ASOCIACIÓN DEL PERSONAL TÉCNICO AERONÁUTICO CUMPLE 60 AÑOS

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La Asociación del Personal Técnico Aeronáutico nació un 11 de enero de 1963, hace 60 años. De esa manera culminaba, exitosamente, el largo esfuerzo de compañeros visionarios y pioneros que decidieron fundarla. Convencidos que solamente con un Sindicato propio de nuestra actividad, podíamos alcanzar las justas y demoradas conquistas laborales, salariales y profesionales, que nos merecíamos, sostienen desde la organización gremial en un comunicado que lleva la firma de su Secretario General Ricardo Cirielli.

“Sin duda los fines de la creación de APTA se cumplieron con creces en estos 60 años. No solo respecto de la jerarquización de nuestra profesión, la incorporación permanente de derechos laborales y las constantes mejoras salariales; sino, sobre todo, preservando e incrementando nuestros puestos de trabajo. Se pudo lograr, dando extensas y encarnizadas luchas gremiales, principalmente en los últimos 30 años, contra poderes internos y externos que ejecutaron depredadoras políticas neoliberales, antinacionales y antiindustriales, que pretendían eliminar nuestras fuentes de trabajo aerocomerciales y aeronáuticas, suprimiendo competidores en beneficio de empresas extranjeras. No lograron hacerlo -como lamentablemente lo consiguieron con otras industrias-, por la férrea oposición y defensa ejercida por APTA, en unidad con todos nuestros compañeros y compañeras”, se señala en el comunicado desde Apta.

Además, el documento señala que “Así logramos salvar y que sobrevivieran Aerolíneas Argentinas, Austral, FAdeA, y numerosos aerotalleres. Todas empresas nacionales amenazadas con su extinción. Siempre valoramos la creación de puestos de trabajo a través de nuevas empresas. Siempre y cuando, cumplan con nuestra legislación laboral y de seguridad aérea, no precaricen nuestras condiciones laborales, no devalúen nuestros niveles salariales, ni compitan deslealmente mediante el dumping, como hacen las Low Cost. Exigiendo, además, subsidios provinciales o municipales para ir a destinos rentables. Sumado a la reducción en un 70% de sus tarifas aeroportuarias, cuando operaban desde El Palomar. Especialmente, son bienvenidas, aquellas que instalen hangares y talleres importantes en el país. Lo inaceptable, es que conformen gremios “amarillistas” o patronales por empresa. Simulacro de gremios, dirigidos por empresarios o por funcionarios que responden a ellos”.

“Sindicatos más fuertes al servicio exclusivo de sus trabajadores y trabajadoras, fortalecen la democracia y son mucho más efectivos para reducir la desigualdad social, la pobreza y la miseria, que generan la madre de todas las violencias: la social. Cuando se agravia y demoniza a los sindicatos desde el poder político y económico, no es por sus falencias que las tiene, sino por sus mayores virtudes en favor de los trabajadores y los más vulnerables. Como afirmó el Papa Francisco, “No hay Trabajadores Libres sin Sindicatos”.

Los trabajadores en su aniversario, además, señalan que “En el futuro inmediato, deberemos enfrentar una embestida neoliberal más furibunda que en los ’90. Lo mismo, pero recargado, más fuerte y más rápido. Sus objetivos son también los mismos, la desaparición de todas las empresas aerocomerciales y aeronáuticas argentinas. Nuestro neoliberalismo no es nacionalista y xenófobo (anti extranjero, en lo económico y cultural) como sucede en el hemisferio norte. Nuestro neoliberalismo y nuestros neoliberales, son xenófilos (pro extranjeros, en lo económico y cultural y antinacionales). Para ellos, el único capitalismo y empresas decentes y aceptables, son las extranjeras. Las empresas nacionales (privadas, públicas o mixtas), sus trabajadores y sindicatos, son perniciosos y descartables”.

Y advierten “Nuevamente, sobresale entre sus presas Aerolíneas Argentinas, para hacerla desaparecer o mal vender, como hicieron con el Menem-Cavallo. La pretenden eliminar igual que los ferrocarriles, para entregarle todo el mercado aerocomercial argentino, interno y externo, a aéreas extranjeras, afines a los nuevos poderes nacionales. Sería otro crimen de un Estado enemigo, contra la Argentina. Aerolíneas Argentinas, además de interconectar a todo el país, por necesidades turísticas, sociales, médicas, laborales y de negocios, es la principal fuente de trabajo para los afiliados de APTA: Técnicos Aeronáuticos y Despachante de Aeronaves. Cualquier político o economista que pretende sacar patente de erudito y hacer demagogia barata, da como primera medida de su plan de gobierno: cerrar Aerolíneas. Su eliminación es la solución a todos los problemas de nuestro país, como ha relatado a través de los años el ex presidente Macri. El último disparate que afirmó, es que con su desaparición, “se podría erradicar el narcotráfico”.

Desde APTA sostienen que “Macri como Dietrich, despidieron a Isela Costantini, una brillante CEO como ellos nunca fueron, que en 11 meses redujo a la mitad el déficit de Aerolíneas, sin conflictos gremiales y siendo venerada por sus empleados y empleadas. Lo hicieron, porque defendía los derechos e intereses de la Empresa que dirigía y, porque no les daba el pretexto que buscaban (conflictos y déficit en aumento) para cerrarla. Para quebrar una compañía, no hace falta un doctorado en Harvard, cualquier funcionario de cuarta lo puede hacer. El reto de un auténtico e idóneo estadista, es administrar Aerolíneas Argentinas para que, de mínima no de déficit y de máxima, dé ganancias”.

Y señalan que “La actual conducción de la Empresa debe acelerar la puesta en marcha de su Plan de Negocios, para aumentar activamente los ingresos empresariales. Incorporando Trabajos a Terceros y comenzando a operar con Aerolíneas Cargo, para transportar carga general dentro y fuera del país. Con el fin de alcanzar a la mayor brevedad, el punto de equilibrio económico-financiero de Aerolíneas Argentinas. La actividad aerocomercial y aeronáutica argentina, nuestro Sindicato y nuestros trabajos se hallan en el momento más crucial y complicado de nuestra historia: O se sobrevive y avanza, o se fracasar y sucumbe. Así de claro y dramático. Ese es nuestro real e impostergable desafío”.
Además apelan a que “Tengamos la misma determinación y lucidez de los compañeros fundadores que nos legaron APTA. La de aquellos, que derrotaron con tenacidad e inteligencia a los expoliadores de Iberia y Marsans. Nunca se rindieron ni nunca retrocedieron hasta hacer realidad sus ideas y fines. Las opiniones derrotistas o maliciosas, que tildaban de imposible sus sacrificios jamás los afectaron. Porque lo imposible, solo cuesta y tarda un poco más. Derrotados, son solo los que bajan los brazos y se entregan”.

AFRONTEMOS ESTE DESAFÍO CON NUESTRO IDEARIO NACIONAL, Y LA INTELIGENCIA DE NUESTROS INTERESES.
LA LUCHA POR NUESTROS TRABAJOS, NUESTRO SINDICATO, NUESTRAS EMPRESAS Y NUESTRO PAÍS, SOLO TERMINARÁ
CUANDO NOSOTROS DIGAMOS QUE TERMINÓ: CON NUESTRO TRIUNFO. DE NOSOTROS DEPENDE.

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