ni Marsans y no lo está poniendo el estado argentino. Y lo que me molesta a mí, a todos los trabajadores, es que escuchamos que se destina dinero a Aerolíneas, y no lo vemos nosotros. Traen aviones, sí; pero que traigan repuestos, que mejoren los hangares…
HC: ¿Qué quedó de ese acto donde Cristina emocionada dijo “Vuelve al estado…”? Ahí estaban todos los gremios, cuando la aplaudieron también en forma muy efusiva. Parecía que había una cohesión de proyecto. ¿Hoy está fragmentado todo?
RC: No estaban todos porque nosotros no estábamos. Eso fue en Casa de Gobierno hace ya un año y medio, y nosotros no participamos porque no estábamos de acuerdo con el procedimiento por el cual se llegó a la estatización. Se le permitió a Marsans que hiciera lo que quisiera; Ricardo Jaime, el ex Secretario de Transporte, hizo lo que quiso con Marsans en perjuicio del estado argentino. Y la consecuencia de eso fue una mala reestatización. Y eso no es una discusión de si es privado… La administración estatal puede ser igual a la mejor administración privada. Acá pasa por honestidad, capacidad y una política seria para hacer lo mejor posible para el transporte aéreo argentino.
HC: Ricardo Cirielli, muy amable. Gracias.
RC: Gracias a ustedes. Buenas tardes.
HC: Seguirán las repercusiones por esta denuncia de desmanejo en la empresa que hoy está en manos del estado.
Ciudadela, 25 de enero de 2010
Gabriel MORSELLI
Secretario de Prensa